Iria
Me sentí desfallecer. Mi cabeza no se hacía a la idea de que Leo pasó todos estos meses embarcándonos en una gran mentira. Y jugó bien sus cartas, ya que ni siquiera yo me esperaba que su supuesta ayuda acabara de esa forma. ¿Él fue el que mandó mi captura? ¿Trabaja para Pat? ¿Desde cuándo puso rumbo a su farsa?
Y, como siempre...preguntas sin respuestas.
Preguntas sin respuesta.
Preguntas sin respuesta.
-Iria, tranquilízate. Me haces daño.-Me susurró Sett, visiblemente nervioso por mi reacción.
Bajé la mirada hasta su brazo, donde lo tenía agarrado desde el principio y me dí cuenta de que le pellizcaba con tal fuerza, que se apreciaba el diminuto círculo rojo que ya se había formado alrededor de mis dedos. Agaché la cabeza y le solté el brazo, dejándolos a mis costados, con amargura.
-Lo siento...-Murmuré.
Él esbozó una pequeña sonrisita de comprensión y me atrajo de nuevo hacia sí.
Me fijé en Ben y Gin, que nos miraban pasmados, posiblemente sin entender mi comportamiento al mencionar el nombre de un compañero de su jefe.
-Él fue el que nos trajo aquí.-Aclaré las dudas de mis amigos.
Gin abrió los ojos como platos sin dejar de mirarme. Alargó el brazo y me acarició suavemente la piel, sin pasar por alto que Sett me cubría con sus robustos brazos casi todo el cuerpo. Me quedé estupefacta ante el gesto tan amistoso de mi compañera. Parecía intentar evitar su comportamiento de antes para dar paso al que a ella de verdad le pega, pero supuse que solo lo intentaba hacer con sus amigas, porque cuando Ben se acercó para quitarle la mano de mi brazo diciendo: " déjala, Gin. Necesita su espacio ", se levantó y le asestó una patada en la espinilla, haciendo que el chico aullara de dolor y se tuviera que tapar la boca con ambas manos para que los guardias no le escucharan, hasta podría decir que alguna que otra lágrima de dolor corría por su mejilla. Después, Gin volvió a su posición y siguió acariciándome el brazo.
-Os ha traicionado.-Dijo ella mirándonos a los dos. Y juro que pude ver una chispa de tristeza en sus ojos. Me gustaba la nueva Gin.
-Eso parece...-Murmuré como pude, con la cabeza gacha.
Entonces no pude más. Aquella ira invadía mi cuerpo lentamente, suplicándome que la dejara salir de una vez, que arrasara con todo.
"Se pilla antes una mentira que a un cojo " -Decía papá.
Y esa frase siempre me arrancaba una sonrisa.
Sonreí.Y mi ira fue creciendo más y más, hasta que casi me faltaba la respiración.
"Sueña, cariño. Solo quien sueña aprende a volar" - Decía mamá.
Y yo alzaba las manos al aire,yendo de un lugar a otro, planeando como un avión.Empecé a temblar.
"Siempre sé tu misma, no dejes que nadie te arrebate esa sonrisa tan bonita que tienes"-Decía mi hermano,mi mejor amigo que debería haber sido para toda la vida, que no debería haberse evaporado de repente de mi alcance.
Una pequeña chispa se encendió sobre mis manos,y mi ropa comenzó a arder. Pero no me importaba.
"¡Hey! ¡Tú y yo nos vamos de compras ahora mismo! ¡los tíos buenos están de oferta!- Gritaba Selena, haciéndome rodar sobre el sofá.
Un pensamiento cruzó fugaz por mi mente: ¿y si ahora todos estaban muertos por mi culpa, por haberme conocido? Los habría matado yo. A las personas que más quería, y sigo queriendo.
Empecé a convulsionar entre los hombros de Sett, procurando no hacerle demasiado daño.
-¡¡¡¡NOOOOOOOO!!!!
Grité y grité, hasta que mis pulmones ya no fueron capaces de darme el oxígeno que necesitaba.
Los vigilantes de la sala, que ya se iban, se giraron bruscamente ante mis gritos y avanzaron rápidamente hacia nuestro escondrijo. Y yo me levanté, dispuesta a enzarzarme en una sangrienta pelea.
Sett me agarró por la cintura,intentando que volviera a mi anterior sitio, pero ya era demasiado tarde. Yo ya me encontraba frente al impostor.
Se le veía lustroso,como si lo hubieran ascendido de puesto por haber completado la misión de traicionarnos. Sonrió. El muy imbécil sonrió. Su dentadura parecía ser menos amarilla que antes,pero seguía siendo asquerosa. Él seguía siendo asqueroso.
Avanzó hacia a mí. Mala idea. Muy mala idea...Se detuvo al mirar tras de mí, provocando que yo hiciera lo mismo: Sett,Gin y Ben se alzaban poderosos detrás mía. El que más imponía era Ben, eso estaba claro, pero Sett tampoco se quedaba corto,ya que casi eran de la misma estatura. Gin estaba con los brazos cruzados, muy seria, aunque me sonrió amigablemente cuando nuestras miradas chocaron.
La cara de Leo cambió de repente cuando distinguió la figura de los dos componentes de la base.
-Vosotros...-.Balbuceó.- Sabía que no podía confiar en vosotros.
Gin se adelantó un paso y quedó a la misma altura que yo.
-¿Tienes el valor de decir que somos nosotros los traidores después de lo que me he enterado?
-Es mi trabajo.- Dijo él mirándome,sonriendo maliciosamente.
Fue entonces cuando no pude más,aunque de veras que intenté controlarme, pero toda esa rabia que llevaba acumulada desde hace años...
-¡¡¡¡¡¡TRAIDOR DE MIERDA!!!!!!
Y me abalancé sobre su asqueroso cuerpo.
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¿Esa Soy Yo?
Science FictionElla era una chica normal, incapaz de manejar su furia. La buscan, pero ella se esconde. Le hablan, pero ella calla. La encuentran, pero ella escapa. Él era un chico normal, capaz de enfrentarse a la ira de ella. Lo manejan, pero él corta las cuerd...