1│GANAR

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IAN:


Pocas veces me había detenido en pensar en cómo será el momento de la muerte, eso pasaba por mi cabeza mientras estaba tendido en el suelo como si no valiera nada, la respiración demasiado frenética, casi asfixiándome mientras contemplaba la multitud alentándome a levantarme y pegarle en la cara al imbécil que me tenía en esta situación, sus pasos se volvieron ensordecedores mientras avanzaba con una sonrisa triunfal en el rostro. Ese era quizás mi final... o quizás no.


Cuando iba a recibir un puñetazo en todo el rostro, me lance hacia él con todas mis fuerzas llevándolo al suelo hasta el punto de partirle la cara con mis puños. Llevo el control de nuevo, él trata de zafarse pero colocó mi brazo alrededor de su cuello sintiendo como lo dejó sin respirar, lentamente aprieto más y más hasta que un sonido me haga volver a la realidad.

Un hombre grita

Uno, dos, tres, se acabó, se rindió el bastardo ¿Por qué alguien pensó que perdería?

Bajo del cuadrilátero y todos a mi alrededor gritan fuertemente mi nombre unos aplauden entusiasmados, otros solo miran con envidia, y bueno las chicas están enloquecidas como siempre.

Esto no es la aristocracia, en la pelea no cuestan las reglas, importa ser el vencedor. Observo una multitud exaltada acercándose a centímetros de distancia de mí y actuó rápido cubriéndome el rostro con la capucha gris del buzo de deporte; apresuro el paso para salir del lugar, antes de quedar como cualquier patético.

Descendiendo en las oscuras calles y túneles de Londres, ausentes en la medianoche, el reflejo de la luna puede reflejarse en un cercano charco de agua.

Al llegar al estacionamiento se dispone a abrir pausadamente sus puertas y deja a la vista, mi Pontiac solstice gris plata, oprimo el acelerador alcanzando velocidad luz, mi primer impulso es dirigirme al club nocturno más exclusivo que haya cerca, soy un vencedor y merezco recompensas o más de una noche de pecado.

Durante del camino hago una rememoración, de los asuntos pendientes que he dejado en la universidad de Cambridge, y se necesita aclarar lo mas pronto posible.

Las horas transcurren.

El abuso del tequila alemán se expande a la sangre de mis venas. Los malditos animales detrás de escándalos con sus cámaras y flashes que ciegan mi vista. Mientras las chicas que llevo a mí alrededor ríen dichosas de excitación y alegría por al menos saber que me han tocado.

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VIDAS PASADAS© (#1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora