La Chica De las Coronas [COMPLETA] (EDITANDO)

Peligro|Cap.38

Dereck

Mi corazón se detuvo al ver su cuerpo caer violentamente sobre el suelo. Todavía no me puedo hacer la idea de verla acostada en esa cama sin moverse. Miro mis manos están vendadas, golpeé tan fuerte a Benjamín rompiéndole la mandíbula y mis mano quedaron hinchadas. Me duele más ver a Reina acostada en esa cama. Esta inconsciente dos días, el disparo no le hizo nada ya que el chaleco antibalas la protegió, Joseph se lo había dado y justamente ese día ella quería saber como se sentía tener un chaleco anti-balas y amé su curiosidad.

-Dereck deberías dormir.- dice Sofia mi lado.

Ella fue la que salvo a Reina, disparando dos veces en la columna de Benjamín dejándolo inválido.

-Estoy bien.- digo en un hilo de voz, mis ojos se humedecen de nuevo.

-Si, yo también digo lo mismo y no es cierto.- susurra a mi lado mirando sus pies.

Tomo las manos de Reina y la beso, no quiero perderla. Me da miedo que empeore. Miro su rostro pálido y sus labios secos. De momento una línea de sangre baja por su nariz.

-Sofia llama a papá.- digo rápidamente, me levanto y si es sangre saliendo por su nariz, ella hace una mueca de dolor, pero no abre los ojos.-Oh, Dios. Reina.- la llamo, pero no responde.

-¿Que pasa?.- pregunta entrado corriendo a la habitación, el padre de Reina entra junto con él.

-Su nariz sangra.- digo nervioso.

Mi padre me aleja de ella aunque no quiera. Empieza a revisarla. De pronto la maquina empieza a emitir un sonido alarmante, y mi mundo se me viene encima. De nuevo.

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-A ver Anire.- me dice mi maestro.- ponte aquí adelante.-

Hago lo que me dice, me gusta obedecerlo sino lo hago me castiga fuerte en el cuarto de castigos con los gatos. Un chico cabello negro se pone frente a mi, es mucho más alto que yo. Sube su mano y la baja de golpe, siento como mi mejilla arde, pero no puedo llorar porque si lloro me golpean fuerte. Me golpea una y otra y otra y otra vez. Siento algo salado en mi boca.

Sangre.

No puedo más y me abalanzo contra él golpeando se cara con mis puños cerrados, mi maestro trata de quitarme de encima, pero me niego y sigo golpeándolo.

-¡Anire, basta!.- grita el maestro.

Me levanto de encima del chico que esta tirado en el suelo sin moverse, con los ojos cerrados, y si rostro lleno de sangre. Repiro con dificultad, siento mis sangre correr por mis venas, todos me miran con la boca abierta.

-Ven conmigo.- dice mi maestro. Me sujeta el brazo con fuerza y me lleva arrastras al cuarto del castigo.-Te quedas ahí, dos horas.-

Cierra la puerta de un puertazo, me quedo sentada en el piso, no quiero moverme si lo hago, ellos vendrán y me dañaran mi piel.

No sé donde están mis padres, ayer vi a mami en el laboratorio, pero no vi a papi. Los extraño mucho, no quiero estar en este lugar, casi no puedo verlos a ninguno de los dos.