EPILOGO

9.7K 552 67
                                    


Tres años después......

-¡Papi, papi! -gritó la pequeña Phoebe corriendo como loca por el pasillo del lujoso ático al ver que su padre llegaba a casa.

Christian se agachó para recibir entre sus brazos al torbellino de rizos castaños que, junto con su mujer Ana, era lo que más quería en la vida.

-¡Mi princesa!-le dijo al tiempo que la niña le llenaba de besos. Ana se levantó del suelo donde había estado jugando con su hija hasta hacía unos segundos y se acercó a su marido para recibirle con un beso en los labios.

-¿Qué tal están tus padres, cariño?-le preguntó a su esposo.

-Muy bien. Deseando que llegue el domingo y vayamos a comer a su casa para disfrutar de este diablillo. -le contestó señalando a la pequeña que se aferraba a su cuello-Y mis dos amores ¿cómo han pasado el día?

-Hemos estado con Martín y mi hermana. ¡Uf! No te puedes imaginar lo tremenda que está. Va a reventar cualquier día. -le contó Ana divertida.

-Cielo, está embarazada de gemelos. Es normal que esté así de gordita.

-Ya... pero yo no engordé tanto con Phoebe.

- Tú sólo tenías un bebé en la pancita y además, yo te cuidé muy bien.-dijo Christian ronroneando y agarrándola por la cintura la besó de nuevo.

-Bueno....pues tendrás que volver a hacerlo, porque...-hizo una pausa y él la miró expectante- estoy embarazada otra vez.-le confesó con una gran sonrisa.

Christian abrió tanto la boca por la sorpresa que casi se le encaja la mandíbula. Soltó una sonora carcajada y dejando a la pequeña Pheobe en el suelo, estrechó con fuerza a Ana contra su pecho y le preguntó lleno de felicidad:

-¿Cuándo nacerá?

-Para nuestro aniversario de boda. -le contestó ella ensanchando aún más su sonrisa.

-Es el mejor regalo que podías hacerme, cielo. Otro hijo.- respondió él con la alegría inundándole el corazón.

-Bueno, dijiste que había que llenar de niños la casa, así que por mí que no quede.

Una vez que Christian habia acostado a su pequeña princesa, se dirigió a su habitación y se quedó paralizado al ver a Ana sobre la cama, completamente desnuda. Siempre le impactaba ver el maravilloso cuerpo de su mujer. Lo adoraba. Ella abrió un poco las piernas mostrándole su depilado sexo y el tatuaje con la cadena y el candado con el nombre de Christian en su interior, y con un gesto de la mano, le indicó que se acercase.

Al hacerlo, Ana abrió más las piernas para quedar totalmente expuesta ante su marido y Christian le pasó un dedo por su caliente hendidura y comprobó lo mojada que estaba. Ella gimió de placer por su contacto.

-Quítate la ropa-le pidió Ana en un susurro. Christian se despojó de sus pantalones y su camisa azul en un abrir y cerrar de ojos mientras Ana le devoraba con la mirada, pero cuando fue a tumbarse al lado de su mujer, ella le detuvo. Cogió un mando a distancia y la música de Bryan Adams, su canción, bajita para no despertar a la pequeña, inundó la habitación. Dejó el mando a un lado y sonriéndole pícaramente a su marido, ronroneó:

-Hazme tuya.

Se cernió sobre ella y comenzó a hacerle el amor lentamente, saboreando cada parte de su cuerpo, disfrutándolo al máximo y repitiendo en su oído:

-Todo lo que hago, lo hago por ti. Para tenerte siempre así. Entre mis brazos.


FIN

Entre Mis Brazos ( Christian - Ana)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora