EMMA
Mis manos era lo que más llamaba mi atención al momento de caminar por los pasillos de la escuela gris. He pensado las cosas, he analizado su comportamiento, mi comportamiento pero no encuentro la razón por la cual actúa de esa forma. Extraño que me abracé, que me ame, que me llame por las noches para saber cómo estoy y desearme las buenas noches, que coma de mi plato, escuchar sus pésimas bromas, lo extraño a él.
Estaba sumergida en mis pensamientos que no me di cuenta que mi cuerpo había chocado contra un pecho firme y duro. Su olor, mi olor favorito en todo el mundo, es él. Alzo mi vista hacia sus ojos para encontrarme con algo inesperado.
Sus ojos, el color de ellos, la calidez, el brillo que los caracterizaban ahora ya no están. Lo único que veo son unos ojos grises con una pequeña pizca de morado en ellos, una mirada burlona carente de brillo, me mira como si fuera una de los espectáculos más divertidos que haya visto en su vida.
-Quítate de mi camino, chica rara- me dijo bruscamente, me quité inmediatamente de su vista, me puse contra los casilleros y mientras lo veía seguir su camino.
RYO
¿Porqué se comporta así? ¿Y no me ama? ¿Se cansó de mí?
Camino sin destino fijo, el bosque está más lindo que nunca. Falté a clases, hoy miércoles me tocaba entregar un trabajo importante, pero realmente no me agradaría encontrarme con Tj. Después de despertar su carácter se tornó hostil y maleducado. Me ignora y me mira con asco y repulsión, ya no aguanto.
Pasos débiles y pequeños sollozos llaman mi atención, elimino cualquier pensamiento de mi mente y limpio mis lágrimas.
-¿Hola?- pregunto en dirección a los sonidos.
-¿Hola?- un pequeño mormullo, una dulce voz hace que camine de entre los árboles, y ahí, apoyada en un tronco se haya una chica de pequeña estatura, envuelta en un vestido verde oscuro, piel pálida y mirada débil. Corrí hacia ella, ésta me miró y sonrió débilmente- Hola.
NATHANIEL
-¡Ven ahora mismo!- grité furioso.
El chico de pelo morado se acerca lentamente a mí, mira el suelo y junta sus manos.
-Señor- su voz insegura y débil llena mis oídos.
-Vas a traerme a a hora del anochecer cinco hombres lobos, fuertes y audaces. Y si son híbridos, mucho mejor- le dije con voz fuerte y demandante.
-Si, señor- dijo antes de salir rápidamente de la pequeña cabaña, la cual encontré hace unos días. Estoy demorándome mucho en formar mi ejercito y eso es malo.
Miré mi mano izquierda, alzándola hasta que estuvo frente a mi rostro, humo negro sale de ella, muevo mis dedos y humo se filtra a través de ellos.
Una sonrisa de lado se filtra en mi rostro, mis pies me llevan a la salida y caminan hacia la casa amarilla de ventanas azules, la casa de Jack.
Abro la puerta y me adentro a la pequeña casa, la vieja obesa esta en la cocina con un ridículo delantal de corazones, la ignoré y subí las escaleras para después ingresar al cuarto.
Retiro la camisa verde de mi cuerpo y me tiro en la cama de un salto quedándome boca abajo.
OMNISCIENTE
Tener dominado un cuerpo por tanto tiempo es una tarea realmente difícil, a pesar del poder de Nathaniel, éste se encontraba viviendo la vida que Jack debería tener. Acostado en la cama con un cuerpo ajeno, Nathaniel se queda mirando fijamente un pequeño punto en la pared, un pequeño agujero, con el ceño estrecho el chico se acerca a la pequeña deformidad de la pared, con una mano intenta romper un poco más la abertura.
Cuando lo consigue, de ella saca una pequeña piedra de color verde, la piedra brilla en su mano y por un sólo segundo sus ojos se tornaron grises, pero rápidamente volvieron a ser morados. Jack intentaba volver.
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El Castigo De La LUNA
WerewolfÉl está dispuesto a vengarse de la Luna ¿Lo conseguirá?