Capítulo 11.

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-Ola, k ase? Hablar conmigo o k ase?

Se empieza a reír.

-Hola fea.

-¿Me has llamado?

-Sí. Es que no se que me pasa que ahora no me va el whatsapp.

Me rio.

-¿Que querías?

-¿Te apetece quedar el viernes o el domingo? Es que no me acordaba que el sábado tenemos concierto

-¿Y dónde es?

-No se espera que lo pregunto – se oye como se aleja el móvil y a lo lejos se oye – ¡Álvaro! ¿Dónde es el concierto del sábado?

-¡David no te enteras de nada! Es en Getafe – contesta Álvaro.

-Es en Getafe – me responde muy seguro.

-¡Se nota que te enteras bien de las fechas!

-¡Oye! ¡Se me acaba de ocurrir una idea! ¿Por qué no vienes al concierto? Si quieres te recojo y así ves el backstage.

Entonces se me ocurre una idea.

-No sé... Es que hace un rato me ha llamado mi madre diciéndome que es el cumple de mi prima. Te iba a escribir un whatsapp diciéndote que no podía quedar.

-Joder.. ¿Y el domingo?

-Tampoco puedo. Ya he quedado con Noa para irnos de compras.

-¿Y el viernes por la tarde?

Me quedo pensando. No se que excusa ponerle.

-No puedo porque me voy con mi hermano.

-¿Entonces esta semana no nos vemos?

-Lo siento, cari.

-¡Pues más te vale la semana que viene quedar dos días!

Me empiezo a reír.

-¿Y si no quiero qué? - digo chula, pero con tono de voz de broma.

-¡Pues te reviento!

-Que malote, eh

Nos empezamos a reír.

-Espera que Álvaro te quiere decir algo.

Se oye ruido pero finalmente oigo.

-Hola canija.

-¡Hola! - me quedo un rato callada - ¡Te tengo que poner un mote!

Se empieza a reír.

-Oye, ¿que le has hecho a David?

-¿Cómo? - digo confusa

-No para de hablar de ti, “Vicky por aquí, Vicky por allá” - dice con la voz aguda y me empiezo a reír – esta sÚper encoñado contigo.

-¡No habla así! - digo entre risas.

-Bueno, quizá lo haya exagerado un poquito.

-¿Un poquito solo? -pregunto irónica.

Nos empezamos a reír.

-El caso es que tienes que dejar de ser tan adorable o algo con él. Sé un poco cabrona.

-¿Por qué?

-Porque no le aguanto... Si no le aguantaba antes, ahora que está hablando de una chica todo el rato menos. Hazle alguna putada – me dice como suplicando. Me empiezo a reír.

-¿No te da pena?

-Ni un poquito. Yo miro por mi mismo, y no le aguanto más. Elige, o le haces algo malo para que deje de hablar de ti o le corto la cabeza.

Chica misteriosa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora