Capítulo 43.

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Me despierto sobresaltada. Veo a las chicas. Todas están igual. El gracioso de mi hermano nos ha puesto el disco de Taylor Swift a tope en nuestro oido. Se está riendo de nosotras.

-¿Te crees guay?

Asiente.

-Pues no lo eres. Tienes la gracia en el culo, hermanito.

Mi hermano me echa una mirada asesina. Empezamos a reir.

-Levantaos ya. Son las 6.

-¿Qué día es? - pregunta Mimi, confusa.

-Sábado.

-¿Sábado? ¿Nos vamos de fiesta? - digo, animada.

-¿De fiesta? - Noa está cansada y se le nota en la voz.

-¡De fiesta! - afirmamos a la vez Ale y yo.

-Paso...

-¡Vámonos!

Pego un salto y empiezo a bailar con "I knew you were trouble" Al poco las mellizas se unen a mi. Al final acabamos las 5 bailando.

-¿Nos arreglamos y nos vamos?

-¡Sí! - chillan las 4 a la vez.

-¿Quedamos a las 10 aquí?

-Nos vemos a las 10 aquí.

-Yo me quedo y así nos arreglamos juntas – dice Noa.

-Como quieras.

Las chicas se van y Noa se queda conmigo. Comemos macarrones y a eso de las 7 nos empezamos a duchar. No están ni mi hermano ni mi madre.

Noa se ducha primero.

-¿Qué me vas a dejar?

-Lo que quieras. Yo me voy a poner el vestido que me regaló mi madre por mi cumple.

-Vale.

Me ducho. Cuando salgo Noa está secándose el pelo.

-¿Qué has elegido?

-Esto.

Me señala un pantalón vaquero corto, con un body blanco y botines con tacón negro.

-Tengo que pasar por casa para coger mi americana de flores.

-Vale. ¿Qué me vas a hacer?

-Voy a probar una plancha nueva que me han regalado por las notas. Va a quedar guay.

-Vale, pues nos maquillamos aquí y después vamos a peinarnos a tu casa.

Se encoje de hombros. Nos terminamos de secar el pelo y nos vestimos. Acompaño el vestido que me regaló mi madre con unos tacones blancos y una americana del mismo color.

-¿Cómo te pinto?

-Natural. Que no se note mucho.

Le echo maquillaje. Le pinto sombra blanca, eyeliner y brillo en los labios. Yo me echo sombra rosa y los labios del mismo color del vestido. Vamos a su casa y me recoge el flequillo en dos trenzas pequeñas a cada lado de la cabeza y lo demás con una plancha de ondulaciones. Ella se lo riza completamente. A las 10 en punto estamos esperándolas en mi casa. Cogemos cada una nuestro DNI y nos pasamos la noche de fiesta. Bebemos mucho, demasiado diría yo, porque al día siguiente no recuerdo nada. Me levanto a las 2 del día siguiente con una resaca increíble. Cojo el móvil casi a ciegas y la luz me deslumbra. Tengo varios mensajes de mucha gente. Leo primero el de Noa.

"Como estas? Ayer me dejaste preocupada"

Mimi.

"Tia menuda te pillaste ayer!"

Ale.

"Bebe agua. Te servirá bien para la resaca"

Bajo a la cocina y bebo agua, pero salgo corriendo al baño y vomito. La cabeza me duele muchísmo. El sonido del móvil me suena como lo más desagradable del mundo.

-¿Si?

-¿Vicky?

-¿Quién eres?

-David.

-Hola, David.

-¿Qué pasa? Te he llamado muchas veces.

-David, estoy de resaca. No soy capaz de pensar con claridad. Cuando esté mejor hablamos.

-Vale bonita. Te quiero.

-Yo también.

Cuando cuelgo vuelvo a vomitar. Me lavo la cara y vuelvo a beber agua. Me duele muchísimo la cabeza, nunca he bebido tanto. Me doy una buena ducha y cuando salgo me bebo un vaso de zumo. Me quedo dormida con la toalla puesta. Me vuelvo a despertar a eso de las 4. Estoy mejor, más despejada. Mañana empezamos otra vez las clases. Me pongo el pijama y me como un bocata de jamón. Llamo a David.

-Hola.

-Hola, ¿ya estás mejor?

-Sí.

-¿Podemos hablar?

-Claro. Dime.

-Ayer te vi en la discoteca....

-No te avisé porque nos apetecía una tarde de chicas.

-Eso no es el caso. Te vi con un chico.

Chica misteriosa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora