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-Te amo tanto que me siento explotar...- dice Tj a Ryo- Así... Pushhhshs- Infla sus cachetes y hace un sonido raro, como el se una explosión mientras que con sus manos hace movimientos exagerados. El pelinegro lo ve atentamente mientras se sonroja, bufa y pone los ojos en blanco, detesta sonrojarse.

Ya hace una semana de lo de Diana, Tj se ha recuperado más rápido de lo esperado, eso se lo debemos a su parte vampiro. En cuanto a Daina, desapareció. Tj cree que Dam la hizo desaparecer con su rayo y no se qué otras cosas, y por otro lado -El más creíble- Ryo dice que escapó.

-Awww- Tj puso las palmas de sus manos en cada mejilla de su cara- Te sonrojaste, que lindo- arrugo la nariz mientras que su rostro era decorado con una pequeña sonrisa.

Estabamos nuevamente en la cafetería, Dam estaba a mi lado y Tj y Ryo al frente de nosotros. Sonreí levemente al ver a mis amigos, al rededor se podían oír las diversas conversaciones de los estudiantes, risas y... ¿Un gran estruendo?

Toda la cafetería voltea hacía la puerta de ésta, la cual había producido tal estruendo. En la entrada se hallaba una chica de cabello castaño, bajita, su cara no tenía expresión alguna, sus ojos grises observaban todo y a todos con indiferencia y frialdad, su ropa negra la hacía deferente a todas las chicas que he visto en mi vida.

-Wow, es como ver un Jack en versión mujer- comenta un asombrado Dam.

-Cállate- espeté.

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LO SIENTO LA TARDANZA, EN SERIO HE ESTADO DEMASIADO OCUPADA, DEMASIADAS TAREAS, PRESENTACIONES, EN FIN.

AQUÍ LES TRAIGO UN PEQUEÑO CAPÍTULO, ESPERO QUE LES GUSTE.

BYE :)

El Castigo De La LUNADonde viven las historias. Descúbrelo ahora