Chica misteriosa.

Capítulo 3.

-¿Me vas a decir tu nombre?

-Tu tienes una obsesión con los nombres me parece a mi.

Se oye una carcajada.

-¿No te habrás olvidado de lo del sábado, verdad?

-¿Tu estas de broma? ¡Tengo muchísimas ganas! Sé puntual eh

-Tu también. Te dejo que los pesados de mis amigos no me dejan en paz. Un beso misteriosa.

-Otro para ti feote.

Cuando cuelgo me tapo la boca con la mano y después me empiezo a reír. Como me he ido alejando poco a poco de mi hermano, ahora me llama desde la cocina. Voy rápidamente y le encuentro de cuclillas enfrente del horno, mirándolo fijamente. Cuando llego me mira.

-¿Quién era?

-Noa, que a que hora quedábamos mañana para ir al insti.

Él levanta el dedo gordo de la mano izquierda como dando su aprobación.

-Yo creo que ya está.

Le doy una pequeña patadita en el muslo para echarle de enfrente del horno. Se aparta y lo abro. Saco el pastel y lo dejo en la encimera.

-Ahora lo tienes que decorar.

-¿Algún consejo?

-Yo pondría vuestros nombres. O simplemente un “Te quiero” bien grande en el centro de la tarta con leche condensada.

-¿Lo haces tú?

-Joder Jorge tio, siempre tocando los huevos.

Me mira con cara de cachorrito y no me niego.

Pongo un “Te quiero” en medio de la tarta con leche condensada y pongo pequeños coranzocitos de gominola.

-Eres una artista, eh.

-Dime algo que no sepa, cari.

Nos reímos.

-¿Me ayudas a elegir ropa?

-Venga vale.

Nos vamos hacia su habitación y abrimos su armario. Elijo un vaquero largo, con una básica blanca y una americana negra.

-¿Que tal estoy?

-Guapísimo, como siempre

Me sonríe, coge la tarta y se va a casa de su novia.

**

La semana se me pasa casi volando, no damos casi clase porque son los primeros días. El sábado a la hora de comer me llama Noa.

-Hola fea

-¡¿Estas nerviosa?!

-No, ¿por que debería de estarlo?

-Vas a quedar con un chico.

-¿Y que? Noa yo he quedado con chicos antes por si no lo sabias...

-Pero este es... especial. Yo si fuera tú estaría que me subía por las paredes.

-Noa, tu eres mucho más nerviosa que yo.

-También es verdad. - hace un pausa. De repente parece que se acuerda que me ha llamado porque añade- Mi madre se va ahora a comer con unas amigas y después a cenar con su novio ¿Te vienes a mi casa y nos arreglamos juntas?

-Vale. Lo que tarde en vestirme. Hasta ahora fea.

Ella hace un beso sonoro en el teléfono y colgamos. Me empiezo a vestir lentamente. Me pongo una camiseta de color rosa fucsia con el hombro caido y unos vaqueros cortos. Después cojo mis vans rosas fosforitas y me las pongo. Me recojo el pelo en una coleta alta.