61│Maníaco

218 47 59
                                    



ADAM:

April me dejo varios mensajes disculpándose conmigo por lo de aquel día. Inclusive quería que nos viéramos en persona, pero no quise salir a verla.

Mi mirada estaba fija en el color de la pared del apartamento. Su mirada, su sonrisa mágica llena de sinceridad se me venía a la mente. Debía verla, también tenía orgullo pero lo mandaría al infierno porque la quiero solo para mí.

Después de acostarme con Anne no volví a llamarla ni dedicarle atención, es lo mejor. No quiero que nadie se entere de lo que le haré a April.

El reloj del despertador da las 2:45 de la tarde, completamente decidido para lo que iba ser, abrí la puerta de mi apartamento.

Voy por ti April.

(..)

―Adam....― susurro conteniendo las lágrimas.

Tenía una pijama azul claro, sus ojos estaban apagados con grandes ojeras a su alrededor. Se veía tan agotada como si no hubiera dormido en toda la noche.

Pongo mis brazos alrededor de ella, sintiéndome bien pero a la vez recordando que su cuerpo hace unos días estuvo con el desgraciado de Ian. Me descontrolaba la mente deseando arrancarla de su lado por pura venganza.

― ¿Qué pasa? ― susurre con falsa preocupación.

La amo y la odio al mismo tiempo.

Ella levanto su miraba, las lágrimas no fueron contenidas, pequeñas gotas se derramaban por sus mejillas.

―Han secuestrado a Ian...― susurro con un hilo de voz.

Es la mejor noticia que me han dado mucho tiempo, hicieron el trabajo sucio por mí. La tengo para mí ahora mismo.

Hice una mueca de dolor y la abrace más, sintiendo su cuerpo. Eso me hizo fantasear con la idea de borrar el rastro de Ian de su piel.

― ¿Pero quién hizo eso? ¿Por qué? ― llevo mis manos a su rostro, mostrando compasión.

Por dentro moría de alegría, pero no debía de demostrarlo o mandaría todo mi plan a la mierda.

― No lo sé....― ella cerro sus ojos con fuerza― todo iba bien, estábamos cenando, de repente hubo disparos. Luego se llevaron a Ian unos hombres...

Su voz se quebró y comenzó a llorar desconsoladamente. ― La policía se hará cargo April. Lo encontraran ten fe.

Espero que por ningún motivo Ian vuelva a los brazos de April.

April llevo sus manos a su cabeza y me dio la espalda caminando hacia la habitación, la seguí.

― Apenas he dormido hace poco llegue de la comisaria, estaba dando mi testimonio de anoche.

Fruncí el ceño. ― Debes descansar April, sé que es una situación complicada pero preocúpate por ti.

Su rostro de repente se puso rojo, se acercó a mí y me grito con furia. ― ¿Cómo puedo preocuparme por mí? Estábamos conociendo, todo iba bien......se lo llevaron de mí.

Eso fue un golpe bajo, pero me controle de no zarandearla. Lo olvidaras y remplazaras por mí.

― Tranquila, te entiendo. ― fue lo único que conseguir decir.

Ella se sentó en el borde de su cama. Al parecer Aby no se encontraba en su apartamento y agradecía esa soledad. 

Solo ella y yo.

Tome aire,me senté junto a ella, divise lo larga que eran sus pestañas y volví a abrazarla, ella me lo permitió.

― Ayer envié mensajes ¿Estas enfadado conmigo? ― Más que nada en el mundo.

―No me llegaron los mensajes. Pero ahora estoy aquí, y claro que no ¿Cómo podría enojarme contigo? ― Mentí.

―Porque te deje plantado.

Sonreí y le di un beso en la mejilla al cual ella no se opuso.

―Todo está bien. Tranquila.

― Yo quería disculparme, siempre desde que me conoces has estado conmigo. Y te llafe

Pero lo pagaras, le puse mi dedo índice en la boca para callarla. ― No pidas perdón.

Sus ojos se volvieron brillantes para luego volver a llorar.

―Necesito a Ian, ayúdame a encontrarlo por favor.

¿Ayudarla a encontrarlo? Es mi oportunidad para llevármela lejos de aquí.

Esto estaba saliendo mejor de lo que esperaba, sin Ian, nadie podía protegerla, ella estaba triste y aceptaría mi ayuda.

― Te ayudare, pero debes decirme todo lo que sepas de lo que paso. Pero ahora trata de dormir, luego saldremos a buscarlo.

April a regañadientes se acostó a dormir, me senté en el sillón de la sala de estar sin quitar mi mirada de ella. 

(...)

Al momento que ella abrió sus bellos ojos sabia que ya no tenia vuelta atrás lo que pensaba hacerle.

Te obligare a amarme por el resto de tus días, me levante del sillón caminando con paso lento hacia su habitación. 


DERECHOS RESERVADOS.


VIDAS PASADAS© (#1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora