PARTE 22

2K 191 1
                                    

Sett

Me alivió el volver oír aquellas palabras especialmente salidas de sus acaramelados labios. Hacía tanto tiempo que no nos encontrábamos en esta situación, que no dudaría en repetirla dos mil veces más.

Se quedó recostada contra mi pecho como si se fuera a quedar dormida. Yo le acariciaba el pelo una y otra vez, aspiraba su delicioso olor que tanto añoraba. Hasta estando cansada era preciosa: la mirases como la mirases siempre estaba preciosa, y te preguntabas el por qué te había elegido a ti de entre tantos. Y es que, si me eligió a mí, estaba claro que iba a cuidarla, no me hacía falta pensármelo dos veces.

El ruido de un movimiento brusco nos devolvió al presente, y ella se apartó de un salto rápidamente, preparándose para lo peor. Quizás Pat había decidido volver a darnos la lata y fastidiar nuestro momento.

Pero no: cuando miré en la dirección del movimiento, descubrí a Gin y Ben prácticamente de pie. Por fin se habían despertado.

-Por fin despertáis...-Intervino Iria.

Gin abrió los ojos como platos y dirigió una mano hasta su nariz, que estaba cubierta de sangre seca por el puñetazo que le asesté no hace mucho. Sus ojos brillaron de furia y giró la cabeza a un lado y a otro, buscando al agresor, supuestamente para partirle el cuello.

-He sido yo.

Los ojos de ellas se tornaron expectantes, esperando una explicación por mi parte. Después, al ver que no reaccionaba, expresaban furia, y venía directa hacia a mí...

-Eh, quieta.-Saltó Iria poniéndole una mano en el pecho.

-¿¿¿!!!!Quieta???!!!!-Exclamó.-¿¿¿¡¡¡¡Quieres que me quede quieta después de enterarme de que un tío me ha roto la nariz???!!!! ¡¡¡¡¡¡¡¡¡Vale que sea tu novio y que por eso le defiendas, pero yo no me voy a quedar ahí parada cuando ha sido tu NOVIO el que me la ha roto!!!!!!!!

Recalcó la palabra NOVIO alzando las manos delante de los ojos de mi chica, como si estuviera escrita en el aire. Por un momento, me dieron unas ganas urgentes de partirme de la risa, pese a la gravedad de la situación. Si esta chica supiera lo que ha pasado en verdad...

-Te ha salvado.-Insistió iria.

Le compuso una mueca de asco para después apuntarme con el dedo índice.

-¿¿¿¡¡¡¡¡Que me ha salvado???¡¡¡¡ ¡¡¡¡¡Explícame la nueva norma de salvar a alguien metiéndole un puñetazo en la nariz y sentirse inocente de haberla roto!!!!!!

-Gin, cálmate. Era necesario. Habrías muerto.

-JA JA JA JA JA. ¿¿¿No tienes otra excusa??? ¡Porque esa suena ridícula!-Se rió de sus propias palabras.

-Pat se había metido en tu cuerpo y querías matarnos.

Gin dejó de reírse y la miró, suavizando visiblemente sus expresiones: al fin lo había entendido. Arrastró una silla de madera, que se encontraba a su derecha,y se sentó silenciosamente en ella.

-¿Decís que...Pat me ha poseído?-Se pasó las manos por el pelo, nerviosa, y luego nos miró a los dos.-¿Cómo ha sucedido?

-¿Desde dónde te acuerdas?

-Desde que...-Se dio varios toquecitos en la pierna con la palma de la mano.-Desde cuando se abalanzó sobre mí. Desde ese momento no soy capaz de procesar más.

Iria asintió, pensando en lo que pasó a continuación.

-Digamos que...después del incidente de Ben...

-Eh, que estoy aquí.-Dijo Ben con la voz ronca.

Se frotaba la mejilla con una mano, intentando aliviar el dolor del guantazo que le dio Gin para probar si reaccionaba.

-El que faltaba...bienvenido.-Murmuró Gin por lo bajo, no muy animada.

-¡Joder! ¡Cómo pica!-Gritó el recién levantado.-¿Quién demonios me ha hecho esto?

La peli-verde esbozó una sonrisita malévola y alzó el brazo.

-Yo.

-¿Se puede saber por qué?

-Porque me apetecía. Estabas empanado, como siempre...

-Gin, no juegues con él.-Le dijo Iria a punto de reírse. Lo miró.-Pat se metió en tu cuerpo, y como no nos dimos cuenta y no sabíamos que era lo que te pasaba, Gin decidió hacerte reaccionar dándote una guantada, pero seguiste sin reaccionar.

-Como si no hubieran más formas...-Dijo él, molesto. Miró a su compañera y se percató de la sangre de su nariz.-¿Y a ti, qué te ha pasado?

-Lo mismo que a ti, solo que mi parte fue peor: ¡Puñetazo en la napia!-Me lanzó una mirada agresiva.-Pero... gracias por rompérmela por un motivo de vida o muerte, nunca mejor dicho.

Me sorprendió que Gin fuera capaz de decir 'gracias' a una persona, aunque verdaderamente tenía motivos para hacerlo. Su tono no estaba lleno de acusación por ninguna parte, y eso me enorgulleció.

-Un placer, señora.-Dije haciendo una reverencia como si estuviésemos en los años catapúm, cuando se paseaban vestidos con trajes de gala por la calle, cuando celebraban bailes majestuosos en una gran sala... en fin, hace unos cuántos de años.

Puso los ojos en blanco y me sacó burla.

-¿Seguimos aclarando cosas o os apetece seguir chinchandoós entre nosotros como siempre?-Intervino Iria.

-Adelante. Sigue con las aclaraciones,detective.-Le dije.

-Gracias,wattson. -Contestó ella dejando los labios entreabiertos para que su lengua sobresaliera.- Gin, dices que recuerdas desde que Pat se abalanzó sobre ti ¿no?

-Exacto.¿Qué pasó después?

-Ben recuperó su color de piel habitual,pero seguía inconsciente. Cuando se metió dentro de tu cuerpo, te volviste contra nosotros e intentaste matarnos, Sett intentó defenderme de tus ataques y tú lo elevaste por los aires, entonces intervine yo: te agarré por el cuello y estaba segura de estrangularte,pero en ese preciso momento, caí en la cuenta: Pat quería deshacerte de tí y yo pude comunicarme con él. Por último, él desapareció.

Gin necesitó un tiempo para asimilar toda la historia.

-Esto parece una maldita película, en serio...-Dijo al fin.

-¿Me lo dices o me lo cuentas? -Saltó Ben,que se había mantenido callado hasta el momento.

La chica se giró y lo miró. Le lanzó una mirada asesina y elevó su dedo corazón en un corte de mangas. Iria se reía a más no poder ante la escena de los dos adolescentes.

-Te mantienes callado como un estúpido todo el tiempo, y cuando decides hablar la cagas literalmente. -continuó Gin.

Ben la miró, y cuando abrió la boca para volver a pronunciar palabra en su defensa, sin haberlo ensayado siquiera, Iria y yo exclamamos:

-¿¡Me lo dices o me lo cuentas?!

Nos miramos y todos estallamos en carcajadas.Incluso Gin,que había intentado mantenerse seria todo el tiempo.

¿Esa Soy Yo?  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora