Capítulo 68

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Canción: 

Jaymes Young - One Last Time. 






—Vamos, Harmony, deja de leer.

Reí.

—¿Cuántas veces ya has leído ese libro?

No le respondí.

—Yo creo que ya van como unas ocho veces.

—Sólo van tres, no seas exagerado.

—No me colocas atención.

Dejé de mirar el libro y lo miré a Irak. Estaba acostado en la camilla, mirándome con una cara de enojo.

Irak era muy exagerado en ciertas ocasiones.

—Ven aquí y dame amor, rubia.

Cerré el libro dejándolo a un lado del sofá en el que yo estaba sentada.

Cerré los ojos ante la horrible sensación que me invadió.

—¿Qué te pasa?

—Nada, sólo sentí mareo.

—Ah, que bien.

—Y unas ganas de vomitarte encima —lo miré mal—. No me voy a parar de aquí, además que tengo nauseas —me acomodé en el sofá.

—Bien, como tú quieras, testaruda.

Cogí mi móvil que estaba al lado del libro y lo encendí.

—No he hablado con Félix.

—¿Qué tiene?

—Que él me iba a decir algo importante, me llamó el día que vine a verte aquí, pero no le contesté.

—¿Qué te iba a decir el pequeño demonio?

—Algo sobre... —negué con mi cabeza—, se me ha olvidado —mentí.

—¿Por qué no lo llamas?

—Me manda al buzón de voz, creo que tiene el celular apagado.

—Pero has ido al castillo varias veces a organizarte, ¿no lo has visto allí?

—No, me preocupa un poco, sólo un poco porque puede que él haya salido con papá.

—Llámalo.

—Lo intentaré —dije antes de marcarle a Félix.

Luego de varios tonos, no me contestó, sólo me mandó a buzón de mensaje y salió él diciendo lo siguiente:

—¡Hola! Quiero que sepas que no te he contestado porque o estoy jugando videojuegos o simplemente no se me ha dado la gana de atenderte porque vales mier... mi hermana para mí, en fin, espero que tengas un mal día y bye, que la virgen María te acompañe, hijo mío.

—¿No eras ateo, gato? y ve a joderte con tu estúpido mensaje—dije antes de colgar.

—Y luego soy yo el que me enojo por nada.

—Tú no empieces a joder ahora.

—Ah, ojala pudiera pararme de aquí para cerrar tu maldita boca.

Rodé los ojos.

—Odio cuando me ruedas los ojos ¿lo sabías?

—No, y no me importa —lo miré—. Y... ¿Cómo me cerrarías la boca?

Nueva princesa, nuevo problema [LHC #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora