PARTE 38

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Iria

Avanzamos cogidos de la mano hacia la salida,sin intercambiar ninguna palabra menos.

Mi mente no hacía más que formar secuencias sobre lo que había sucedido en los últimos meses,narrándolo todo desde el principio.

La entrevista.
Miradas fugaces.
La huida.
Aquella noche.
El beso.
El faro.
La entrada a la base.
La no traición de Sett.
La muerte de Leo.
El encuentro con Selena.
El encuentro con mamá.
La escapada de los componentes de la base.
La carrera a contrareloj.
La explosión.
Mi supuesta muerte.
La congelación del tiempo.
Mi salvación...

Me costaba creer que cuando saliera ahí afuera todo habría acabado.
Aunque en teoría, quería que acabara,pero,por muy complicado que pareciera, hasta lo echaba de menos.

Había salido victoriosa.
Habíamos salido victoriosos.

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Al traspasar el umbral de la puerta, aplausos y vítores invadieron nuestros tímpanos. Parecía ser que el tiempo había vuelto a la normalidad.

Aquella niña,con la que había hablado antes,se acercó lentamente hacia a mí.
Quedó justamente delante de mis ojos,aunque tuve que agacharme ligeramente para que nuestras miradas se conectaran al instante.

-Me alegro de que hayas salido viva de allí.-Me dijo.

Entonces,ella chasqueó los dedos repetidas veces,y el tiempo se detuvo de nuevo.

Abrí los ojos como platos.

¡La niña era la que me había salvado!

Miré a Sett,que se encontraba paralizado como si de una estatua se tratara.
Sonreía y juntaba las manos en modo de aplauso a la vez,empezando a elevar levemente mi mano,en señal de victoria.

Miré a la niña,ella si se movía.

-¿Fuiste tú?-Le pregunté entusiasmada,aunque ya sabía la respuesta. -¿Tú me salvaste?

Ella me volvió a mirar,y asintió varias veces,afirmándome lo que yo ya sabía.
Me sonrió y corrió a abrazarme.

-Eres tú la heroína, pequeña. -Le dije,realmente agradecida por haberme salvado la vida.

-No. Yo solo soy la ayudante de la heroína.

Reí con ella y esta vez fui yo la que la abracé.

-Gracias.-Le susurré. -Por salvarme la vida.

-Nunca des las gracias por provocar algo que te merecías.

Y así, el tiempo volvió a la normalidad.

Sett elevó el brazo donde anteriormente tenía agarrada mi mano y compuso una cara de aturdimiento cuando vio que su mano se encontraba sola,sin la mía entre la suya.

Me reí ante tal cara y volví a su lado,brincando de emoción.

-¡¡¡¿¿¿Cómo demonios a aparecido aquí esa señorita???!!! -Gritó Ben,señalándome con un dedo.

-¡¡¡Lo mismo digo!!!-Coincidió su hermana.-¿¿¡¡Tenías algún otro poder a parte del fuego que no nos habías contado??!!

-No exactamente... -Dije mirando a la niña, que me guiñó un ojo.

-¡¡Pues ya tienes que tener una muy buena explicación!! -Siguió regañándome la peli-verde como si de mi madre se tratara.

Ella corrió en mi dirección y nos fundimos en un abrazo lleno de cariño y respeto.

-Te he echado de menos, morena.
-Oh, ¡vamos! ¡si he estado al menos solo diez minutos ausente!

-Demasiado para mi gusto... -Dijo Selena, que se acercaba rápidamente hacia mi lugar.

Una sensación familiar invadió mi organismo de repente.
Aquella sensación que te hacía ver las cosas de diferente forma cuando estás a su lado.
Esa sensación que te hace revivir el pasado:desde la primera vez que jugamos juntas en un pequeño estanque de arena, maltratando a las barbies.

Esa sensación llamada amistad.

Nuestra amistad.

Y sabía que, pasara lo que pasara, ella iba a estar ahí para mí y yo iba a estar ahí para ella.

Cogí carrerilla y me estampé contra el cuerpo de mi mejor amiga. Por tal repentino impulso, las dos caímos a la hierba.

-¡¡Te quiero, te quiero, te quiero, te quiero!! ¡No te he echado más de menos en mi vida! -Me dijo.

-¡¡Te amo, te amo, te amo, te amo!! ¡No me iré más de tu lado nunca más!

Selena me daba repetidos besos en la mejilla, lo que me hizo reír.
Realmente parecía mi abuela.

Todavía no nos habíamos levantado cuando Sett se arrodilló frente a nosotras con aire protector, tendiendome la mano para ponerme en pie.
Pero, cuando iba a agarrarla, Selena se la arrebató de un manotazo. Y, rugiendo como algo parecido a un tigre medio muerto, le dijo:

-Ahora es mía...

¿Esa Soy Yo?  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora