– ¿De que es lo que quiere hablar? – preguntó ella.
– Quiero ser lo más breve posible contigo – dijo Edson. – ¿Me permites pasar? – Ann lo dejo entrar a su casa y lo llevo hacia la sala de estar para que pudieran hablar. No estaba Laura y tampoco Mike por lo que podía estar tranquilo sin que alguno de ellos pudiese aparecer.
– ¿Y bien? – se sentó en un sillón.
– Quiero que me digas ¿que hay entre ese muchacho Dean y tú? – Ann alzó la ceja izquierda sin entender a que se debía esa pregunta. – No nos hagamos los desentendidos, ambos sabemos que él es la causa de que no quieras aceptar el apoyo que te estoy brindando. Y quiero saber por qué.
– Con todo respeto señor, no creo que eso sea algo de su incumbencia – contestó amablemente.
– Es algo que me incumbe solo por el hecho de que los dos están involucrados desde ahora con CETS y me importa saber porque una de mis candidatas quiere que me deshaga de una persona cuyo trabajo es excelente al igual que el suyo, claro – él la miró fijamente.
– No es una persona de mi agrado, aparte de que es un mentiroso.
– ¿A qué te refieres?
– Es algo que paso hace ya un año y no tiene caso que le hable de eso – dijo ella desviando su mirada.
– Pero si dices que es algo que ya paso, entonces ¿Por qué no mejor lo dejas allí? ¿Por qué no lo olvidas y sigues hacia adelante? – Ann se levantó rápidamente del sillón y le dio la espalda a Edson. –¿ No crees que te sentirías mejor si lo hicieras?
– ¿Vino a darme clases de liberación espiritual? Porque si es eso, creo que lo mejor que puede hacer es irse – dijo aturdida. No le gustaba que le dijeran lo que tenía que hacer y mucho menos a quien tenía que perdonar. Eso eran solo asuntos de ella y nadie más tenía que meterse.
– No tienes porque tomártelo mal. Y no es liberación espiritual, se le llama sentirte mejor contigo misma.
– ¿Ya terminó?
– No. Tienes un gran potencial que no me gustaría que lo desaprovecharas. Por eso estoy aquí.
– Se muy bien lo que tengo, pero descuide, hay muchas otras empresas, corporaciones o industrias que les gustaría tenerme.
– Veo que eres una jovencita muy terca. Dime que es lo que más quieres. Que no involucre al chico – ella giró para verlo de nuevo a los ojos. – ¿Dinero? ¿Viajes? ¿Un carro? ¿Qué quieres?
– ¿Enserio va a ofrecerme dinero con tal de que acepte?
– Si es necesario, si.
– Lo pensaré – dijo ella con indiferencia. Una sonrisa apareció en el rostro de Edson.
– Avísame antes de que termine esta semana. Nos iríamos a finales de la siguiente.
– Por supuesto.
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Secretos dentro de mi
Mystery / ThrillerAnn tiene veintidos años. Él tenía veintidos cuando se enamoró de ella. Ella no es feliz con la vida que lleva ahora. Él era muy feliz cuando estaba con ella. Ella es perseguida por UnderCorp. Él trabajó para ellos. Tenía dieciocho años cuando lo ma...