¿Esa Soy Yo?

PARTE 9

Después de haber disfrutado del movimiento de las olas junto a Sett, después de haber jugado con el balón de playa, después de un día agotador, me quedé dormida en la habitación de Sett.

Cuando desperté, me lo encontré acurrucado sobre mi pelo. Decidí no despertarlo, ya que parecía que había tenido un día tan agotador como el mío.

Me dirigí al salón, donde pude ver a mi madre. Ahora era el momento de asegurarme de lo que me dijo Leo.

-Emm...buenos días,mamá.

-Buenos días, cariño. ¿Qué es lo que necesitas?-Me preguntó ella girando sobre su propio cuerpo.

-Nada,mamá, no necesito nada. Solo quería... ejem...hablar contigo.

Había empezado la frase de carrerilla pero me detuve y me puse un poco nerviosa al pasar por mi mente las imágenes entre Leo y ella. Mi madre se levantó de su asiento y me miró con aire de preocupación, invitándome a que empezara a hablar. La miré y pude articular algunas palabras:

-verás mamá, me preguntaba si...ejem...si conociste a Leo antes que a papá. ¿A quién conociste antes?

Mamá me miró, frunciendo el ceño y un poco sorprendida porque le preguntara esas cosas.

-Al primero que conocí fue a Leo, pero...¿a que viene eso ahora?

Ésa era una buena pista. Conoció antes a Leo que a papá.

-Solo tenía... curiosidad. -intenté defenderme.- Y... ¿estabas con papá mientras seguías siendo amiga de Leo?

-Sí.

Comencé a ponerme nerviosa. No veía a mamá capaz de engañar a papá con otro.

-¿Te liaste con Leo estando con papá?-Empecé a cabrearme.

La idea de que mamá prefiriera a ese tío antes que a papá me ponía de los nervios. No había comparación alguna. Papá era de su estilo,guapo y fuerte, en cambio Leo es precisamente lo contrario de éste.
Mi madre se me acercó más de lo que ya estaba e hizo ademán de ponerme el brazo en el hombro, pero se lo retiré, cada vez más enfurecida con ella.

-Iria, cariño. No es lo que piensas.
-¿Entonces qué es? Hazme el favor de explicármelo, porque no entiendo nada,mamá.

-No estábamos liados. ¿Quién te ha dicho esto?

-Tu querido Leo. -Contesté en tono burlón.

-No estábamos liados. -Me volvió a repetir.- Leo sentía algo por mi que yo no sentía por él, ¿me comprendes?

-Qué pretendes diciéndome eso, ¿que se lo ha inventado todo?

-Esa es precisamente la respuesta. - Puse los ojos en blanco. - Leo me deseaba tanto que se inventaba fantasías entre nosotros y se las hacía creer a la gente, por eso me ayudó a escapar de la base, porque me quería. Y sospecho que aún sigue así.

Me quedé con la boca abierta. ¿El hombre de los rayos enamorado perdidamente de la mujer correcaminos? En verdad tenía cierto sentido: los rayos son rápidos.
Por alguna extraña razón, la creí.

-No podría engañar a tu padre, no me lo perdonaría. Cuando enfermó, no sabía que hacer, no sabía que pensar. Pero si sabía que tarde o temprano lo perdería, y eso fue lo que me impulsó a no irme de su lado hasta que de verdad desapareciera de mi vida. Lo amaba, y lo sigo amando esté donde esté.- Dijo mi madre con lágrimas en los ojos, lo que me partió el corazón.

Y entonces, estalló en sollozos. Corrí hacia ella y le di un fuerte abrazo.

-Tranquila,mamá. Siento haber dudado de ti. Lo siento.