Capitulo 33(Parte III). Sueños

334 20 9
                                    

**Desperté gracias a unos sonidos que provenían de afuera, aun estaba oscuro y vi el reloj que marcaban las dos de la madrugada. Me levanté de la cama envolviéndome con una sabana para poder mirar por la ventana qué es lo que había provocado esos ruidos, pero no logré ver nada. Me volví hacia la cama decidida a dormir de nuevo. Justo cuando me iba a acostar a un lado de Wade, un sonido retumbó haciendo que me sobresaltara y que Wade se despertara. El cristal de la ventana estaba destruido. Me acerque para tomar la piedra que había sido lanzada y observe que estaba manchada de alguna tinta roja.

–Ann – dijo Wade.

Observo más detalladamente la piedra y logro notar que no era ninguna tinta lo que la estaba cubriendo.

– Mierda Ann, aléjate de la ventana – me jaló hacia él y yo dejé caer la piedra al suelo mirando mi mano cubierta de sangre.

Escuchamos la puerta de la entrada abrirse, al igual que unos pasos acercándose cada vez más hacia nosotros. Me encontraba muerta de miedo en esos momentos y lo único que podía hacer era temblar mientras que Wade me abrazaba fuertemente.

– ¿Dónde diablos estas maldito cobarde? – gritó un hombre. – Sal y enfrenta las consecuencias imbécil.

–Ann, quiero que sepas que te amo demasiado y que nunca, escúchame bien, nunca dejare de hacerlo – me susurró dándome un beso desesperado.

– No lo hagas, no digas eso como si fuera una despedida – mis lágrimas empezaron a brotar y lo abrace para que no pudiera apartarme de su lado.

– Quiero que te vistas y que te vayas de aquí mientras yo distraigo a Zach – dijo con la voz quebrada.

–No, no me pidas eso – susurré con la voz entrecortada. – O me quedo o nos vamos los dos, pero no me pidas que me aleje de ti.

–No quiero que te haga daño, recuerda la promesa que me hiciste. Confía en mí por favor – me miró con súplica.

– Lo siento, pero no lo voy a hacer, me quedo contigo te guste o no – él me acorraló con sus brazos besándome la frente y repitiéndome lo mucho que me amaba.

–Pero que escena tan más conmovedora – dijo un hombre alto que estaba parado en la entrada del cuarto. El sujeto no parecía tener más de veinticinco años, pero a pesar de eso su mirada era muy penetrante que daba mucho miedo.

–Déjala en paz, ella no tiene nada que ver aquí –dijo Wade.

– Pero por supuesto que ella tiene un papel muy importante aquí. Si no mal recuerdo, fue por esta chica por lo que decidiste querer salir del negocio.

– Fue mi decisión.

– Pero ella influyó en eso – y dicho esto dio un chasquido con los dedos y salieron tres hombres, uno me agarró a mí levantándome para ir hacia afuera, los otros dos empezaron a golpear a Wade mientras yo gritaba que lo dejaran tranquilo. Aún seguía envuelta con la sabana por lo que el hombre que me llevaba se aprovechó de eso manoseándome. Comencé a gritar desesperada para que me soltará, quería ir a ver a Wade, quería ayudarlo, quería saber que el estuviese bien. Peleé con todas mis fuerzas para escapar, pero por más que lo hacía el hombre parecía no inmutarse por mis golpes.

– ¡Maldito cabrón déjame en paz! – iba en dirección a una camioneta negra. Abrió la puerta para meterme pero después me dejo caer y él se quedo allí parado hasta que cayó al piso de rodillas y pude ver a Wade con una piedra llena de sangre del tipo al que había golpeado.

Rápidamente me levante del suelo para abrazarlo y besarlo. Tenía el labio hinchado lleno de sangre al igual que su ojo derecho. Él me observaba para saber si estaba bien y yo sólo lloraba de pensar en que le pudieron hacer daño.

–No te creas tan listo, aun puedo tirar de este gatillo, matarte y llevarme a esta puta para hacerla gritar toda la noche pidiendo más como la perra que es – esto hizo que Wade se enojará demasiado, sus nudillos se pusieron blancos de tanto apretarlos por la rabia y en su cuello se le podía marcar las venas.

Wade empezó acercarse a Zach con pasos lentos pero a cada uno que daba, Zach quitaba el seguro y ponía el dedo en el gatillo listo para disparar en cualquier momento.

– ¡No! – grité para que no se acercará más.

–Un paso más y te vuelo los sesos.

Traté de buscar algo con que ayudar y vi al hombre que hace unos minutos me quería llevar, toque en su pantalón para ver si tenía algún arma, sólo que no había ninguna y tampoco tenía nada en su camisa. Entré a la camioneta negra y en la guantera encontré una pistola.

Regresé al lugar para apuntarle a Zach pero cuando vi, el arma ya estaba en el suelo junto con Wade y Zach, quienes estaban peleando. Finalmente Zach lo acorraló con una navaja en el cuello, luego volteó a verme y se la enterró aun más.

– Sí disparas, tu novio se muere – dijo él.

Vi que Zach le murmuraba algo a Wade y en cuanto lo hizo giró para verme y gritar que tuviera cuidado.

Estaba tan concentrada apuntando el arma a Zach que no me había percatado de que alguien estaba parado detrás de mí. Pude sentir una mano tapándome la boca con un pañuelo haciéndome perder la consciencia poco a poco, sin en cambio sabía que no podía perderla ahora, tenía que hacer algo pero mis fuerzas se estaban agotando y mi único impulso fue disparar.

Se escucharon unos gritos pero ya no supe de quien habían provenido porque todo a mi alrededor comenzó a dar vueltas, distorsionando las voces. Lo único que recuerdo fue a alguien gritar mi nombre y después todo se volvió negro. **

Secretos dentro de miDonde viven las historias. Descúbrelo ahora