Chica misteriosa.

Capítulo 46.

A la mañana siguiente me despierto por los rayos de sol. David me está dando la espalda. Tiene varios moratones y arañazos. Le empiezo a acariciar suavemente el brazo. Se gira.

-Buenos días, cariño.

-Buenos días, peque.

-Tienes la espalda con moratones y arañazos.

Suspira.

-Me lo has hecho tú.

-Te lo debía por lo de la primera vez.

-¡No es justo!

Le saco la lengua.

-Por cierto, no te he dado tu regalo todavía.

-¿El regalo no era invitarme a comer, al cine, a cenar y a montarme en la feria?

-No – respondo, obvia – Tú me regalaste ir a Disney Land.

Pone los ojos en blanco. Me levanto de la cama y cojo un sobre rojo y un regalo bastante grande envuelto en papel de Bob Esponja. Se lo doy.

-El mio es el sobre. El de Bob Esponja es de parte de mi hermano.

-¿También tiene un regalo para mi?

-¿No es obvio? Hoy estas espeso, eh.

-¿Cuál abro primero?

-El de bob esponja, no se lo que es y tengo curiosidad.

Se ríe. Lo empieza a abrir. Es una maleta de color rojo.

-¿Una maleta? - levanto una ceja – no puede ser tan simple. Tiene que ver algo más – digo, como para mi misma.

David se encoje de hombros y la abre. Dentro hay una papel escrito y un sobre. Casi al mismo tiempo levantamos una ceja. David coge la carta y me la enseña.

-¿Reconoces la letra?

-Es la de mi hermano. Léela.

“Hola, David. Cuando leas esto ya estaré en NY y, seguramente, habrás desvirgado a mi hermana – me pongo roja - El caso es que estuve pensado en algo chulo que regalarte, pero no se me ocurría nada. Así que decidí regalarte un viaje. Un viaje para dos personas a Tenerife. Por eso también te he regalado una maleta. Disfrútalo mucho, que ya son 25 años, cabrón”

Coge el sobre. Lo abre. Son dos billetes a Tenerife y la reserva de un hotel.

-¿Es verdad? - me pregunta.

Me encojo de hombros.

-Supongo. ¿Con quien vas a ir?

-Creo que se lo diré a uno de los chicos. - Levanto una ceja y le echo una mirada asesina. - que no, tonta. Iremos juntos, ¿no?

Le guiño el ojo.

-Abre mi regalo – le doy el sobre y lo abre.

-¡Me encanta! ¡Gracias! Pensaba que me había quedado sin entradas.

-Fui en cuanto salieron, sabía que no podías perderte ver a Selena Gomez en concierto.

-¡Guay!

-¿Con quién vas a ir?

-¿Cómo que con quien voy a ir?

-Te he regalado dos entradas.

-Ya lo sé, quiero decir, ¿No vas a venir conmigo?

-Paso. No es que me apasione demasiado.

Suspira.

-Eres increíble.

-Lo sé.

-Te quiero.

-Yo también me quiero.

-¿No podrías ser más romántica?

-Ya sabes que soy así, cariño. - le saco la lengua.

-Voy a ir a comer con los chicos, Dani nos quiere presentar a su nueva chica, ¿vienes?

-Vale.

Así que nos vestimos, desayunamos y vamos a comer a un wok. Los chicos nos esperan en la puerta.

-¡Hola! - les doy dos besos a todos. - ¿Y tu novia?

-No sé. Tenía entrenamiento, ahora vendrá.

-¿Qué hace?

-Natación.

Justo cuando me contesta llega un chica. Es bajita, ancha de hombros en comparación al cuerpo, que es bastante delgado. Tiene el pelo por encima de los hombros y es morena. Los ojos los tiene marrones. No es especialmente guapa. Cuando llega se pone al lado de Dani. Va vestida con una sudadera y unos vaqueros.

-¿Habéis empezado a salir? - David levanta una ceja.

-Sí. - la pareja se mira y se dedican una bonita sonrisa.

Carlos se encoge de hombros y la chica se acerca a darnos dos besos.

-Me llamo Angy.

-Yo me llamo Vicky. Encantada.

Entramos al restaurante y empezamos a hablar. Me cuenta que tiene 20 años y está en 3º de fisioterapia. Conoció a Dani en una competición de karate de su hermano pequeño. También me cuenta que tiene una hermana melliza que se llama Celia. Yo le cuento cosas sobre mi vida, al final nos caemos genial y decidimos quedar otro día y nos presenta su hermana y sus amigas y yo le presento a las mías. Terminamos de comer y volvemos a casa.