CAPITULO 31

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-¡Dios, que ganas de matar a alguien tengooooo!-dijo Ana nada más salir del aseo.

-No te preocupes, hermanita, ahora mismito llamo a la Bruja para que la ponga dos velas negrassss.

-Menuda subnormal. Espero que no haya mucha gente como ella y Grace en este ambiente porque si no, no voy a encajar en la vida.

-No me extraña que nuestros chicos estén tan enamorados de nosotras, con semejantes brujas a su alrededor.- comentó Kate.

Volvieron a reunirse con el grupo formado por Martín y su familia. No se veía a Christian por ninguna parte. Ana pensó llamarle al móvil, pero sabiendo que estaba hablando con su madre de algo importante para su relación, prefirió no interrumpir.

Mientras, Christian seguía discutiendo con Grace en el jardín de la casa de los señores Miuller, donde tenía lugar la cena benéfica.

-¿Cómo se te ocurre presentarte aquí con esa chica, Christian? ¡Nos estás avergonzando, hijo!- le decía su madre.

-He venido con ella porque es la mujer a la que amo y no me importa si a ti te parece bien o no. Soy yo quien vive con ella y seguiré haciéndolo. Ya soy mayor para tomar mis propias decisiones. Te dije una vez que no te metieras en mi vida privada, así que no se te ocurra volver a hacerlo, ¿me oyes?-le contestó Christian cargado de rabia.

-Pero hijo, yo solo quiero lo mejor para ti. Y esa chica no te conviene. Tarde o temprano te darás cuenta de que ella...

-Ella es lo mejor que me ha pasado en la vida, ¿entiendes?-la interrumpió- Es una chica extraordinaria y me hace feliz. ¡Feliz! Así que no vuelvas a humillarla como has hecho esta noche intentando comprarla con tu asqueroso dinero. Ana no está en venta.

-Si sigues con ella, no verás ni un centavo por mi parte, así que vete olvidando de toda la fortuna acumulada durante todos estos años por nuestros antepasados. -le amenazó su madre.

-¡No puedo creer lo que acabas de decir! ¿También intentas comprarme a mí, a tu propio hijo? Pues por mí te puedes quedar con todo el dinero. No lo quiero y no lo necesito. Mis negocios me reportan suficientes beneficios para continuar con mi estilo de vida y darle a Ana lo mejor. Me has decepcionado, mamá. Nunca esperé esto de ti. Christian se dio la vuelta para irse pero Grace le agarró del brazo.

Ella siempre tenía que decir la última palabra.

-Algún día lamentarás la decisión que estás tomando y cuando eso ocurra, no vengas a buscarme. Si continuas con esa chica, olvídate de que perteneces a la familia Grey.

Christian se zafó de su agarre y sin decir nada más entró de nuevo en el salón buscando a Ana. Cuando la localizó, se dirigió hacia ella con paso firme y al llegar a su lado, la cogió de la nuca y atrayéndola hacia él, la besó con pasión. Quería que todos viesen y les quedase claro quién era la mujer que había elegido para compartir su vida. Rodeó su cintura con el brazo libre y la pegó a su cuerpo sintiendo el martilleo de su corazón latiendo al mismo ritmo que el de ella.

-Vaya....Menudo beso...-murmuró Ana contra sus labios.-¿Eso quiere decir que todo ha ido bien con tu madre?

-No. Ha sido fatal. Me ha amenazado con desheredarme y además dice que me olvide de mi familia, que ya no pertenezco a ella. Pero no me importa. Lo único que quiero en esta vida eres tú y si por estar contigo tengo que renunciar a la fortuna de los Grey , lo haré. Nada ni nadie podrá separarme de ti, Ana.

-Pero Christian, eso es terrible. No lo digo por el dinero, sino por tu familia. No puedes estar enfadado con tu madre el resto de tu vida. Tienes que hacer algo para solucionarlo.-le dijo Ana angustiada.

Entre Mis Brazos ( Christian - Ana)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora