En cuanto bajamos a Insecta, nos encontramos con un hedor insoportable, y pronto vemos la causa de ello: un montón de Blattodeas están mordisqueando un cuerpo tendido en la hierba. Gracias a la lección Homo de Raul, supe que detrás del muro los llaman "cucarachas". En cuanto reparan en que un enorme grupo de Animalia está justo frente a ellos, corren de regreso a las sombras del bosque, donde ni la luna más brillante ilumina.
Richard se acerca despacio a los destrozados restos del pobre Insecta, con el fin de identificarlo, pero para mí no es necesario, ya que he visto unas extremidades metálicas que asoman del reguero de sangre y carne desgarrada.
-Un Araneae- anuncia nuestro líder- no son tan aterradores como me los describieron.
-Aquí todos nos temen, Richard- susurra Ralph- somos capaces de vencer a todos y cada uno de quienes están aquí.
-Lo mejor será internarnos en el bosque- dice un Latran- aquí no hay depredadores peligrosos, podemos andar tranquilamente y encontrar un refugio para esperar a los Panthera.
-Buena idea- responde Orfilia.
Si yo fuera ellos no subestimaría de tal manera a los Insecta.
El bosque está sorprendentemente calmo, pero siento miles de ojos que observan cada uno de nuestros movimientos. No me siento amenazada, pero tampoco me siento cómoda; claramente nos temen, saben que somos muy superiores en fuerza, pero tengo experiencia en no juzgar por el grupo.
Acordamos quedarnos en un lugar para descansar en lo que llega la mañana. Todo el mundo está muy entusiasmado con ver a los Panthera. "¿Serán tan grandes como dicen? ¡Apuesto a que son invencibles en las peleas! ¿Su piel en realidad será tan rayada y moteada?" son algunos de los comentarios más escuchados. Personalmente, me siento más inquieta que entusiasmada sobre la llegada de los Panthera, ¿Quién nos asegura que realmente estarán de nuestro lado? ¿Qué no querrán imponerse ante nosotros en una nueva tiranía? Tan metida en mis pensamientos, apenas noto que aún llevo este ridículo vestido puesto.
-Confío en que no hayas perdido mi ropa- advierto a Aureum mientras extiendo la mano.
-¡Ni loco!, te queda mucho mejor que ese vestidito de niña buena- me da la ropa, la cual muero de ganas de ponerme. Sentirme aunque sea un poco más protegida. Un poco más imponente. Me dirijo a un rincón obscuro para quitarme el uniforme Lepidoptera. Escucho un rumor entre la maleza, retrocedo un poco, algo me huele a que quien está ahí detrás no tiene intenciones de quedarse mirándonos pasivamente, sin embargo, también percibo un aroma a sudor. Sudor de miedo que no pertenece a nadie que sea parte de la comitiva.
Los Sciuros y los Cervidae están entrando en pánico. Definitivamente, vieron unos ojos en medio de la obscuridad.
-¡Tranquilos amigos! ¡Somos los más fuertes aquí! - da una mirada en redondo a todos - Vanessa, Loyola- llama nuestra atención y truena los dedos hacia la maleza. Genial, nosotras nos encargamos.
-Cobarde apestoso- murmura Loyola mientras avanza delante de mi hacia la negrura del bosque.
-Andando lindas ¿o tienen miedo?- dice Richard chasqueando de nuevo los dedos en la misma dirección. Sostengo su mano al pasar por su lado y clavo las uñas el dorso de la misma.
-Vuelves a chasquear así los dedos y te juro que te...- cuando se libera de mi mano mis uñas están manchadas de sangre. Le lanzo a la cara mi ropa y sigo a Loyola.
En la obscuridad del bosque distingo el mismo olor: miedo y coraje. Una muy mala combinación. Un crujido a mi derecha, la visión nocturna que poseo no me alcanza para percibir bien los detalles.
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Insecta
Ciencia Ficción¿Quién decide qué podemos ser y qué no? ¿Qué puede gustarnos y que no? ¿Lo que podemos sentir, hacer, pensar? Porque así son los Homo, piensan que están en el centro del universo, piensan que todos los Insecta y Animalia son únicamente seres vivos d...