El viaje fue largo, tardamos algún tiempo en llegar hasta nuestro destino, que no era su planeta sino una puerta de salto. Os explicaré para que lo entendáis, en aquella época la tecnología no había avanzado tanto en materia de viajes espaciales a altas velocidades, para realizar grandes teletransportaciones había un sistema de puertas de salto conectadas entre ellas que acortaban los viajes una vez llegabas a ellas. Durante el camino me explicó cómo había evolucionado el universo, los planetas que había habitados, las relaciones entre ellos y cómo por alguna razón sintió que necesitaba ayuda para poder llevar adelante todas las labores que se esperaba de ella. Era Emperatriz, no os sorprenderá, y lo era por elección de su pueblo algo que por aquel entonces me extrañó y más aún su sistema económico y político pero de eso ya os lo contaré en otro momento. El caso es que estaba sola y tenía muchas obligaciones y deberes, y aún siendo una mujer muy resolutiva y eficaz, cada vez tenía más frentes abiertos y más problemas a los que atender y no podía más. Me explicó que me reclutó en base a una lista de características que eran imprescindibles y desafortunadamente no estaba enamorada de mí aunque yo de ella sí desde que una vez, mucho antes del sueño de la estación, soñé con un mundo parecido al de ella con una mujer parecida a ella y con problemas parecidos a los suyos, yo sabía desde hace mucho que acabaría allí y que debería dar la talla porque era lo que se esperaba de mí y para lo que supuestamente estaba capacitado. Pero aún así tenía dudas y se las planteé todas a ella durante el viaje, comprendí a medida que me iba contestando que podría contar con ella siempre y le hice comprender lo mismo, al final lo único que no conseguí meterme en la cabeza fue su nombre, era un nombre algo extraño y lo digo yo que me llamó Lulaka, pero el suyo se me antojaba impronunciable y cuando me lo escribió ilegible. Como en el espacio no hay días le pregunté cuando acabamos aquella larga conversación cuánto había pasado y cuánto nos quedaba en aquella nave los dos solos.
-Para que quieres saber eso, jajajajajaja.
-En teoría voy a ayudarte, y si vemos que todo funciona me has dicho que me tendré que convertir en Emperador porque es lo que se esperaría de aquel ser que tú trajeras de vuelta a, ¿cómo era? ¿La capital?
-Si Planeta Capital porque tiene la ciudad Capital, en ningún otro sitio están las instituciones o los archivos del Imperio.
-Repíteme otra vez, ¿no comprendo cómo va ser lo de mis poderes?
-Si resultas apto, pasas las pruebas y te acepta el pueblo, podrás ser Emperador, nos casaremos y aunque como te lo estoy contando parece que va a ser muy rápido, calculo que para que estemos en esa situación faltan al menos 100 años. No te preocupes, no son de la misma duración que en el planeta del que vienes, nuestro año es alrededor de 12 veces el vuestro pero la longevidad dejará de ser un problema en cuanto pases las pruebas psicológicas, porque será entonces cuando vivas para siempre. Otra cosa es cuánto tiempo quieras tú que sea ese siempre. Yo voy a apoyarte, ya me caes bien pequeño, y creo que me caerás aún mejor.
-Me estás enviando a la friendzone, sé cómo salir, a partir de ahora llámame Ron vale.
-Aunque también eres un poco insufrible.
-Si he entendido bien, mi personalidad concuerda con la que debe tener el Emperador y todo viene en el lote amiga.
-Ya lo sé-. Me dijo con una sonrisa, después volvió a los mandos de la nave, estábamos llegando a la puerta.
-Ven, mira los mandos te voy a explicar cómo funcionan las puertas intergalácticas, vas a tener que usarlas llegues a Emperador o no si quieres conocer el universo en el que vives. Ya te lo he dicho varias veces has estado viviendo en una pecera y ahora te espera el océano. Ahora empieza lo interesante.
-Efectivamente empieza lo interesante.
ESTÁS LEYENDO
La Verdadera Gran Historia del Universo.
Ficção CientíficaHumanos, este es el libro que sin saberlo estabais esperando. Prestadme atención, no os diré mi nombre ya que nombre no importa, lo que hago sí. Soy el encargado de enviar mensajes entre los planetas habitados del universo. Me dirijo en nombre de l...