Despegué del hangar, y la nave comenzó a cambiar, en la pantalla apareció un mensaje que me decía que la nave mantenía forma de huevo sólo en el hangar para ahorrar espacio y ser fácilmente transportada rodando si era necesario, pero que cambiaría de forma una vez saliera, y que podía escoger la forma, pulsé el botón táctil de la opción que más chula me parecía y la salida se situaba en el techo, sobre la nave y cuando se abrió pude observar un cielo bastante estrellado, en el que se veían los planetas que orbitaban alrededor del central, y las luces de sus ciudades, era una estampa muy bonita. En el horizonte aún no se distinguía el sol, pero si se atisbaba algo de tenue claridad, era un momento perfecto para volar, pues cuando subiera, abajo seguiría siendo de noche y podría ver la línea de luz avanzar sobre la superficie a medida que el planeta realiza su rotación. No obstante me quedaba un buen viaje y tendría que ser yo quién por primera vez hiciera bien los cálculos con ayuda de los ordenadores de abordo para llegar al destino.
Ir al espacio es ahora mucho más fácil que en la época de mi primer viaje, ya casi todo es automático, pero antes tenías que calcular tú mismo las aceleraciones, las cantidades de combustible, que no son las hidracinas de la tierra y el tetróxido de dinitrógeno, que son los combustibles de la tierra, pero plantean un problema. Cuanto más largo el viaje, más combustible se necesita, y cuanto más combustible, más masa hay que mover, lo que necesita otra vez más combustible, lo que vuelve a aumentar la masa y se crea una pescadilla que se muerde la cola. Así que crearon una nueva generación de combustibles, menos pesados, más energéticos y de menor masa, usaron la energía nuclear y las fuerzas electromagnéticas, no os explico el proceso porque aún a día de hoy me resulta fastidioso y no lo hago porque las computadoras lo hacen por mí, pero ese día, estuve a punto de volver por culpa de las malditas cuentas y me gustan las matemáticas, pero aquello se pasaba de castaño oscuro. La nave usó porque así estaba en su protocolo automático la forma más aerodinámica para tener menos fricción con la atmósfera y debido a que estaba hecha de metales maleables se transformó en esto.
Para salir de un planeta, hay que salir del campo gravitatorio, y de la atmósfera lo cuál es sencillo, pero para ahorrar combustible, hay que llevar la nave a la zona con más excentricidad del planeta, os explico este concepto en un segundo: Si despegas desde los polos en un planta como la tierra, usarás más combustible porque estás bastante "quietos" en lo que a rotación se refiere además de que el planeta está achatado por los polos y estás más cerca del centro y por tanto hay más fuerza de gravedad, pero si te vas al ecuador, la velocidad de rotación de la tierra te da un "impulso" que te ayuda a gastar menos combustible, por contrapartida en el ecuador hace más calor lo que hace que la atmósfera llegue a más atura, y el rozamiento que esta produce dure más que en los polos donde con menos kilómetros de altura sales de la burbuja de gas envolvente del planeta. Esto sumado a la proyección de fuerzas da como resultado un bonito rompecabezas, la proyección de fuerzas consiste en la búsqueda y utilización de fuerzas que te ayuden en tu ascenso, y diréis, ¿qué fuerza supera la de la gravedad del planeta en el que estás, si estás allí precisamente porque esa es la mayor? Y yo contestaré, ninguna supera la de ese planeta en ese sitio en el que estás pero pueden ayudarte las fuerzas de gravedad de la luna y el sol e incluso júpiter en el caso de la tierra y para mí en aquel momento me servía la de el mayor de los planetas que orbitaban la capital, se llamaba Espacis, y con él y mi combustible llegué a la exosfera (capa externa de la atmósfera de un planeta o de un cuerpo celeste), donde se acababa la atmósfera, aunque aún seguía dentro de la magnetosfera, la capa magnética que al igual que en la tierra protegía la superficie de las radiaciones cósmicas que acabarían con la vida si no estaba adaptada en unos pocos minutos. En ese cúmulo de planetas, todos tenían campos magnéticos y los imperiales habían conseguido con su tecnología sumarlos y ponerlos a trabajar juntos, gracias a su conocimiento de las fuerzas magnéticas (que en la tierra las hay) y gracias a su capacidad para influir en la dinámica interna de los planetas (en la tierra no la hay), de forma que creaban una enorme burbuja de protección de las radiaciones que permitía a muchas naves que no tenían escudos contra radiaciones viajar entre los planetas sin necesidad de ponerlos, y a mí me ahorraban tener que encenderlos antes de tiempo lo que es una ventaja teniendo en cuenta que gastan bastante energía pues el viento solar y el resto de radiaciones cósmicas están repelidas a una distancia de casi 300.000 kilómetros y eso es una muestra de lo avanzado de su ingeniería y la capacidad de superación que tenían y que en la tierra apenas soñaban.
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La Verdadera Gran Historia del Universo.
Bilim KurguHumanos, este es el libro que sin saberlo estabais esperando. Prestadme atención, no os diré mi nombre ya que nombre no importa, lo que hago sí. Soy el encargado de enviar mensajes entre los planetas habitados del universo. Me dirijo en nombre de l...