Una vez que Leo hubiera acabado su trabajo, se reunió con nosotros y aguardó su turno hasta que Sett vino de vuelta para transportarlo a la otra orilla. La primera había sido Selena, que ni se imaginaba que Sett era capaz de hacer eso. Cuando el chico le dijo que se subiera a su espalda, lo miró perpleja y le dijo: ''¿Qué sentido tiene eso?'' Al final se subió, y se aferraba tanto a Sett, que por poco creí que lo había ahogado. Después, cuando él corrió por el agua, se escucharon los gritos de mi amiga. Recordé la primera vez que crucé el mar con él. Yo no estaba tan asustada, aunque tampoco creía que él fuese igual que yo. Pero, claro, no es lo mismo: ella es una chica normal y corriente como todas, en cambio, yo no.
Leo y yo nos quedamos solos.
-Tu madre y yo éramos muy amigos.-Me dijo.
¿Por qué me repetía tanto esa frase?
-También me lo dice ella.-Le contesté.
Se acercó a mi demasiado para mi gusto y me susurró al oído:
-Estuvimos liados.
¿Queeeeeeeeeeeé? Me imaginé a mi madre besándose con aquel tipo, con esos asquerosos dientes amarillos y me dio un escalofrío. <<Mamá, pensaba que sabías elegir... >> ¡Menuda sorpresa! ¡Puaj!
Lo miré con los ojos cómo platos, intentando articular palabra, pero sin resultado. Me salió un chillido agudo y me tapé la boca con ambas manos. En vez de una persona, parecía una ardilla.
-No hace falta que digas nada.-Se rió él.-Fue bueno mientras duró.
<<Dios mío, cállate. Ya me sobra>> Lo único que deseaba era que viniera Sett y se lo llevara de mi lado. <<Sett, ven ya, por dios>> No supe si las habilidades del chico eran leer la mente o controlar el agua, porque justamente cuando pensé en tenerlo a mi lado, ya estaba en él.
-¿Quién es el siguiente?-Preguntó una vez que hubo llegado a orillas del faro.
-¡Leo!-Grité, puede que demasiado ansiosa por que se fuera.
El hombre me miró y levantó las cejas, en modo de sorpresa, aunque su boca no cambió de expresión: línea recta.
-Emm...vale. Voy yo.-Dijo éste.
Sett se agachó para que Leo se subiera a su espalda, y se fue cruzando las olas, pero no sin antes guiñarme un ojo.
El tiempo que estuve esperando la llegada de mi amigo, la pasé pensando en mamá y Leo. Había una cosa que no me cuadraba: Cuando ella conocía a papá...¿Estaba con Leo, o todavía no lo había conocido? Me retorcí ante la idea de que Leo podría haber sido mi padre.
<<Papá, menos mal que apareciste en el momento justo... de no haber sido por ti ahora mismo sería una duende>>
-Servicio a domicilio.-No estuve prestando atención a la llegada de Sett, por lo que cuando me lo encontré a unos pasos de mí, abrí más los ojos y disipé mis pensamientos.
-Eeeh...sí. Ya voy.-Dije.
-¿Te pasa algo?
-Eeeh...no, no...Estoy bien.-Intenté sonreírle.
-Pues...en ese caso...prepárese para una travesía a través del mar, señorita-Se arrodilló delante mía y me indicó su espalda.
Me subí de un salto y dejé que me rodeara los muslos con los brazos, pero me dio la sensación de que subió más arriba..
<<Bah, habrá sido casualidad o lo habrá hecho para mantenerme más segura. No seas tonta, Iria>>
Me estiré para tocar de nuevo la fluidez del agua, pero claro, sin los poderes activados. Volví a sentir la sensación de flotar en él y dejar que la corriente hiciera su trabajo, sería una buena manera de parecer libre, aunque en realidad no lo sea.
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¿Esa Soy Yo?
Science FictionElla era una chica normal, incapaz de manejar su furia. La buscan, pero ella se esconde. Le hablan, pero ella calla. La encuentran, pero ella escapa. Él era un chico normal, capaz de enfrentarse a la ira de ella. Lo manejan, pero él corta las cuerd...