Chica misteriosa.

Capítulo 35.

Cuando me despierto, David ya no está conmigo. Me levanto y me pongo un vaquero. Bajo al salón y mi hermano está viendo la tele con mi madre.

-Hola.

-Te has echado una buena siesta.

-¿Y David?

-Se fue hace un rato. No te quería despertar.

-Ah. Voy a seguir repasando y haciendo deberes.

-Vale.

Vuelvo a subir a mi habitación y me dejo caer en la cama. Cojo el móvil. Tengo un whatsapp de David.

“Cuando te despiertes, llámame”

Así que le llamo. Me lo coge rápidamente.

-¿Dónde has ido?

-No me acordaba que tenía ensayo.

-Ah vale. Te podrías haber despedido.

-Es que estabas tan mona durmiendo...

-Eres tonto – me río.

-Mañana firmamos en el fnac de parquesur, en Leganés.

-Soy de aquí, sé donde está Parquesur.

-Era por si acaso.

Me vuelvo a reír.

-A lo mejor me acerco con Noa. No sé. Ella tiene examen de Fisica y Química.

-Si vienes, me harías feliz.

-Yo te hago feliz con mi sola presencia. Causo ese efecto en la gente.

-Niña, ¿tú tienes abuela?

-La autoestima como los tacones, bien alta.

Se ríe.

-Empieza a las 6.

-Tendré que estar antes, ¿no? Para coger sitio y eso.

-No. Te colamos y punto.

-Vale. Ya veremos si voy. Te dejo, tengo que seguir estudiando.

-¿Me lees otro capítulo?

-Me da pereza.

-¡Por favor!

Cojo el libro. Me siento a modo de indio en la cama.

-Solo uno, ¿vale?

-Vale.

-”Me despierto con las palmas de las manos sudorosas – comienzo a leer – y una punzada de culpabilidad en el pecho (…) “Elige bien, niñita”

-¿Ya está?

-¿Qué más quieres?

-Ha sido corto.

-Te fastidias, que me estás quitando tiempo de estudio.

Bufa.

-Adiós, feo.

-No digas adiós.

-¿Por qué?

-Porque suena a despedida seria.

Me río.

-¿Qué digo?

-Dilo en otro idioma.

-¿En otro idioma? - levanto una ceja, aunque él no me puede ver.

-Sí.

-Ciao bellisimo. Ti amo – digo con una perfecta pronunciación en italiano y le cuelgo sin darle tiempo a que diga nada. Me vuelvo a tumbar en la cama y repaso. Pero me aburro a los cinco minutos, ya me sé todo. Decido llamar a Noa.

-Noa, ¿qué piensas hacer mañana por la mañana?

-Estudiar.

-¿Y por la tarde?

-Estudiar.

-¿Y por la noche?

-Estudiar.

-¿Qué has hecho hoy?

-Estudiar.

-¿Haces otra cosa que no sea estudiar?

-Este fin de semana, no.

-¿No te aburres?

-Sí, pero no a todos se nos queda leyéndolo dos veces como a ti.

-Qué vida más triste.

-¿Me has llamado solo para recordarme que mi vida es una mierda en época de exámenes o quieres algo más?

-En realidad te llamaba porque mañana hay firma de los chicos en parquesur, ¿quieres venir?

-No puedo. Tengo que estudiar.

-Pero Noa, el viernes no saliste, hoy todo el día en tu casa, ¿todavía no te lo sabes?

-Tengo dos exámenes, de historia y física.

-Mañana por la tarde te llamo.

-Vale. Tengo que seguir estudiando. Te quiero her.

-Yo también.

Cuelgo y me pongo a mirar twitters de auryners. Hay algunas que estarán allí desde las 10, así que tocará madrugar. Me pongo una alarma a las 8:30, para que me de tiempo de sobra. Estoy un rato en twitter. Miro el de David. Su último tweet ha sido “Ciao bellisima. Ti amo” Le doy RT. Veo varias menciones de auryners. Me llaman para cenar, así que bajo y ceno con mi hermano y mi madre.

-¿Qué te ha parecido David?

-Parece buen chico.

-¿Tan buen chico como para irme en Semana Santa a Granada con él?

-No te pases.

-Por favor mamá, que me quiere presentar a sus padres. - digo, casi suplicando.

-Ya hablaremos.

Hago una mueca.

-Mañana me levanto pronto. No os asustéis si me veis por aquí.

-¿Qué vas a hacer?

-Parquesur. Después iré a visitar a los abuelos y me quedaré con ellos a comer.

-Vale. Mañana toca comida familiar, así que también estaremos allí.

Pongo cara de indiferencia. Terminamos de comer y recogemos la mesa. Me duermo rápido a pesar de la siesta que me he echado.