Había llegado de Francia a las seis de la mañana y Brad había ido por mi al aeropuerto. Creo que el haber dejado que mis hermanos se marcharan ese día en Francia, me hizo recapacitar sobre lo que me habían dicho así que tomé un vuelo el mismo día de la boda de Kendall.
Cuando lo ví al bajar del avión con su aspecto de "no me quería levantar" juro que me dieron unas terribles ganas de llorar.
Ahí estaba él, mi mellizo, el hermano que me prometió nunca abandonarme ni aunque yo fuese quien cometiera los errores.
Caminé lentamente a él mientras me sonreía con nostalgia, al llegar hasta él no pude soportarlo más, así que solté mis maletas, lo abracé con fuerza y comencé a llorar como magdalena mientras mi hermano me devolvía el abrazo con la misma fuerza que yo usaba para abrazarle.
— Pensé que no vendrías, Kelly —me dijo Brad en voz baja y entrecortada.
El tenerlo de nuevo frente a mi me hacia darme cuenta que ni siquiera me había fijado en su aspecto. Su voz había cambiado, ahora tenía ése toque maduro y serio que tenían Alex y Will pero a la ves tierno como el de Axel.
— Ni yo —respondí entre sollozos. La gente pasaba a nuestro lado y nos miraba con ternura.
Creo que pensaban que era una reconciliación o algo así, me separé de Brad y me limpié las lágrimas regalándole la mejor sonrisa que tenía.
— Creo que es hora de que nos vayamos —me dijo Brad tomando mis maletas y asentí de acuerdo con él— ¿Nadie vino contigo? —me preguntó subiendo mis maletas al coche mientras yo esperaba a que le botara los seguros al auto.
— No, Cindy tenía que ir a la casa de sus padres por el cumpleaños de su madre y no quise molestarle, Vika quería venir pero le surgió un inconveniente en el trabajo y no pudo venir —dije mientras Brad abría las puertas y ambos entrábamos al interior del coche. Subí y cerré la puerta, me puse el cinturón de seguridad al igual que Brad.
Arrancó el coche y maniobró para salir de ahí rumbo a la casa.
— Todos en la casa Evans se cambiaron a otro lugar, excepto Nickole —soltó de repente Brad.
— ¿Y Nicky? ¿Cómo está ella? —pregunté saliendo de mi shock y Brad suspiró.
— Realmente se portó como una perra —dijo Brad y le dí un puñetazo en el brazo— ¡Auch! Es la verdad —se defendió sobando su brazo mientras que con el otro manejaba— A los dos meses de matrimonio se separa, a las dos semanas le cede la custodia de Sammy a Alexander, al mes comienza a salir con Seth y a los tres meses se vuelve a casar —dijo mientras hacía muecas— ¿No es como para llamarla perra?
— No Bradley, no —negué mientras procesaba la información— Nicky no era feliz con Alex, se divorció para que fueran felices, le cedió la custodia de nuestra sobrina a Alex por que sabía que Alex la cuidaría mejor que ella y se volvió a enamorar —dije tratando de que mis argumentos se oyeran convincentes, aunque para mí los eran— Sólo dejenla ser feliz, no se hagan prejuicios sin saber sus razones. Créeme yo aprendí esa lección por las malas, pero sinceramente le agradezco a Skyler por tratarme de la peor manera. Y creo que a ustedes les hace falta una lección así —dije recordando todo lo que había sucedido con Skyler Kaufman.
— Sólo la defiendes por que es tu amiga —atacó Brad.
— ¿Acaso la tuya no? —contraataqué cruzándome de brazos.
— No, dejó de serlo desde que separó por las malas a Alex y Lacy —dijo deteniéndose en un semáforo en rojo— Además Alanna y ella han tenido problemas y Nickole se las ha cobrado con mi hijo y eso no se lo permito —de nuevo puso el coche en marcha.
— ¿Qué? —dije atónita ante ése problema.
— Eso, que Nickole se las ha cobrado con mi hijo, no físicamente pero sí le ha dicho a Alanna que mi hijo es un bastardo, que de seguro yo no soy el padre y que ella seguramente sólo dijo que era mi hijo para que nos casáramos —explicó mientras entrábamos al fraccionamiento.
— Nicky no es así —dije en voz baja pero Brad rió sarcástico.
— Ni siquiera es como la conocías —me dijo parando frente a la casa— Nadie es como tú lo recuerdas —y bajó del coche.
Abrí la puerta y antes de bajar me encontré con una pequeña niña risueña que enseguida se abrazó a mis piernas. Reí y me agaché con cuidado para tomarla entre mis brazos.
— Hola Anne, cuanto has crecido pequeña —le dije mientras la cargaba y ella tocaba mi cara riendo.
Salí del auto, cerré la puerta y ví como Brad entraba a la casa con mis maletas en ambas manos. Al entrar un aroma a café recién hecho llegó a mi.
Entré a la cocina y tanto mamá como Gisselle estaban ahí, no se miraban pero claramente estaban trabajando juntas para dar instrucciones a los ayudantes. También estaba Alanna, Maddi y Keller.
— ¿Kelly? —dijo confundida Emma al entrar por la puerta trasera con una caja en las manos.
Todos me miraron y Alanna fue la primera en reaccionar, ya que literalmente corrió hasta mi y al ver a Anne-Rachel entre mis brazos detuvo su impulso de abrazarme.
— Es genial que estés aquí, Kendall estará contentísima, yo también estoy contenta de que estés aquí y porqu... —Serena empujó a Alanna y ella sólo la miró ofendida mientras mis demás hermanos reían.
¿De donde había salido?
-— Mierda Kelly, no sabía que venías —dijo abrazándome con sumo cuidado de no lastimar a Anne.
— Es que realmente no quería venir —contesté sincera y ella se separó para mirarme.
— Lo sé, Kendall me dijo que no habías confirmado tu asistencia además de que tenías mucho trabajo en Francia —me dijo quitándome a Anne de los brazos.
— El trato se cerró —dije y Serena me miró sorprendida— La empresa tiene nuevo país que ganarse.
— Me alegra mucho ¿Brad y los mellizos lo saben? —me preguntó y ví como mamá se acercaba.
— No, se los diré en el desayuno —dije contenta y ella sonrió.
— Entonces suerte —dijo mientras me sonreía, volteó a ver a Anne quien jalaba uno de sus mechones pelirrojos que estaban fuera de su improvisado peinado— Tengo que ir a vestir a ésta hermosura para que no se resfrié.
— ¿Y Alex? —pregunté ya que no lo veía.
— Durmiendo —contestó rodando los ojos y saliendo de la cocina.
— Mi niña, cuanto has cambiado —dijo mamá a punto de llorar pero la abracé.
— Sí, cada vez estoy más vieja —dije divertida para evitar que mamá llorara.
— Estás tan hermosa —me dijo y solté una pequeña risa— Creo que deberías ir a ver a tu hermana —dijo separándose de mi mientras yo asentía.
— Bien, creo que la novia ya debe de levantarse —dije y salí de la cocina.
Pero en el pasillo me encontré con las personas que realmente me habían dado la mejor lección de mi vida...
Las Kaufman.
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Nada Es Imposible (CMV #2)
Teen FictionUn chico castaño bajó del auto al que le había ganado. - Buena carrera -dije extendiendo mi mano hacia el chico que me examinaba meticulosamente, pero él no me incomodaba, es como si estuviera acostumbrada a su presencia. - Has mejorado -dijo sonri...