Capítulo 15.

926 35 8
                                    

Decido no verlas, me da miedo lo que puedan pensar de mi y llamo a David.

-David, me han subido muchísimo los seguidores y tengo muchas menciones.

-¿Y eso es malo?

-No lo sé, tengo miedo de leerlas porque la mayoría son de auryners.

-¿Tienes miedo? - dice burlándose de mi.

-¡Imbécil! ¡Que lo estoy pasando mal, joder!

-Espera que entro en mi twitter a ver si me entero de algo.

Espero un rato y al final me dice.

-Han subido una foto de nosotros hoy en el Retiro.

-¡¿QUÉ?! - digo alterandome - ¿y por qué se supone que estás tranquilo?

-¿Por qué estas tu tan alterada?

-¡PERO TÚ ESTÁS MAL! Joder ¿es que no viste lo que le pasó a Selena Gomez cuando estaba con Justin Bieber? Y eso que ella era famosa.

Se empieza a reír.

-¿Estas de verdad comparándote con Selena Gómez y a mi con Justin Bieber?

-¡No es el único caso joder! ¿Y Harry Styles con Taylor Swift?

Se vuelve a reír.

-¿Y cuándo Kristen Stewart le puso los cuernos a Robert Pattinson?

Llega un momento en el que no se oye nada, solo risas.

-¡DAVID! ¡JODER, QUE ESTOY ESTRESADA! ¡ME CONOZCO MÁS CASOS!

-Vicky, ¿que ha pasado?

Es Álvaro.

-¿Dónde está David? - digo, todavía alterada.

-Está en el suelo riéndose.

-¡Cabrón! ¡Dile que se ponga por favor!

Le vuelve a pasar el móvil.

-¡No te rías de mis males, capullo!

-Ha sido gracioso. No te alteres. Son muy respetuosas. Y si no lo son, pues pasa de ellas y ya está. Tampoco es para tanto.

-¡DAVID QUE TE DEJO QUE ESTOY LOQUÍSIMA DE LA CABEZA!

Se vuelve a reir.

-No hay huevos a dejarme.

-¡CLARO QUE HAY HUEVOS! ¡TE DEJO ESTÚPIDO MUNDANO!

Y le cuelgo. Me tumbo en la cama y me pongo las manos en la cara. Después cojo el móvil y entro al twitter. David ha puesto lo siguiente.

"La chica de la foto solo es una buena amiga. Pd: ¿alguien sabe lo que es un mundano?"

Al poco me vuelve a llamar.

-¿Qué quieres hijo de Snow?

-¿Quién es Snow?

-Una persona genial, ¿te apetece comer bayas? Están muy buenas.

-Eres una friki.

-Una friki que no quiere que las fans de su chico la maten.

-¿Has dicho que soy tu chico?

-No he dicho eso.

-Sí que lo has dicho, friki.

-Tírate al abismo, aborto de muto.

Y le vuelvo a colgar. Soy to' malota, lo sé. Noa aparece en mi puerta.

-Ya he terminado con tu madre, ¿te peino ya?

-Vale, pero ¿cómo hago para que no se me moje la camiseta?

-No te preocupes, te pongo una toalla.

Me quito la camisa y me pongo la camiseta y la falda. Vamos al salón y me quita la toalla y me pone una seca en los hombros. Me desenreda con cuidado y veo pasar a mi madre. Me quedo alucinada con lo que le ha hecho Noa. Le ha recogido todo el pelo en un moño al lado, pero no sé como lo ha hecho que entre medias se ve una tira como de perlas blancas.

-Guau mamá. Estás preciosa.

-Ahora no lo estropees maquillándola eh – me dice Noa, la lanzo una mirada asesina.

-No te pases ni un pelo, rubia.

Se ríe y me sigue desenredando. Cuando acaba me empieza a secar el pelo con el secador y le da forma con un peine. Me pone una cinta del mismo tono que mi camiseta. El resultado es increíble, tengo todo el pelo suelto con grandes ondulaciones y la cinta se me ve a veces y otras no en medio del pelo.

-¿Y tengo que ir con estos pivones por la calle? - dice mi hermano acercándose.

-¡Claro! - contestamos a unísono las tres.

-Bueno chicas me voy, que tengo cosas que hacer.

Nos da dos besos a cada uno y se va. Empiezo a maquillar a mi madre. Le echo la base y le hago las correcciones que creo oportunas. Después, le pinto los ojos un ahumado en tonos grises, le intensifica muchísimo la mirada, y los labios se los pinto de un color fuerte rojo. Yo me pinto con sombra clara rosa brillante y los labios con gloss. No quiero destacar mucho. Hoy la protagonista es mi madre. La miro. Sencillamente está radiante.

Nos montamos en el coche y conduce mi madre. Tardamos bastante en llegar, por lo visto vive en la zona norte de Madrid. Llegamos a su casa y me quedo sin palabras: es espectacular. Es enorme, como cinco veces nuestra casa y eso que la nuestra es grande. Llamamos al timbre y nos recibe un pastor alemán enorme y guapísimo. Le acaricio la cabeza. Y después le veo. El novio de mi madre. Y me quedo sin habla. Es tan... No creo que haya palabras para describirlo. Es alto y fuerte, rubio y cuando me acerco más a él veo que tiene los ojos azules. Cuando le veo solo pienso una cosa: es el típico Ken. Y resulta que tiene un hijo que tiene 16 años y es casi más guapo que él. Igual de alto, pero más fuerte, con el pelo moreno y los ojos verdes. Y la niña pequeña, de 5 años, igual de muñeca que su padre y su hermano. Parece que han sido mutilados genéticamente para ser todos igual de perfectos. Vicky, para. Tienes que dejar de leer, enserio.

Entramos en la casa y todo el ambiente es tan.. ¿pijo? Creo que esa es la palabra. Comemos tranquilamente, no se muy bien lo que nos ponen, pero el caso es que está bueno. Resulta que el novio de mi madre se llama Ignacio y yo me pregunto.. ¿Qué clase de persona que se llama Ignacio no quieren que le llamen Nacho? Pues no, resulta que quieren que le llamen Ignacio. El hijo se llama Borja y, claro, yo no puedo evitar pensar que es el típico nombre que se les ponen a los niños pijos, y la niña se llama Cayetana y mi mente, que es muy perversa, salta en medio de la cena.

-¡Coño, como la duquesa de Alba!

A mi hermano le entra un ataque de risa que me contagia a mi.

-Perdón... Es que me ha salido del alma.

Mi hermano y yo no podemos parar de reír y mi madre se pone colorada porque nos entra la "risa porcina" como la llamamos nosotros y es que, mientras nos reímos, soltamos ruidos de cerdos. Al final mi madre no puede resistir y se une a nosotros. Ellos no entienden nada. Decido ir al baño y beber un poco de agua. Cuando llego la cena vuelve a ser tranquila o al menos eso parece, porque cada vez que el niño habla yo me acuerdo de Rosa Ruano (la de los protegidos) por el tema de que su hijo también se llama Borja. Terminamos la cena y sacamos el postre.

-Está muy bueno – comenta Ignacio.

-Gracias. Lo he hecho yo.

-Así que sabes cocinar – me dice Borja ¿pícaro?

-Sí. - le sonrío mientras me acuerdo de Rosa Ruano. Soy una friki total.

La velada transcurre bien, al final volvemos a casa y, como estamos tan agotados, nadie comenta nada.

Llego y dejo la falda de plumas a un lado junto con la camiseta y los zapatos. No lo dejo muy ordenada, paso. Aunque parezca mentira, cojo el móvil por primera vez desde que hablé esta tarde con David. Tengo un whatsapp de él.

"Buenas noches. Duerme bien friki. Mañana hablamos"

Chica misteriosa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora