Capítulo 44.

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Todo es muy guay. Demasiado.

-¿Cómo?

-¿Puedo ir a tu casa?

-Cla...ro – se me entrecorta la voz. - No hay nadie aquí, ven cuando quieras.

-Lo que tarde en arreglarme.

-Vale. Hasta ahora.

-Hasta ahora.

Colgamos y a la media hora está en mi casa.

-Hola.

-¿Puedo pasar? - se toca la nuca.

-Claro. Pasa.

Entra y se sienta en el sofá. Me siento a su lado. Le pongo la mano en la rodilla. Nadie habla, así que decido romper el silencio.

-¿Qué pasa? Mira David, dímelo ya, ayer bebí muchísimo y no me acuerdo de nada. Si me quieres echar la bronca hazlo ya. No soporto esta tensión.

-¿De verdad no te acuerdas de nada?

-De nada. Bueno me acuerdo que nos pedimos una copa y después vinieron unos chicos y nos invitaron a una ronda de chupitos. Después les invitamos nosotras. Uno estaba cariñoso, pero pasé de él. Mierda, ¿me viste liándome con él? No lo hice aposta, yo...

-No es eso – me corta. Sonríe.

-¿Entonces que es? ¡David cuéntamelo, que no me acuerdo de nada!

Sonríe.

-Ayer salí de fiesta con los chicos y unos amigos. Te vimos con ellas en la discoteca y decidí ponerte a prueba. - levanta una ceja – así que les dije a mis amigos que se acercarán a vosotras y os invitaran a una ronda y que intentaran tontear contigo.

-¿Y?

Se muerde el labio.

-¡Que no me acuerdo de nada! ¡Termina!

-Te emborrachaste y mi amigo intento liarse contigo.

Me muerdo el labio.

-¿Lo hice?

-Tienes muy poca confianza en ti misma. -dice como para sí mismo- No, no lo hiciste. Le hiciste una cobra y dijiste “Para. Tengo novio” Él te dijo que no pasaba nada, que no se iba a enterar y tú le contestaste, palabras textuales “No quiero. Aunque no se entere no quiero hacerlo”

-¿Y que hizo él?

-Nada, se fue y me lo contó.

Suspiro. Me coge de las manos.

-Quería decirte que te quiero.

No digo nada, solo le beso. Me tumbo encima de él. Me levanta un poco la camiseta, me roza el sujetador.

-No me vuelvas a pegar estos sustos.

Se ríe.

-Vale.

Sonrío. Le vuelvo a besar. Mete la mano por dentro del pantalón y me toca el culo. Seguimos besándonos. Nos empezamos a quitar ropa y nos quedamos completamente desnudos. Ahora él está encima mia. Me besa el cuello.

-Para.

-¿Qué pasa?

-¿Tienes condones?

-¿Qué?

-Condones, las cosas esas que se ponen en el pene para no dejar embarazas a las chicas.

-¡Mierda!

Se levanta de encima mía.

-Espera. Voy a ver si mi hermano tiene.

Me levanto y voy hacia su habitación. Busco en sus cajones, pero no encuentro nada. Vuelvo al salón. Me siento encima de él.

-¿Tiene?

-No.

-¡Joder! No te preocupes, me corro fuera.

-¿Qué? No flipes.

Me siento a su lado.

-¿Tarde romántica?

-¿Después del calentón?

-¡Coño hazte un trabajito a ti mismo! ¡O una muñeca inchable!

-Hazme tú el trabajito.

-¿Y a mi quien me quita el calentón?

-Te hago yo a ti un trabajito. Ya lo hemos hecho antes.

Suspiro. Supongo que tiene razón. Así que, como no tenemos condón nos hacemos trabajitos mutuamente.

Chica misteriosa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora