– Cuando termine la junta te aviso para hacerte saber en qué condiciones acabamos – dijo el señor Roswell colgando el teléfono.
– ¿Ahora si ya me puedes escuchar? – preguntó Ian.
– Perdona, tenía que atender esta llamada que era muy importante. Tengo cinco minutos antes de entrar a una reunión, así que habla rápido. ¿Qué te dijo la chica? – empezó a abrir los cajones para buscar unos papeles que utilizaría en la junta.
– Dijo que no piensa aceptar nada
– ¿Que has dicho? – dejó de buscar para ponerle más atención a su sobrino.
– Lo que escuchas. Me dejo muy claro que no va aceptar ninguna propuesta, al menos no hasta que te deshagas del otro chico.
– ¿Pero que dices? ¡No pienso deshacerme de nadie!
– Pues eso acláraselo a ella. Por lo que veo, a ella no le cae muy bien y yo tampoco, aunque no la culpo – afirmó Ian. –Tengo que irme, solo vine a comunicártelo – se levantó del asiento y recogió su portafolio que estaba en una mesita de cristal.
– Tendré que hablar yo mismo en persona con ella para lograr persuadirla – dijo Roswell levantándose también del asiento y poniéndose su saco.
– No lograras hacerlo. Te recomiendo que busques a alguien más.
– No puedo hacer eso. Todo está listo para irnos dentro de dos semanas. Además tiene que ser ella.
– ¿Porque estas tan empeñado en que sea esa chica? Creo que buscando con más exactitud puedes encontrar otra buena candidata.
– ¡¡Tu no entiendes nada!! – le gritó el señor.
– Pues explícame porque de verdad que no entiendo que es lo que tratas de hacer – escupió Ian. Se quedaron por unos segundos callados, hasta que se dibujo una expresión de sorpresa en su rostro. – O ¿es que tienes algún interés en ella?
– ¿Estás loco? No digas tonterías. ¡Por supuesto que no! – dijo con cara de horror. – Consígueme la dirección de donde vive, que iré a buscarla saliendo de la reunión.
– No creo que se encuentre en su casa. Ella está en la universidad por la tarde o posiblemente en el trabajo.
– Bien, pues me avisas donde se encontrará.
– ¿Ahora me he convertido en niñero? Que bajo me has dejado caer – bufó Ian.
– No, también quiero que estés al pendiente de ella.
– ¿Es enserio? – frunció el ceño.
– No tengo porque bromear. Sabes que no me gustan las bromas – dijo seriamente su tío.
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Secretos dentro de mi
Mystery / ThrillerAnn tiene veintidos años. Él tenía veintidos cuando se enamoró de ella. Ella no es feliz con la vida que lleva ahora. Él era muy feliz cuando estaba con ella. Ella es perseguida por UnderCorp. Él trabajó para ellos. Tenía dieciocho años cuando lo ma...