Epílogo.

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Y con esto se acaba. Debo de reconocer que cuando lo escribí se me cayeron algunas lágrimas. Le he cogido mucho cariño a Dicky... No me mateís por el final, era algo que tenía pensado hacer casi desde el principio. Es para hacerlo un poco más real, ya que las historias de amor reales no siempre acaban bien.

Espero que os guste mucho. Sigo preparando cosas.

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Llaman al timbre. David se levanta con pesadez para abrir. Es un repartidor.

-¿Es David Martín Lafuente?

-Sí.

-Le ha llegado desde Irlanda de Victoria Pérez. Firme aquí.

Firma en un papel y coge con ansia el paquete. Lo abre. Dentro hay un cuaderno rosa fucsia y otro igual de color rojo. También hay un sobre. Pone en letras grandes “DAVID” Lo abre.

Hola David. Por si no te has dado cuenta soy Vicky, tu friki, tu misteriosa. Aunque supongo que ya no soy nada de eso. Han pasado dos años desde que nos conocimos en esa discoteca, desde que nos fuimos a París, desde que me hiciste tuya, desde que fuimos a Tenerife y desde que fuimos a ver el Rey León. Han pasado 20 meses desde que hablamos por última vez. Recuerdo lo que me dijiste. “No puedo soportar no poder besarte cada día, no poder abrazarte ni besarte. Es demasiado” y yo te contesté que para estar sufriendo mejor que lo dejáramos.

Te contaré de mi vida. Me han vuelto a dar una beca, esta vez estoy en Irlanda. Mis profesores dicen que creen que llegaré lejos, que tengo un futuro prometedor. Mi hermano y Ari ya han tenido a su hija, le han puesto Valeria. Dicen que se parece mucho a mi. Estoy bien, si no fuera por el dolor de haberte perdido.

Como te echaba mucho de menos, decidí escribir en un cuaderno todos los momentos que hemos vivido. Te lo he enviado. Es el de color rosa, ya sabes que es mi color favorito. Lo he escrito en primera persona para que veas como me siento y en presente para que te metas más en la historia. Siento si la expresión no es muy buena, no soy escritora. Si ves que en algunas partes está un poco mojado es porque lloré, sobre todo recordando los buenos momentos. También te he enviado uno igual pero de color rojo, porque sé que es tu color favorito. Puedes escribir tus pensamientos, letras de canciones o lo que quieras. Debajo de los cuadernos está “Divergente” Te he marcado la página donde me quedé leyéndotelo, supongo que ahora te lo vas a tener que terminar tú solo. Por cierto, ¿te acuerdas que prometi que nunca me iba a quitar la pulsera? He incumplido mi promesa, no soy capaz de verla todos los días y acordarme de ti.

Espero de verdad que encuentres a alguien que te haga sentir como yo o incluso mejor. Estoy segura de que, aunque sea difícil, yo también encontraré a alguien que me haga sentir así.

Te quiero mucho, como la trucha al trucho.

Vicky, alias “friki” o “misteriosa”

Pd: ¿Entiendes ahora por qué no creo en los “para siempre”

Rompe a llorar. Todo este tiempo sin “su pequeña” ha sido duro, muy duro. Aún con lágrimas en los ojos coge el cuaderno rosa. Empieza a leer.

-¡Tia! ¿Tú eres tonta? ¡Tienes que venir! No me dejes sola ahora

-Tia joder, ¿y si nos pillan?

-Pues estaremos castigadas hasta que cumplamos los 40.

-¡Ah pues que bien! Menudos ánimos”

Chica misteriosa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora