Solo el destino sera el comienzo y el fin de esta historia.
April Allen Miller se identifica por ser una chica que cumple todos sus objetivos académicos. Una vida ordenada, segura. Sin nunca salirse de su zona de confort, pero que iba a imaginarse q...
" El universo se encarga de hacernos chocar con energías mas poderosas. Colisionan hasta encontrarse y explota la magia." ALEXANDRA ALVARADO
APRIL:
Me quede dormida en el trayecto, cuando abro mis ojos, aun duele demasiado el moretón que me hizo Adam bajo la ventana de aquel auto. Y noto que hay demasiados árboles, flores, un gran lago. Me sobresalto no puede ser, perderé las clases del día en mi universidad, es un desastre.
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― Hola, ¿Podrías decirme a donde me trajiste? ― le pregunto al chófer de cabello corto y cejas pulidas.
El me mira, pero su rostro es serio sin ninguna articulación.
― He cumplido órdenes, nos encontramos en Kyoto Gardens, Holland Park, que lo disfrute bella señorita.
Pongo mis ojos en blanco, seguramente Ian hizo esto. Aun así ya me estoy acostumbrando a que haga lo que quiera, pero debo pararlo.
Le doy la gracias al chófer llamado Oscar, bajo de auto quedando en un angosto camino que me separa de tan hermosa naturaleza.
Al mirar a la izquierda noto un mensaje hecho en piedras, me acerco a el y dice las siguientes palabras. "Ángel, solo diez pasos a la derecha, tengo una sorpresa para ti"
Sonrió, hago lo que dice el mensaje, llegando a la hierba verde y bien cuidada, observo un sobre blanco con una flor en él. Abro el sobre con curiosidad y mi rostro se transforma en felicidad.
"Ahora puedes voltear tu hermoso cuerpo y ver lo que hay allí"
Me doy la vuelta, me encuentro con la mirada de Ian tan penetrante esa mirada que me hace temblar, es tan vestido con una chaqueta, una camisa blanca, vaqueros negros, su mirada irradia emoción, deseo. Sostiene una bolsa de compras con un ramo de flores en su mano.
¿Ian Levine con un ramo de flores? ¿Estoy soñando?
Camina hacia mí con pasos cortos, pero todo parece pasar en cámara lenta en mi mente, porque es maravilloso. No tengo palabras que puedan describir esto.
― Toma mi mano, ángel― me ofrece su mano derecha, entregando el ramo de rosas.
Tomo su mano con duda, y caminamos alrededor del lago, arboles con flores de color rosa. Nos sentamos en una manta que está alrededor de este y Ian comienza a hablar.
― Se que he sido un cretino contigo vuelvo a pedir perdón, tal vez no me creas, tal vez todo sea confuso para ti, pero después de irme aprendi a valorar algunas personas que no tomaba en cuenta. ― sostiene mi rostro entre sus manos mirándome fijamente― No soy un hombre que ha demostrado muchos sus sentimientos pero....abre la bolsa.
Todo este tiempo he estado en silencio, escuchando cada palabra, cada gesto, analizando si puede mentirme de nuevo, pero su forma de mirarme es sobrehumana la pasión hace que una corriente eléctrica pase por mi piel irradiando emoción. Bajo mis defensas.