Vanessa dice que solo Hugo, Velkan, Fettura y el líder de los Cervidae se han quedado con nosotros mientras los demás marchan hacia el barco que secuestrarán.
Ella expresó que se siente muy agradecida con todos por haberse solidarizado y quedado con nosotros, aunque signifique quedarse estancados mientras la rebelión se desarrolla lejos.
La comprendo, pero estoy seguro de que las intenciones de Fettura no son solamente acompañarnos.
Detesto como todos hablan a mis espaldas con lástima, como si la necesitara.
¡Claro! ¿Qué es un ciego sin lástima? No puedo vivir sin que me digan: ¡Pobrecito!
-¿Aureum?
-¡¿Qué demonios quieres?!- le contesto. Posteriormente algo líquido y frío me salpica toda la cara.
-Te traía agua, pero eres tan maldito que tuve que usarla para otra cosa.
No puedo evitar sonreír mientras me intento secar el rostro con una de las mantas. Vanessa nunca se anda con delicadezas.
-¿Y por qué me traías agua, si puede saberse?
-Porque tú dijiste que tenías sed.
-¿Yo dije eso?
-Estúpido- murmura ella y casi puedo imaginármela disparando sus ojos hacia el techo.
Río y extiendo los brazos hacia donde supongo que está, de cualquier manera ella entiende y se acerca a mí, la tomo por la cintura y hago que se siente frente a mí. Acaricio su cabello para asegurarme de que es ella; desde la última vez, no me fío.
-Te gustaría estar allá ¿o no?
-Para nada.
No le creo, ella siempre está hambrienta de sangre y pelea, sería incongruente que no quisiera estar en la batalla junto con todos los demás.
-¿Por qué?- le pregunto.
-No me creo capaz de estar cerca de los Magnusson de nuevo, sería como arrancarme la piel y después bañarme en jugo de limón.
Tuerzo el gesto ante esta descripción.
-Eres una ternura.
Ella solo ríe.
-Imaginemos por un momento que fuiste a la batalla.
-Aureum...
-Solo imagina. Yo ahora tengo que hacerlo todo el tiempo.
-De acuerdo, imagino...
-Estás en el puerto, junto a todos los demás...
-Muriendo de miedo...
-No, estás con los dos cuchillos en las manos y con una sonrisa maniática.
-De acuerdo...
-Y en el barco te encuentras con los Magnusson cara a cara...
-Demonios.
-Y ese tipo... ¿Cómo se llamaba? ¿El que te besó?
-Raul- dice ella con irritación.
-Sí, ese. Te mira y dice ¡Santo cielo! ¿Cómo es que sigues viva...?
-Alto.
-¿Qué?
-Él sabe que sigo viva.
-Entonces diría ¿Cómo es que...?
-No. Aureum, él SABE que sigo viva. Por eso envió aquí a toda esa brigada de Humanisi... por eso le lavó el cerebro a Albrecht... él... ¡Él me quiere muerta!

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Insecta
Fiksi Ilmiah¿Quién decide qué podemos ser y qué no? ¿Qué puede gustarnos y que no? ¿Lo que podemos sentir, hacer, pensar? Porque así son los Homo, piensan que están en el centro del universo, piensan que todos los Insecta y Animalia son únicamente seres vivos d...