-Ana, no creo que....-comenzó a decir Christian, pero ella le interrumpió.
-Por favor...¿No decías que querías mimarme?-dijo poniendo cara de niña buena y voz melosa- Vengaaaa, di que sí.
-Está bien-Christian suspiró- Pero ve despacio. En cuanto Ana arrancó la moto, con Christian pegado a su espalda, éste supo que aquello no iba a ser un tranquilo paseo y se arrepintió de haberla dejado conducir. Ella aceleró para echar a andar y cuando habían recorrido unos metros, dio gas haciendo que la moto saliera disparada hacia delante y comenzara a "volar" por la carretera. Christian maldijo para sus adentros. Ana era peligrosa con la moto, parecía no tener miedo a lo que les pudiera ocurrir.
Forzaba la moto al límite. Varias veces le apretó la cintura para hacerla entender que bajase la velocidad, pero ella le ignoró. Tomaba las curvas de tal manera que, en alguna ocasión, creyó que acabarían con sus cuerpos en el asfalto y cuando pasó entre dos coches, que les pitaron y les lanzaron improperios, supo que había llegado el momento de que Ana dejase la moto. Le hizo señas para que ella parase y cuando llegaron a una gasolinera y se detuvieron, Christian comenzó a gritar histérico:
-¡Estás loca! ¿Cómo puedes conducir así? ¿Es que quieres matarte?
-Christian, tranquilo...-decía Ana sonriendo.
-¿Tranquilo? ¿Tranquilo? No quiero que vuelvas a coger una puta moto en tu vida, ¿me oyes? ¡En tu vida! ¡Eres un peligro! ¡Y no sólo para ti misma, también para el resto de conductores!
-Christian, no me grites. Y tranquilízate. Estás dando un espectáculo.
Nos mira todo el mundo.-le contestó Ana apretando los dientes para controlar el enfado que crecía en su interior.
-No vas a volver a montar en una moto en lo que te queda de vida, ¿entendido?-le advirtió él bajando el tono de voz.
-¡Ja! ¡Qué te lo has creído tú! Ni que fueras mi padre. -le dijo Ana con desdén.
-Soy tu novio y tengo derecho a...
-¿A qué? -empezó a decir Ana cada vez más enfadada-¿A prohibirme cosas? Mira idiota, todavía no ha nacido el hombre que me prohíba a mí hacer lo que me dé la gana, ¿te enteras?
-Pero Ana, ¿no te das cuenta de que te lo digo por tu bien? ¿Porque no quiero que te suceda nada malo?
-Llevo más de la mitad de mi vida subida a una moto y nunca me ha pasado nada. ¡Nada!-dijo Ana riéndose- He tenido algunas caídas, pero han sido simples rasguños, no.....
-¿Simples rasguños? Ana, a la velocidad que ibas hoy, podíamos habernos matado los dos.-le contestó Christian intentando que ella comprendiese.
-Tranquilo guapetón. Conozco los peligros.-dijo ella con suficiencia.
-No, yo creo que no. ¿Pero cómo puedes ser tan obtusa? Sí los conocieras realmente, no irías como una loca con la moto.
-¿Cómo me has llamado, idiota?-preguntó Ana encendida.
-Ya empezamos con los insultos-masculló Christian.
-Eres una nenaza -continuó Ana- Lo que te pasa es que estás cagado de miedo. Pero tranquiiiiiilo, tú querida moto no la volveré a coger. Ya tengo la mía.
-¿Sí? Pues dime qué flores quieres que te mande al cementerio.-se burló Christian-¿Y qué deberemos poner en tú lápida? "Aquí yace Ana Steele, un peligro menos en la carretera."¿Te parece bien?
-Imbécil...-le contestó Ana con desprecio.
-Sube a la moto -le dijo Christian enfadado- Nos vamos a casa.
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Entre Mis Brazos ( Christian - Ana)
FanfictionSinopsis. Christian Grey es un guapo veienteañero que lo tiene todo. Una familia rica, un negocio en auge y cientos de chicas a sus pies, pero cansado de que las féminas se tiren a su cuello en cuanto oyen su nombre, cuando conoce a la atractiva Ana...