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-Ni te atrevas Dam- le advertí al chico de ojos verdes a través del Link mental.

En ese momento Dam es empujado lejos de mi mate, pero no fui yo el que lo empujo. Un chico de estatura pequeña, rubio y con unos ojos color miel aparece al lado de la chica de pelo castaño. Mi ceño se frunció y solté un casi inaudible gruñido.

-A metros cariño, a metros- con su mano haciendo un movimiento extraño el rubio le hace entender a Dam que se alejara.

La actitud extraña y exagerada de aquel rubio hizo que Dam riera a carcajadas.

-Me caes bien rubio- dijo entre risas, mientras yo seguía mirando a la chica frente a mí.

¿Porqué no actúo ya y la reclamo como mía?

A veces en realidad no logro entenderme.

-¡Connor!- la castaña y el rubio se sonríen y se abrazan con entusiasmo, saltan como retrasados y se ríen con focas con daño de estómago.

-¡Ya déjala!- mi grito resuena por todo el pasillo, los estudiantes que pasaban cerca de nosotros quedaron paralizados. Estoy casi seguro que mis ojos ahora son grises plata, todo mi cuerpo está tenso y mis puños están apretados fuertemente.

Me acerco a ellos y rápidamente cojo a mi mate, la acerco a mí y la apreto contra mi pecho en un gran abrazo.

El rubio levanta ambas manos mientras ríe levemente.

-Tranquilo viejo, yo ya estoy enamorado- saca de su bolso una tarro grande de Nutella y le da un beso- De esta jodida belleza.

Veo de reojo a Dam, el cual tiene los ojos abiertos y el cuerpo tenso.

-¡Aleja esa asquerosa cosa de mí!- grita mientras que con su mano apunta al tarro de Nutella que estaba en la mano de Connor. De los dedos de Dam sale una especie de rayo, éste impacta contra la Nutella haciedo que se haga cenozas. El rubio está impactado, anonadado, estupefacto.

-Mi Nutella, mi pobre Nutella. ¡Era tan joven!- se arrodilla al lado de la montaña de cenizas- ¿¡Porqué!?- grita mirando el techo y con sus manos extendidas hacia arriba.

El Castigo De La LUNADonde viven las historias. Descúbrelo ahora