Capítulo 25.

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-Contesta.

-Es que estoy siguiendo a una chica en twitter que pone horóscopos y me ha puesto que Dani me va a pedir matrimonio en París... Lo siento.

Se ríe.

-¡Idiota! Me habías asustado.

Me río.

-No te cambiaría ni por el mismísimo Mario Casas – le beso - ¿podemos seguir? Te recuerdo que llego tarde a italiano.

Pone el coche en marcha y llego con el tiempo justo a italiano.

-¿Y su cuaderno, Pérez? - me dice mi profesor con un estupendo acento italiano.

-Se me ha olvidado en casa – respondo en el mismo idioma.

Me da una hoja y cojo todos los apuntes que puedo. Salgo y vuelvo a casa. Mi hermano está esperándome en el sofá. Me siento a su lado.

-Le he dicho a David mi edad.

-¿Y eso?

-Porque me ha venido a buscar al instituto y no podría seguir mintiendo.

-¿Estáis bien?

-Sí. Hemos comido juntos.

-¿Cuánto tiempo lleváis?

-Poco, solo 4 meses. Pero al menos se empieza por algo.

-Es difícil llevar una relación a distancia.

-Lo sé. De momento estamos bien.

-¿Y si acaba mal?

-Ya veremos. ¿A ti se te ha ocurrido pensar que va a pasar si algo sale mal con Ari?

-Claro que lo he pensado.

-Pues yo no. Prefiero vivir el momento y él también. Ni si quiera tenemos fecha fija. ¿Para qué voy a pensar en el futuro? Cualquier cosa que piense que va a pasar, seguramente no pase, así que prefiero no agobiarme.

Me sonríe.

-Voy a mi habitación. Cuando esté la cena avísame – le doy una palmadita en la pierna y subo. Cojo el móvil. Me apetece hablar con David, así que le llamo. A los dos toques contesta.

-Hola friki.

-Hola feo, ¿qué tal?

-Bien. Estoy ensayando. Cuando acabe te llamo, quiero hablar contigo.

-Vale, ¿pasa algo?

-No, no te preocupes. Te dejo que me echan la bronca.

-Vale.

Le cuelgo. Me tumbo en la cama y dejo el móvil sobre mi tripa. Al poco vuelve a vibrar.

-¡Hola, her!

-Hola rubia.

-¿Qué ha pasado al final con David?

-Le he contado la verdad. Pero estamos bien. Hemos comido juntos.

-¿Entonces todo bien?

-Sí.

-Vale solo era eso. Te dejo que estoy con Alex.

-Vale. Adiós.

-Adiós.

Cuelgo. Vuelvo a colocar el móvil donde lo tenía antes. Me pongo música bajita. No pienso en nada, simplemente disfruto recordando los momentos con él. Pero me saca de mi ensueño el “Heartbreaker” que tengo de tono cuando me llama David.

-¡Hola! ¿Ya has terminado?

-Sí. Ya estoy en casa. ¿Puedes hablar?

-Claro. Dime. - me incorporo y me siento a modo de indio en la cama.

-¿Qué haces este finde?

-Nada, ¿por qué?

-¿Te parece si te recojo el viernes cuando salgas del instituto y no vuelves a casa hasta el domingo por la noche?

-Pues no lo sé. Te recuerdo que tengo 15 años, tengo que consultarle a mi madre. Le voy a preguntar a mi hermano. Cuando sepa algo te llamo.

-Vale. Cuanto antes mejor. Hasta ahora.

Hago un beso sonoro y cuelgo. Bajo al salón y veo a mi hermano viendo la tele.

-¿Me puedo ir el viernes cuando salga del instituto y no volver hasta el domingo por la noche?

-¿QUÉ? ¡NI DE COÑA!

Me arrodillo en sus pies.

-¡Por favor!

-¿Qué vas a hacer?

-Ir con David. Cúbreme.

-¿Cómo que te cubra?

-Con mamá.

-Mamá se va, ¿no te acuerdas que nos lo dijo ayer?

-Es que a veces no la escucho. Cuando empieza a hablar de Ignacio la ignoro porque me cansa.

-Razón no te falta. - nos reímos - Estás a mi cargo todo el finde.

-Déjame ir por favor.

-No.

-¡Jorge! ¡Por favor!

-No.

-Si no me dejas me escapo. Y encima apago el móvil.

-Como te escapes se lo digo a mamá y te castiga de por vida.

-¡Joder, Jorge!

-Que no.

-¿No me vas a dejar de verdad?

-No.

-Vale.

Me voy enfadada a mi habitación. Cojo el móvil con mala hostia.

-¿Qué pasa al final? ¿Te dejan?

Sonrío maliciosamente.

-Sí. ¿Comemos juntos o cada uno en su casa?

Chica misteriosa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora