Busqué a Irak con mis manos, aunque tenía los ojos cerrados.
— Irak —gruñí—. ¿Dónde estás? Me da flojera abrir los ojos.
Después de ver que no había respuesta, traté de dormir de nuevo.
— ¡Irak! —exclamé.
Nada.
— Pendejo —gruñí al abrir los ojos.
No estaba.
Miré hacia la ventana, ya estaba saliendo el sol.
Me estaba sintiendo mejor que ayer.
— Ay, Dios —murmuré al recordar lo de anoche.
Me quité las sábanas de encima.
— Irak —grité.
Tenía su camiseta puesta, debió de ponérmela él.
Empecé a tallar mis ojos con las manos.
— ¡Princesa! ¿Cómo has amanecido?
— Te daré un consejo, querido. Cuando hagas el amor con una mujer jamás, jamás, jamás dejes que se despierte sin ti ¿has entendido?
Alejé mis manos de mi cara, y miré a Irak.
— Entonces me comeré el desayuno solo —murmuró.
Sonreí.
— Amanecí muy bien —contesté a su pregunta—. ¿Y tú?
— Excelente —sonrió.
Me acerqué a él, y lo bese durante unos segundos.
— Anoche... yo... eh... fue... —dejó de hablar.
Reí al ver sus mejillas rojas.
— Eres tan adorable —deposité un beso en sus labios—. A mi me encanto lo de anoche —murmuré.
— A mí, también, sí... eh, yo... —suspiró.
— ¿Por qué estás nervioso? —reí—. No hicimos nada malo anoche, solo hicimos lo que dos personas que se quieren mucho hacen. Lo hacen todos.
— Sí —susurró.
— Además, nos protegimos. Eso fue lo importante ¿no? —acaricié su pecho.
— No se cómo se te facilita hablar de... de eso —me acercó a él.
— ¿Del sexo? —elevé mi ceja izquierda—. Todas las personas tienen sexo ¿no? Es decir, pues... confío en ti, Irak.
— Lo... lo sé, princesa.
Sonreí.
— ¿Vamos a desayunar? —entrelazó su mano con la mía.
— ¿Después nos bañamos juntos? —mordí mi labio inferior.
— Sí, sí, me encantaría.
Cuando desayunamos no nos quedamos en silencio, todo lo contrario, no falto nada de que hablar.
Reímos, jugamos, me sentía bien al estar a su lado. No me quería separar de él.
Pero sabía que algún día todo se iba a acabar, todo se iba a quedar en el olvido, él iba a dejarme de querer, y tal vez yo también. No me importaba, quería disfrutar cada momento junto a él.
Después de alistar la ropa me metí al baño.
Abrí la llave del agua caliente y luego de la fría, tenía que esperar a que se llenara la bañera.
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Nueva princesa, nuevo problema [LHC #1]
RomanceBilogia: "Los Hermanos Craft" (Libro #1). ❝Eran dos motores muy diferentes que al unirlos pasaban los límites de la velocidad❞. * HISTORIA COMPLETA. * PRÓXIMAMENTE SERÁ CORREGIDA. * PROHIBIDO SU COPIA O ADAPTACIÓN.