Capitulo 17. No deben quedar evidencias

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Isabella seguía en la cama con Trent, después de haber revisado que la mercancía estuviese en buenas condiciones habían tomado un muy buen merecido descanso. Desde hace una semana no se habían visto, pues él había estado ocupado en el trabajo haciendo las entregas de siempre, aparte de que solo iba una vez por semana a Vermont donde estaba uno de los principales laboratorios de Underway y cada vez que iba lo aprovechaba para estar con ella. Aunque tenían que hacerlo a escondidas. Todd no era una de las personas muy dadas a dar amor y mucho menos a recibirlo. Decía que era una pérdida de tiempo y no le gustaba ver amoríos en ese lugar. Isabella estaba muy percatada de eso, sobre todo cuando se descubrió a una pareja rodando por los pasillos y días después desaparecieron. Era mejor pasar desapercibidos por todos.

Trent la abrazaba mientras que ella lo observaba dormir. Nunca había sido una romántica empedernida pero con él las cosas eran diferentes. No sabía si él sentía algo por ella, pero había aprendido a quererlo con el tiempo debido a que desde que llegó a Underway, ella fue la encargada de enseñarle como eran las cosas allí.

Pasó varios minutos agarrándole el cabello y observándolo. Si no hubiese sido por el teléfono de Trent, habría seguido así por horas. Ella lo tomó y antes de ver quien era la persona que estaba llamando, Trent se lo arrebató mirando hacia la pantalla y salió de la cama para ir al baño.

Isabella quedó sorprendida por su comportamiento y sin más ella también se levantó de la cama para ir hacia el baño y poder escuchar detrás de la puerta.

– Te veo mañana, vale – alcanzó a escuchar que decía y fue lo único porque poco después Trent salió del baño viendo a Isabella allí parada enfrente de él. – ¿Estabas escuchando mi conversación?

– No, claro que no – dijo ella.

– Entonces ¿qué haces ahí parada?

– Solo quería entrar al baño – puso los ojos en blanco. Entró y cerró la puerta con fuerza detrás de ella poniendo seguro. No es que sintiera celos, pero no le había gustado mucho que le quitara el teléfono de esa manera como si no hubiera querido que viera quien llamaba.

– ¿Estas enojada? – preguntó Trent.

– No, para nada – le gritó desde el baño. – Solo que a veces me desconcierta tu actitud – dijo unos segundos después. Luego abrió la puerta y se dirigió hacia una silla donde estaba su ropa y comenzó a ponérsela.

– ¿Cual actitud? – dijo él.

– Escucha, no pienso ser la chica celosa ni nada por el estilo pero es obvio que por alguna razón no quieres que sepa quién te habló por teléfono – dijo sin exaltarse. – Y si es así, no pienso decirte nada o acosarte hasta que me lo digas. Solo espero que no estés metido en más problemas de lo que ya estas hasta ahora.

– Tranquila – dijo acercándose a ella para abrazarla. – Se que estamos metidos hasta el fondo en toda esta situación de Underway pero no tienes nada de qué preocuparte.

– Es bueno escucharlo – dijo ella sonriendo. – Tenemos que irnos, Todd no estará esperando. Creo que tiene un nuevo trabajo para ti.

– Más vale que la paga sea buena – comenzó a ponerse la ropa.

– Por lo que oí, se podría decir que es más que buna por hacer algo muy rápido y sencillo.

– ¿Y tu donde has estado todos estos días?

– Ocupada buscando cuya personita es importante para Todd – sonrió.

– ¿De quién estás hablando?

– Supongo que ya te habrán contado de Valentina – Trent asintió sorprendido. Por supuesto que había escuchado de ella. Nunca la había conocido porque ella se había ido unos meses antes de que él llegara. Pero siempre escuchaba que la nombraban y por lo que decían de ella, pudo entender que no fue una persona muy agradable. Era todo lo contrario a la palabra buena persona y eso le daba curiosidad. Nunca le contaban a detalle acerca de quién había sido ella y como es que había llegado a Underway. – Pues al fin la encontré. Aun no está aquí pero pronto lo estará y cuando eso suceda, no sabes lo contento que se pondrá Todd.

– Eso significa que por fin conoceré a la famosa Valentina – susurró Trent.

– Exacto.

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– Aquí tienes toda la información que necesitas – dijo Todd poniendo una carpeta azul en el escritorio. – Quiero que te deshagas de él con mucho cuidado de levantar alguna sospecha que pueda culparnos – Trent asintió. – Cuando hayas terminado podrás encontrar que el dinero ya fue depositado en tu cuenta.

– Solo por curiosidad ¿Por qué quiere que desaparezca uno de sus socios? – preguntó Trent revisando la carpeta donde venia quien era la persona a la que tenía que matar.

– Para mi mala suerte es mi primo y me ha dado muchos problemas últimamente. No preguntes que tipos de problemas. Solo hazlo – le ordenó.

– Esta bien – dijo retirándose finalmente del despacho de Todd.

Secretos dentro de miDonde viven las historias. Descúbrelo ahora