Se escabulló dentro del auto negro antes de que alguien la hubiese visto. Tenía que dirigirse rápidamente a Vermont para contar a Todd lo que había encontrado. Estaba muy segura de que él se pondría feliz.
<<No puedo creer que te haya encontrado Val>>.
Fue una lástima para Isabella tener que irse tan pronto, pues no contaba con que un hombre – al que nunca había visto – llegase para interrumpir en un buen momento. De todas maneras ya sabía dónde se encontraba y esta vez no sería nada difícil volver a dar con ella en caso de que llegara a escapar de nuevo.
Por un momento ella había creído las palabras de Ann. Pensó que en realidad no la reconocía y que le estaba diciendo la verdad por sus palabras que sonaban muy sinceras al salir de su boca. Había visto tata confusión en ella que incluso se le había olvidado lo tan buena actriz que era. Por poco le creía y de no haber mencionado a Wade, le hubiese creído.
<<Ya no me engañas como antes con tu cara de mustia>>.
Siguió conduciendo por dos horas más hasta llegar a su destino. Aparcó en una casa grande que tenia seguridad y unos hermosos jardines.
– ¿Dónde está Todd? – preguntó a un guardia de seguridad que estaba en una de las puertas principales.
– En su despacho, donde siempre – dijo el hombre.
– Puedes avisar a Trent que estoy aquí y que tenga todo listo para revisar el producto en cuanto baje.
Caminó por uno de los pasillos anchos lleno de varias puertas hasta llegar al final de todas ellas. Era una puerta doble de madera con cristales.
Entró al despacho y pudo notar que Todd estaba revisando unos libros.
– ¿Tu desde cuándo lees? – preguntó ella.
– No es de tu incumbencia querida – la rubia enarcó las cejas e hizo una mueca.
– Bien, supongo que tampoco es de mi incumbencia hacer tus trabajos, sobre todo el que recién me pediste – dijo haciendo un ademan de que se iba a retirar.
– Espera... No tenemos porque enojarnos así que ven aquí, siéntate y cuéntame lo que has hecho – dijo Todd señalando la silla de enfrente con una gran sonrisa.
– ¿Quieres saber a quién vi? – Todd asintió – ¿Seguro?
–¡¡Sí!! – exclamó él.
– ¿Seguro... seguro?
– ¡¡Que si!! Déjate de juegos y ya dime
– ¡Ay! Está bien. No aguantas nada – Todd la fulminó con la mirada. – Estarás contento cuando te diga que he encontrado a Ann.
– Nuestra pequeña mentirosa Valentina ha aparecido – dijo él sonriendo. – ¿Dónde está? ¿La has traído?
– Aun no. Está viviendo muy cerca de aquí, a no más de tres horas.
– Se supone que debería de estar aquí – dijo molesto.
– No pude traerla porque aparecieron otras personas y a la niña se le ocurrió fingir perdida de memoria – dijo cruzando los brazos.
– Pero...
– No hay pero que valga. Espero la siguiente semana traerla, tengo que ver la forma de que nadie sospeche.
– De acuerdo. Una semana, no más tiempo. La necesitamos ya. Ha estado mucho tiempo fuera y es hora de que vuelva a casa.
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Secretos dentro de mi
Mystery / ThrillerAnn tiene veintidos años. Él tenía veintidos cuando se enamoró de ella. Ella no es feliz con la vida que lleva ahora. Él era muy feliz cuando estaba con ella. Ella es perseguida por UnderCorp. Él trabajó para ellos. Tenía dieciocho años cuando lo ma...