Capítulo 15 "Charlas"

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Seth se cansó de esperar a que me dignara a abrir la puerta y sólo la abrió para después entrar completamente a la habitación, se acercó a una de las camas que estaba cerca de la ventana y se hincó para quedar a un lado de la cabeza de quien estuviera ahí.

La habitación estaba oscura, pero la luz del sol traspasaba las cortinas y por ello algo de luz se filtraba en la habitación permitiéndome ver que había dos camas, ambas a cada extremo del cuarto, un sólo closet pegado a la pared y dos muebles para ropa a menos de 1 metro de cada cama, pero eso era lo único que podía ver, no podía ver quienes estaban ahí, pero sabía que uno de ellos era Kian.

— ¡FUEGO! ¡FUEGO! ¡LA FRATERNIDAD SE QUEMA! —comenzó a gritar histéricamente Seth aún hincado y yo sólo lo miraba atónita desde la entrada de la habitación.

El chico que estaba dormido en la cama saltó y por el movimiento se enredó en las sábanas y cayó de la cama. El chico de la otra cama también se exaltó pero menos que su compañero de habitación.

No pude evitar reír ante tal escena pero antes de que notarán realmente mi presencia, el chico en el piso se levantó rápidamente y su compañero encendió la luz desde el interruptor que estaba a un lado de su cama.

El chico que se había caído era nada más ni nada menos que Connor Evans quien se lanzó inmediatamente contra Seth derribándolo y reclamándole por su estúpida broma.

Kian estaba recargado de la cabecera de su cama aún un poco dormido pero se notaba que no estaba muy contento por haber despertado de esa manera.

Tenía ambas manos tapando mi boca para evitar reír estruendosamente ya que me vería muy mal al burlarme de Connor y Kian.

Seth milagrosamente logró quitarse de encima a Connor justo en el momento en el que llegó Kian y también en el momento en que mi celular sonó indicándome que había llegado un mensaje, y fue el sonido que llamó la atención de ambos chicos.

Seth corrió hasta quedar atrás de mí y tanto Connor como Kian se quedaron parados con los ojos abiertos de par en par y en el caso de Connor, mejillas sonrosadas y una sonrisa de niño bueno.

— Kelly —Connor intentó parecer serio— ¿Que hay? —Seth soltó una carcajada burlándose de Connor— Estás muerto Delaney —Connor se lanzó hacia Seth quien salió corriendo de la habitación rápidamente casi chocando contra la pared de atrás y casi cayéndose a cada dos pasos.

— Hola Kell —Kian llamó mi atención y lo miré algo nerviosa.

— Hola Kian —respondí estúpidamente y quise darme una bofetada en ese mismo instante.

Al parecer a Kian no le importó porque avanzó hasta mi y me envolvió en sus brazos y yo enredé mis brazos en su cintura recargando mi cabeza en su pecho.

Se sentía tan bien que si por mi hubiese dependido, no me hubiera soltado de él, pero bueno hay una frase que dice "Nada es para siempre", y siendo realistas, eso es completamente verdad.

— No sabes cuánto te he extrañado —susurró Kian alejándose un poco de mí.

— Me lo puedo imaginar —respondí tratando de no soltar una risa al recordar a Seth diciéndome todo lo que Kian decía sobre mí.

Kian estaba acercándose poco a poco a mi y no despegaba la vista de mis labios, pero siempre hay un pero, antes de que entre Kian y yo hubiese un beso o algo por el estilo, mi celular comenzó a sonar indicando que me estaban llamando, así que me separé completamente de Kian y saqué mi celular.

Era una llamada de Kendall, así que contesté.

— ¡Kellyanne Jessamine Denovan! Me podrías decir ¿¡Dónde mierdas estás!? —la voz de Kendall era demasiado fuerte por lo que tuve que alejar el celular de mi oído.

— Estoy en Alpha Delta Phi —contesté bajo la atenta mirada de Kian quien se dirigió hacia el closet de la habitación y buscaba su ropa para ese día.

— ¿En Alpha Delta Phi? —Kendall sonaba confundida.

— ¿Qué haces en Alpha Delta Phi? —preguntó Nicky y ahí supe que estaba en altavoz.

— ¿Quién más está ahí? —pregunté ignorando por completo las otra preguntas que me habían hecho.

— ¡Yo! —escuché la voz de Leslie.

— También yo —y ahora la voz de Emma.

— Okey, bueno estoy aquí porque me encontré a Seth hace un rato —dije como si nada.

— Encontraste a Seth hace un rato y ahora estás en ADP —repitió dudosa Leslie y se escuchó que alguien saltó en la cama.

— ¡¿Acaso estás haciendo cosas sucias con mi hermano mayor?! —me interrogó Emma y abrí mis ojos como platos.

— Emma por Dios, no. Seth y yo no estamos haciendo... —me callé al instante en el que me dí cuenta que Kian ya estaba completamente vestido y me miraba confundido— Mejor diganme, ¿Para qué me llamaron? —cambié de tema radicalmente.

— Han llegado los resultados de las Fraternidades, y te estamos esperando —respondió Nicky.

— En unos 20 minutos llego —dije mientras escuchaba como Emma le pedía disculpas a Kendall por haberla tirado de la cama.

— Pásame a Seth, no quiero ser tía —me ordenó— Y menos si Seth es el padre.

— Pero Emma... —no pude terminar porque Kian me quitó el celular pero lo puso en altavoz.

— Emma, deja de estar jodiendo —le pidió Kian y al otro lado de la línea no se oía nada.

— ¿Sabes Kelly... Creo que cambié de opinión, estoy lista para ser tía —se escuchó la carcajada de Kendall y Leslie.

— Pobre de ti si Kelly no llega a más tardar a las 8 de la noche Kian —le advirtió Kenny y juro que estaba roja como un tomate mientras Kian se estaba descostillando de la risa.

— No prometo nada —le contestó y enseguida cortó la llamada.

Me devolvió mi celular y lo tomé tratando de aparentar estar tranquila.

— Me tengo que ir —dije saliendo de la habitación seguida de Kian.

— ¿Y eso? Según entendí tienes permiso hasta las 8 de la noche —me dijo Kian y sólo seguí caminando.

— Llegaron los resultados de las pruebas para las fraternidades así que creo que me iré ya —respondí bajando las escaleras viendo a todos los chicos que estaban desayunando, jugando y riendo por todo el primer piso. Realmente eran menos cuando llegué.

— Entonces supongo que te puedo llevar hasta el Alojamiento —me dijo abriéndome la puerta y haciéndome señas para que saliera.

— Está bien —acepté— Pero iremos caminando —agregué al ver que Kian se dirigía hacia su auto.

— Bien —aceptó y comenzamos a caminar hacia el alojamiento.

Así tendría más tiempo de hablar con Kian.

Nada Es Imposible (CMV #2) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora