Capítulo 29 "Vida"

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Los días siguientes eran estupendos, mi memoria estaba ya más nítida acerca de mi antigua yo.

Mi relación con Kian realmente estaba llevando un muy buen rumbo.

En unos meses terminaríamos la Universidad y buscaríamos trabajo en la grandiosa ciudad de Nueva York. Kian estaba a punto de graduarse en la carrera de Administración de Empresas, mientras yo sería una licenciada en Mercadotecnia ya que quería levantar una empresa tecnológica con la ayuda de mis hermanos pero eso aún estaba en planeación.

— Sabes Kelly, pensé que jamás estaríamos tan tranquilos de nuevo —me dijo Kian sin despegar la mirada de la televisión.

— Sí, tal vez peleamos demasiado —dije mientras me acurrucaba más entre sus brazos.

— Tendremos que aprender a sobrellevar todo el estrés —me dijo Kian mirándome a los ojos.

— Sí, pero creo que contigo a mi lado, puedo sobrellevar todo —dije mirándolo de igual forma y Kian se acercó a mí sonriéndome.

— Te amo Kell —me besó suavemente— Te amo, eres mi vida y sin tí no tendría nada —me dijo y ésta vez lo besé yo.

— Eres el mejor Kian —dije volviéndolo a besar mientras me pegaba más a su cuerpo.

El beso cada segundo iba subiendo más y más de intensidad, pero no me importaba.

Kian me sentó en su regazo y cuando estuve sobre él, Kian se levantó del sofá conmigo como si fuera un koala sólo que mis labios y los de él no se despegaban ni un solo momento. Enredé mis piernas en su cintura y me abracé a su cuello mientras él me abrazaba de la cintura y caminaba hacia su habitación.

Cuando llegamos, él suavemente me recostó sobre su cama y se despegó el tiempo suficiente para poder quitarse su playera y volvió a abalanzarse contra mis labios mientras yo acariciaba su pecho y abdomen.

Me quitó la blusa en un solo movimiento y yo comencé a bajar su short hasta deshacerme de esa prenda y de sus tenis.

Kian comenzó a desabrochar mis jeans y los bajó poco a poco mientras besaba mi cuello, bajaba a mis pechos y después a mi abdomen, quitó por completo mis jeans y se deshizo de mis flats, quedando así, sólo en ropa íntima.

Kian volvió a besar mi cuello mientras desabrochaba mi sujetador, lo quitó sin despegarse de mi cuello y después se deshizo también de mis bragas al tiempo que yo me deshacía de su bóxer.

— ¿Estás completamente segura, Kell? —me preguntó mientras me miraba a los ojos, intentando saber lo que pensaba.

— Lo estoy Kian —dije segura de mi misma— Sólo hazlo, no me voy a romper.

Y dicho esto él se posicionó entre mis piernas y comenzó a penetrar en mi.

Comenzó a besar de nuevo mis labios al ver que me dolían un poco las embestidas que le daba a mi cuerpo.

Yo también amaba a Kian y lo demostraría en ése momento.

No era virgen, debía reconocer el hecho de que Federick había arrebatado mi virginidad días antes de que yo tuviera quince años, había sido estúpido, pero yo quería experimentar sin saber que me arrepentiría más adelante.

Más sin embargo ahora me estaba entregando al amor de mi vida.

Kian me amaba de la forma en la que yo también lo hacía, sería la mujer más feliz del mundo a su lado, sin importar el odio de otras personas contra mi o la indiferencia de otras más, junto a Kian eso no importaba en lo más mínimo, es más, me daba igual lo que esas personas dijeran, por mí podrían irse a la mierda.

Nada Es Imposible (CMV #2) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora