Chica misteriosa.

Capítulo 29.

Suena “How ya doin'?” de Little Mix en la habitación. Me siento en la cama y, cuando quiero darme cuenta, estoy bailando. Salgo al salón y Lucía está bailando con la canción. Me acerco al ordenador y subo más la música. Bailamos juntas mientras cantamos a todo pulmón. David se nos queda mirando, pero no le hacemos caso. Cuando acaba, empieza a sonar “22” de Taylor Swift. Empezamos a bailar al ritmo de la música.

-No sigáis, por favor. Nos tenemos que empezar a preparar.

Nos reímos.

-Me empiezo a duchar yo, que tardo mucho en prepararme – y seguidamente Lucía se mete en el baño.

-Me apetece escuchar anti-heroes, ¿me pones el disco?

Coge el disco y lo pone en el ordenador. Empieza a sonar “Route 66”

-Me apetece una lenta – se acerca al ordenador y comienza a sonar “Me gusta” Me acerco a él y le agarro del cuello. Él hace lo mismo con mi cintura. Empezamos a movernos al rimo de la música. - “Me gusta llegar y verte concentrada entre tus cosas. Matar el tiempo recordando nuestra historia. No te quiero perder” - acerca la cara más a mi y empieza a cantar todavía más lento, de manera que solo le oigo yo - “Me gusta poder decirte simplemente nuestra cama. Abrir un vino y no quedarme con las ganas de verte un rato más. Quédate hasta el final”

-Me encanta esta canción – digo entre susurros. Tensa la mandíbula – y que me la cantes es simplemente... increíble. - sonríe.

-”Entre tú y yo algo raro sucede. Pude confiar en ti, nada más conocerte”

Cierro los ojos. Siento su aliento en mi cara, cálido y fresco. Sigue cantando. Me dejo llevar. Cuando me quiero dar cuenta empieza “Make my day” Hace amago de separarse de mi, pero le cojo las manos y las vuelvo a colocar en mi cintura.

-No te vayas. Quédate así.

-Es una canción rápida.

-Bueno, pues nos movemos más rápido.

Me sonríe y tensa la mandíbula.

-No hagas eso, enserio. Tu hermana está en el baño.

-¡Si luego eres una estrecha!

-No lo soy.

-Sí lo eres.

-Que no.

-Que sí.

-Que no.

-Ya he terminado.

Lucía acaba de salir del baño y está enrollada en una toalla. Nos separamos. Creo que me pongo un poco roja. De fondo suena “Breathe your fire”. Se mete en su habitación.

-¿Te duchas tú o me ducho yo?

-¿Y si nos duchamos juntos?

Me empiezo a reír.

-Me ducho yo, que luego tardo mucho en secarme el pelo.

-¿De verdad que no quieres que nos duchemos juntos?

-De verdad.

Bufa y me río. Le doy un golpe en el brazo y me meto en el baño.

-¡David! - le grito enseguida.

Abre la puerta y entra.

-Se llama antes de entrar.

-¿Para qué?

-Imagínate que estoy desnuda.

-Así me alegro las vistas.

No puedo evitar reírme.