¡Nos vamos!

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-Acoplamiento a la estación espacial completado, apagando programa de aproximación y embarque. ¡Date prisa en ir a por las dos por res conejillas de indias de tus experimentos!- Instó el yo literario al médico.
-Siii, que agonía es viajar contigo- le respondió- tú ve preparándote para el viaje.
Salió de la nave y entró en la estación espacial. Se dirigió presto a su destino, al llegar el joven que le había ayudado a dejar allí las cápsulas con las dos jóvenes aún no había llegado y las cápsulas no estaban. Moverlas no estaba contemplado y no sabia dónde podían estar así que espero al chaval al que había dejado encargado ya que debía saber la posición actual de sus dos pacientes al igual que el motivo de su traslado, pero no llegaba, cuando pasaron tres minutos y no hizo acto de presencia se fue hasta la pared de la habitación. La pared que estaba situada justo frente a la entrada tenía un panel y desde allí contactó con el mando de la estación. Para usar aquel aparato debía marcar el número correspondiente a la zona con la que deseara conectar, por lo que llamó al 911 y conecto con la zona encargada de las emergencias de la estación.
-Hola, soy el Emperador y quisiera que emitieran un mensaje de aviso para al ayudante de carga que me acompañó al llegar aquí. Díganle que debe presentarse inmediatamente ante mí y que ya sabe dónde estoy.-Dijo impetuosamente en cuanto la luz verde que indicaba que estaba conectado se encendió.
-Me temo que no es posible, no estoy autorizado a realizar llamadas por la megafonía de la estación y no puedo darle a nadie la orden de que lo haga por mí así que tendrá que contactar con la jefatura superior.- Le respondió la voz
-Pues páseme con alguien qué si lo esté.
-La jefatura superior se conectara si marca en el teclado de su panel el número 666.
-Vale, muchas gracias.- Terminó la conexión y se dispuso a marcar el número que le habían dado, espero hasta que la luz de comunicación se encendiera y cuando lo hizo empezó la conversación.
-Hola, el Emperador al habla, ¿hay alguien encargado de la megafonía de la estación escuchándome?
-Sí, pero no puedo usarla está en reparación y el sistema auxiliar no se puede activar desde aquí, tendrá que llamar a la zona de reparaciones ya que allí tienen el control del sistema de megafonía de emergencia que si funciona.
-¿Y cuál es el número apoqué tengo que marcar para conectarme con ellos?- Preguntó un poco cabreado.
-999 mucha suerte con el mensaje por cierto.
-Vale muchas gracias.- Terminó la conversación y repitió la operación marcando el 999 y cuando volvió a estar conectado dijo.
-Hola, ¿puedo hablar con el encargado del sistema de comunicación de emergencias?
-La encargada más bien, y sí soy yo, ¿quién lo pregunta? ¿Y qué hace llamando desde esa sala, no sabe que sólo el Emperador puede acceder a dónde está usted?
-Si, soy yo, y quiero que transmita un mensaje, por favor apunte y dése prisa.
-Me temo que para usar el sistema de emergencia necesito que se constate que efectivamente hay una emergencia y para ello requiero de una confirmación por parte de la zona de emergencias con la casuística ya que en caso contrario usar el sistema de emergencias incurriría en un delito contra las normas de la estación.
-Me estáis amargando el día joder, ¿cómo hago para que retransmitan un mensaje sin volverme loco?
-Pues, puede usted llamar a la zona de emergencias y pedir que declaren una.
-He llamado allí y su compañero no sabía que el sistema de megafonía ordinario no funcionaba, ¿porqué no ha sido informado?
-Esa tarea no recae sobre mí, intentó ayudarle y decirle lo que puede hacer para obtener el servicio sin quebrantar la normativa.
-Maldita sea, llamare de nuevo conseguiré una causa de emergencia o la crearé.
-Muy bien, hasta entonces adiós.-Dijo y cerró la línea de comunicación.
-¡Soy el Emperador otra vez me escuchan!
-Si, ¿qué desea esta vez?
-¡Saber por qué no estás informado de las reparaciones que se hacen en la estación y también quiero que me digas dónde están mis pacientes!
-Pues no puedo ayudarle en lo segundo, pero para el primer caso debo responder que no se me ha notificado ningún tipo de reparación de ningún equipo en la estación.
-¡Suficiente, vas a hacer lo que yo te diga a partir de ahora. Llama al departamento de megafonía auxiliar para que me dejen hablar si no queréis verme enfadado ostia!
-No se ponga de esa forma, por cierto acaba de llamar un joven diciendo que le lleva esperando un rato con las cápsulas en la nave para que le dé el visto bueno al cuidado de un par de pacientes suyas.
-¿Cuándo te han dicho eso?
-Ahora mismo, justo cuando usted ha llamado acababa de colgar.
-Vale, muchas gracias.
-De nada, si se van de la estación no se olviden de nosotros.
-No, no lo haremos, adiós y hasta la vista.-Cerró el canal de comunicación y volvió a paso rápido pensando en la escena que acababa de montar.
Llegó a la nave y en efecto en la puerta estaba el joven que había metido ya las dos cápsulas en la nave y las había asegurado atándolas a unos arneses en la bodega de carga.
-Ya están dentro, las cápsulas están aseguradas en la bodega, ¿dónde ha estado?
-Buscándote.
-Me informaron de que iban a llegar y moví las cápsulas, tuve que dejar una en esa zona mientras iba a por la segunda y para venir con la segunda pase por el baño, seguramente no nos hemos encontrado por eso.
-Si, seguramente, voy a verlas y te doy mi recomendación firmada para que puedas optar al puesto que deseas.
-Muchas gracias.
-Y por cierto, he vuelto a olvidar tu nombre, pero no me lo digas, voy a averiguarlo y te traeré tu tan deseado papel firmado y con él bien escrito.
-Me parece bien, aquí le espero no quiero entrar en la nave de nuevo, la experiencia me dice que cuanto menos hable con las otras personalidades suyas mejor.
-¿Quién te ha molestado?
-Uno que me ha empezado a hablar en verso, y otro que sabía todo lo que iba a hacer y decir antes de que pudiera hacerlo o decirlo, le pregunté si sabía cómo voy a morir y qué me depara el futuro y... y.... y me dijo que te vería una vez más de lo que te esperas ahora mismo.
-Vale, ahora vengo.-Dijo el yo médico mientras se marchaba cuando constató que todo estaba en orden y que había escrito correctamente su nombre en el papel de recomendación que el chico iba a presentar para cambiar de ocupación  salió.

-Toma, Estudiuviglésiniano tu carta de recomendación.

-Muchas gracias, hasta ahora.

-Supongo que si  la personalidad de las predicciones te ha dicho eso es porque hay algo que se me olvida y a por lo que volveré a menos que me lo digas y si me lo dices puedo además hacer una llamada para presionar y que consigas lo que me pediste casi llorando.

-No, no me ha dicho que es lo que te vas a dejar.

-¿Seguro que no?- Comenzó a verle una sonrisa al muchacho en la cara y supo lo que estaba pasando.

-Vale, muy bien, ¿os estáis riendo de mí verdad?

-Podría decirse que sí, me dijo que no fuera a buscarte cuando entré en la nave y no me dejó avisarte para que no hicieras el tonto llamando una y otra vez a las diferentes zonas. Tiene grabadas las conversaciones creo.

-Adiós chaval.-Se despidió y se dirigió hacia el puente de mando cuando recordó que en efecto se había dejado una cosa. Volvió a la estación y por fortuna el chico no se había ido sino que estaba allí esperándole con una sonrisa aún mayor mientras le tendía las llaves de apertura de las dos cápsulas que la personalidad le había encargado guardar.

-Te lo estarás pasando pipa, ¿no?

-Bueno, hacerte andar y molestarte un poco me parece justo después de todo el trabajo que me has hecho hacer las dos últimas semanas. Ahora sí puedes irte en paz y muchas gracias por la ayuda.

-Adiós cachorro.- Subió de nuevo a la nave y se fue hasta el puente de mando dónde las otras dos personalidades le esperaban riendo.

-Sois unos cabrones.

-Venga, esa escena que has montado a lo "Vuelva usted mañana" ha estado bien, no solemos tener la oportunidad de hacerte bromas, siempre estás encerrado en tus laboratorios. 

-¡¿Vamos a irnos si o no?!

-Caballeros, cerrando puertas, y poniendo rumbo al planeta de las carreras. Duración estimada del viaje una hora once minutos.-Mientras deba ese pequeño discurso la nave se separó de la estación espacial.

-¡Nos vamos!- Justo cuando terminaba de pronunciar la frase la nave aceleraba a máxima velocidad y se ponía en marcha el gran viaje.

La Verdadera Gran Historia del Universo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora