Chica misteriosa.

Capítulo 47.

Este es el último capítulo. Gracias a todas las que habeis seguido la relacion Dicky. Espero que os guste este capítulo y, sobre todo,  la novela en general.

Quería dar las gracias a dos chicas increíble, Laura y Carmen, que a pesar de vivir a 402 km de mi me han apoyado mucho más que personas que tenía a mi lado. Me han ayudado a terminar esta novela y muchos OS (que podeís ver en mis historias) Creo que sin esas dos locas no hubiera conseguido ni la mitad que he conseguido. GRACIAS CABRAS.

También quería dar las gracias a todas las auryners que seguían la novela cuando la subía al blog y a las que las leis ahora que la subo aquí.

¡MUCHAS GRACIAS! ME HACEÍS MUY MUY MUY MUY FELIZ.

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Después de varios meses, llega mi graduación. Acabo el instituto. Mimi, Noa, Coral y Ale han venido a mi casa para prepararnos juntas. Las maquillo a todas y Noa se encarga de peinarnos. Estamos todas guapísimas. Me pongo una falda de flores en tonos rosas con una camiseta blanca y unos tacones rosas. Llegamos al centro cívico de la ciudad., donde se celebra la ceremonia. Todos estamos juntos, detrás del escenario, esperando a que digan nuestro nombre.

-Victoria Pérez, con mejor expediente en su itinerario.

Recojo mi diploma. Todo el mundo aplaude. En las butacas están mi padre con su novia, mi madre con el suyo y también David. Terminan de repartir los diplomas. Noa es el mejor expediente en su itinerario. Estoy orgullosa.

-¡Victoria Pérez y Ainhoa Rodríguez!

Me acerco a Noa.

-¿Qué han dicho?

-Luego te lo digo, tenemos que salir.

Y salimos. Me dan un diploma y otro a Noa.

-¿Qué es? - le pregunto cuando estamos fuera del escenario.

-¡Nos han dado una beca para hacer el bachillerato internacional!

-¿Una beca para qué?

-Bachillerato internacional. Te vas un año a hacer bachillerato a otro país que elijas.

Hago una mueca.

-No voy a ir.

-Deja de decir chorradas.

Me da una pequeña colleja y salimos a la calle. Mi madre me abraza.

-¡Enhorabuena!

-¿Por qué?

-El mejor expediente y la beca.

-Mamá, no voy a irme un año a otro país.

Se empieza a reír. Supongo que se lo ha tomado a broma. Mi padre viene y me da la enhorabuena. Voy a saludar a David.

-¡Enhorabuena! - me dice en cuanto me ve.

-¿Por qué?

-¡Te han dado una beca!

-No voy a irme un año a estudiar al extranjero.

-¿Por qué?

-Sería un año sin vernos.

-No digas tonterías. Es increíble que te hayan una beca y no voy a permitir que la desperdicies por mi.

-Cállate y deja de hablar como mi madre. Necesito que hables como un amigo.

-¿Noa no te diría lo mismo?

-No lo sé, pero no voy a irme y dejarte aquí.

-Sí que lo vas a hacer. Podemos llevar una relación a distancia.

-Las relaciones a distancia no funcionan.

-Lo mismo decían con la diferencia de edad y mira.

-No voy a ir, David.

-Te voy a decir lo que vamos a hacer – me coge de la cintura y me acerca más a él. - Te vas a ir de fin de curso, después te vas a ir a NY con tu hermano y después nos vamos a ir a Tenerife juntos. En septiembre vas a coger un avión para irte a Inglaterra o al país que elijas. Eso es lo que va a pasar.

-No va a pasar nada de eso – le empujo. - No hables como si fueras mi padre, por un momento quiero que te compartes como mi novio, quiero hacer una locura, ¿no está permitido? Quiero quedarme aquí, estar contigo. Quiero comportarme como una niña pequeña y caprichosa.

-No si lo que está en peligro es tu futuro.

-Que te den.

Vuelvo con Noa dejándole con la palabra en la boca. Nos vamos a comer todos a un restaurante. Al cabo de unos días me voy de crucero por fin de curso. Cuando vuelvo me voy a NY con mi hermano, después a Tenerife con David. Al final del verano estoy de gira con los chicos por España y en septiembre cojo un avión con Noa dirección Inglaterra para hacer nuestro primer año de bachillerato.