El Palacio De Media Noche

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No creí que fuera tan fácil manejar aquel vehículo, pero afortunadamente lo era, tenía unos controles similares a los de un avión en la tierra y solía jugar mucho a simuladores de vuelo porque me gustan y en un momento dado te pueden salvar si vas en un avión y no hay piloto, situación en la que por fortuna nunca me he encontrado. Busqué en la enorme pantalla táctil que tenía por parabrisas el Palacio de la Medianoche y las indicaciones aparecieron en pantalla, aquello estaba chupado. Una vez en vuelo ella seguía hablando por un teléfono con pantalla plana deformable con una persona de aspecto totalmente humano y que gesticulaba mucho a la cámara de su teléfono, desgraciadamente no escuchaba la conversación ya que ella tenía unos auriculares puestos. Entonces trate de recordar qué hora era y cómo estaba estructurado en aquel mundo el sistema horario porque era algo extraño; no tenían sistema sexagesimal y en vez de sesenta segundos ser un minuto, sesenta minutos una hora y 24 horas un día, todo estaba de 100 en cien. Por un lado es más fácil pero para mí aquello me resultaba una locura, aunque sí la comparaba con el calendario, la cosa se ponía peor, no hay 12 mese, vuelven a ser 100 y el año dura en comparación con el de la tierra poco más y eso que esta roca tiene una órbita casi 12 veces la del planeta tierra del que vengo. El sol sale por el este y se pone por el oeste, al menos eso sí es acorde, pero el planeta no tiene inclinación del ángulo de rotación y no hay estaciones, me parece que para ser tan inteligentes, en el se aspecto la han cagado pero bien. Ya que se supone que han modificado la órbita del planeta para que sea como es y los datos que os acabo de dar sean así y no de otra forma, los seres de lugares subdesarrollado se como me llamaban a mí y a vosotros si esta información llega a planetas en los que no hay ingeniería espacial no nos cabe en la cabeza que se pueda coger un mundo entero y modificarlo de esa forma, pero se puede y os contaré cómo cuando tenga relevancia y lo necesitéis para comprender mi punto de vista de La Gran Historia del Universo.
Cuando llegamos al palacio de medianoche era por la tarde y aunque en un reloj de la nave venía la hora, a mí por aquel entonces no me decía nada pues los dígitos me resultaban incoherentes y mi t no los recuerda a pesar de que muchas veces he tratado de recordarlo pues es fue momento importante, el primer palacio al que llegué aún como humano aunque y sin ser del todo humano ni del todo imperial. Pero en ese momento estaba algo más preocupado de comer algo que de la hora que era, no había probado bocado desde que salí de la tierra y no es que fuera precisamente poco tiempo. Por eso aproveche que ella había dejado de hablar para hacerlo yo.
-¿Aquí se podrá comer no? Me muero de hambre, no he ingerido nada desde que salí de casa.
-Espera un poco, aún no estás adaptado a nuestra comida. A medianoche podrás comer, pero no antes. A menos que quieras arriesgar tu vida.
-¿Cómo
-Aquí la comida es Bet, no en A, o sea la glucosa es Beta en vez de alfa y no la vas a poder digerir hasta que no te adaptemos el estómago a ese nuevo orden de reacciones químicas.
-WTF
-Ve acostumbrándote a este tipo de cosas, sé que es raro, pero es lo que hay.
-¿Hasta medianoche?
-Si. En 15 horas.
- ¿15 horas? ¡¡¡¡Puta mierda, me cago en los dioses y en la comida, joder tengo hambre ostia, que coñazo!!!!
-Que excesivo, relájate. Hakuna matata.
-¿Hemos llegado? Porque sólo veo un muro y una puerta cerrada.
-Es la zona exterior, el muro es defensivo y dentro hay una zona abierta también defensiva, después un muro y ya el conjunto de edificios, vamos al vestíbulo este.
-¿Pasamos por arriba?, el ordenador me decía que aterrizara aquí.
-No que nos disparan, acércate a la puerta con el vehículo y se abrirá cuando reconozca que no somos una amenaza.
-Bien, allá vamos-. Dije mientras volvía a hacer despegar aquella nave para acercarme a la inmensa puerta de metal de color negro que estaba rodeada por arriba y los lados del muro más intimidante que había visto jamás. No tenía fin a los lados y subía bastante hacia el cielo, teñido ya de tonalidades naranjas y moradas por la caída del sol y en el que se veían los múltiples satélites que orbitaban al planeta capital o planeta madre, nombre que según la proyección ellos daban a su hogar y que estaba rodeado de los defensores o planetas guardianes que protegían al principal. La puerta comenzó a abrirse y dentro había una estancia cerrada dónde el vehículo fue analizado por un escáner que proyectaba una luz azul, tras ello el suelo se abrió y la nave comenzó a bajar automáticamente y los controles que tenía en mis manos desaparecieron en un abrir y cerrar de ojos. Una vez abajo, se abrió otra puerta y un pasillo del que no se veía el fin se reveló tras ella, la nave aceleró y comenzamos a recorrerlo a más velocidad de la que había creído capaz a ese trasto, según el velocímetro viajábamos a más de cuatrocientos kilómetros por hora, el viaje fue muy corto, menos de 10 minutos después estábamos parados y subiendo al final del túnel de vuelta a la superficie. Salimos del vehículo en una estancia cerrada y éste automáticamente se dirigió a una de las tres paredes y desapareció por una ranura que se abrió en ella y que se cerró después, ella había estado hablando por el "móvil" el resto del viaje,aunque ya sin auriculares, y aquel momento no era una excepción, deje de escuchar sus conversaciones durante un rato pero al llegar a nuestro destino y estando el viaje controlado automáticamente me había vuelto a interesar en ella y más cuando acabamos de dejar el túnel. Sabía que estaba hablando con una especie de ordenador o ser con una voz que me sonaba bastante electrónica, y estaban hablando de algo sobre un juicio, pero no pude concretar mucho ya que a pesar de conocer el idioma en el que hablaban que era inglés, su vocabulario y pronunciación escapaban a mi comprensión. De pie recién bajada del coche y móvil en mano, eso sí sin la pantalla encendida, se dirigió hacia un lateral de la estancia triangular indicándome a mí que la siguiera, y eso hice esperando que no hubiera que andar mucho hasta llegar al lugar de mi viaje. Cuan equivocado estaba, pasamos la puerta de la estancia, después un ascensor que nos llevó hasta una zona del edificio que no tenía para nada pinta de ser el vestíbulo este, sin una sola ventana y ni un sólo adorno recorrimos pasillos que cada vez eran más anchos y a los que llegaban las puertas de ascensores cada vez más grandes, hasta que al final tras varios kilómetros llegamos a una puerta enorme. Estábamos claramente en una zona por la que pasaban aquellos gigantones y en lo alto de la puerta se leía Vestíbulo Este, por fin habíamos llegado. Pero el vestíbulo este no era el final del trayecto, entramos en él y no había nadie en la inmensa sala, fuimos hasta el centro dónde reconocí otra columna como la de la universidad, o sea un interruptor, lo accionó y bajamos y esta vez no le quite los ojos de encima por si volvía a hacerse gigante. ¿Cómo lo haría? En el vídeo no me explicaban algunas cosas y ésa era una de ellas. Pero esta vez no hubo ningún cambio en ella, cuando llegamos abajo seguimos andando un buen rato, no había experimentado nada igual en mi vida, un edificio tan grande sin absolutamente nada en su interior, todo monocromático y austero además de increíblemente aburrido, pero sí para ir al palacio y pasar las pruebas y acabar siendo emperador hay que recorrer uno y trescientos  kilómetros así, que así sea. Llegamos hasta el borde de la estancias a la que hacía rato habíamos bajado y en la pared apareció una señal ➡️ fuimos en ese sentido pegados al borde hasta que llegamos a otra que esta vez estaba en el suelo, en forma de punto que y del que salía una flecha señalando a la pared en perpendicular.  A nuestra altura en la pared 🚇 una señal en movimiento de un tren que venía hacia nosotros, cuando llegó se abrió una ranura en la pared por la que entramos a un andén en el que había un tren a nuestra escala es decir uno de 4 metros de altura por unos 100 de largo y que era magnético pues no tocaba la vía. Se abrieron las puertas y accedimos al tren que se puso en marcha cuando nos sentamos en él, afortunadamente había un servicio y fui a usarlo, salí y ella no estaba. No puede ser verdad que se ha ido, chico me llamó una voz, me di la vuelta y vi que quién me llamaba era un humano como yo, de tez muy pálida y vestido de verde que estaba a unos 6 metros de mí en el fin del vagón atravesando la puerta que separaba ambos y viniendo hacia mí, podría ser el revisor o el conductor, sea como sea estoy solo y no sé qué decir.
-Buenas, ¿quién es usted?
-En realidad este es mi aspecto real, soy la emperatriz pero en su versión masculina, regla 63.
-

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