No podía creer lo que mis ojos veían, frente a mi estaba mi perfecto y adorado rubio.
— ¡Oh no puedo creerlo! —exclamé mientras me lanzaba a sus brazos y escuchaba su risa— Ya eres todo un hombre —dije burlona y ví a su esposa con un bebé en brazos— Eres padre, sigo sin creerlo.
— En verdad ni yo me lo creo —dijo burlándose de sí mismo y reí.
Rápidamente fui a saludar a su esposa quien era realmente amable, todos entramos en la casa y me puse a desayunar con Kendall, después de que Emma y las Kaufman se habían ido.
— ¿Estás nerviosa? —pregunté divertida al ver como miraba hacia todas partes mientras movía inquietamente su pie.
— No para nada, sólo estoy pensando en la posibilidad de convertirme en la princesa del reino de los unicornios —respondió sarcásticamente y solté una carcajada.
— Sólo relájate, todo saldrá de maravilla —le aconsejé y ella asintió.
— Es solo que tengo miedo, es decir, he vivido en ésta casa desde hace años con todos mis hermanos, he estado junto a ti desde siempre y ahora simplemente tengo que hacer una nueva vida con la persona que amo pero tengo miedo de dejar todo por un nuevo comienzo —confesó y Alanna la escuchó y apretó su hombro.
— Kendall es un cambio que debes vivir así como el día que se fue Kelly ¿lo recuerdas? —le preguntó ella y Kendall miró hacia otro lado.
— ¿Cómo olvidarlo? Lloré porque mi melliza se había ido al otro lado del mundo y me había dejado sola —sentí una punzada en mi pecho y la miré atenta.
— Y a los tres días habías decidido irte con ella —le recordó Alanna y Kendall rió— Estabas dispuesta a dejar todo por ir con Kelly. Ahora debes estar dispuesta a dejar todo por Darrell porque él está dejando todo en San Francisco sólo por tí, así que no puedes tener miedo a lo que tú sabes que debes hacer.
Asentí dándole la razón a Alanna y Kendall murmuró un- Gracias, no sé que haría sin ustedes.
Después del desayuno, Kendall subió a darse una ducha al igual que Serena, Lacy, Alanna, mis padres, Audrey, April, los dos pares de mellizos, Sophie, Brad, Aaron y yo, mientras que Keller, Emma, Maddi, Gisselle, Drake, las hermanas Kaufman, Jake, Dorcas y mi rubio y su familia volvían a sus casas, u hoteles, a hacer lo mismo preparándose para la boda.
Antes de que las hermanas Kaufman se fueran, le pregunté a Skyler por mi hijo y ella me aseguró que estaba con Jayden por lo que me quedé más tranquila aunque una parte de mi... ¿a quién engaño? Toda yo quería que Skyler me dijera que estaba con su padre, pero creo que eso me corresponde a mi, aunque no tengo la menor idea de como hacerlo.
Media hora antes de las dos de la tarde ya todos estábamos listos, mis hermanos llevaban trajes formales al igual que mi padre y mis hermanas y cuñadas al igual que mamá, llevaban vestidos.
Alanna, Serena y Audrey llevaban un lindo vestido color rosa pastel pegado del torso para arriba y con vuelo del torso hacia abajo. Ellas eran sus damas de honor al igual que Leslie y Emma, sólo que ellas no estaban ahí.
— Creo que vomitaré —me dijo en voz baja April y reí. Mamá y papá se habían besado y nosotras habíamos visto.
No podía asimilar el hecho de que April tuviera ya 19 años, recuerdo que cuando la conocí ella tenía apenas 10 años y era una pequeña niña rebelde, al igual que Audrey quien acababa de cumplir sus 21 años, legalmente era mayor de edad.
— Mejor vámonos ya —dije al ver sus muecas de asco y ella asintió rápidamente.
Me tomó de la muñeca y sólo alcancé a tomar mi celular. Salimos de la casa y nos subimos a su coche... un hermoso Ferrari color blanco, se notaba quien era la consentida últimamente.
Subí al auto del lado del copiloto y esperé a April.
***
1:55 p.m. ya todos estábamos en la Iglesia pero no veía a Skyler con Andy por ningún lado, en cambio ya había visto a Jamie, Allen, Seth, Nickole, Lana, los señores Delaney, Delia, Liam, todos mis hermanos, hermanastros y también estaban los abuelos Jesse y Diderick Liebermann, los abuelos Charles y Jenn Denovan, para resumir todos nuestros conocidos estaban ahí.
— Esto está súper genial —mencionó Lana mirando la decoración de la iglesia.
— Fue idea de Emma decorar así —respondió April y me miró arrepentida.
Emma y yo aún no habíamos arreglado nuestros problemas y cada que iban a Francia nuestra relación era estrictamente por cortesía y más que nada por mi hermano.
— Pues le quedó muy bien —dije pasando por alto el nudo en mi garganta que se había formado.
— ¿Y qué tal te va, Lana? —preguntó April de la nada para cambiar de tema y mi amiga suspiró.
— Generalmente bien, ya sabes, días buenos y días malos, pero en general me va bien —se encogió de hombros— Aunque en el amor me está yendo del asco —dijo mirando fijamente algo.
Seguí su mirada y pude ver a Brad con Aaron en sus brazos y Alanna a su lado mientras que platicaban animadamente con Zeke quien cargaba a su hijo Fabien de seis años (según recuerdo, es un año mayor a Andy) y su esposa Hanny quien cargaba a un bebé.
— Lana, no sigas con lo mismo —dijo Serena llegando junto a Audrey hasta nosotras, al parecer también habían notado su mirada en mi mellizo.
— ¿De qué? —respondió haciéndose la desentendida.
— Olvídalo —respondió resignada Audrey y miró hacia otro lado mientras Serena miraba fulminante a Lana— ¡Oh mi Dios!
Serena rodó los ojos y negó divertida mientras yo fruncía el ceño. ¿Qué me había perdido?
— Llegaron —me avisó Serena y la miré sin comprender a qué se refería, me hizo una seña para que mirara a mi espalda y volteé disimuladamente y ví un auto plateado y mi corazón se aceleró.
Yo conocía muy bien ése auto... Era un SSC Ultimate Aero y su dueño era el chico que más amaba y padre de mi hijo.
Pero del auto no bajó Kian, sino Tyler, Scott y André. Me volteé decepcionada y observé que mi hermana ya estaba en la puerta de la iglesia lista para entrar.
— Es hora —avisé y mis hermanas corrieron hasta Kendall, sólo se quedó April y Lana.
Bien, era la hora.
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Nada Es Imposible (CMV #2)
Teen FictionUn chico castaño bajó del auto al que le había ganado. - Buena carrera -dije extendiendo mi mano hacia el chico que me examinaba meticulosamente, pero él no me incomodaba, es como si estuviera acostumbrada a su presencia. - Has mejorado -dijo sonri...