5. Habilidades culinarias.

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ALEX POV

Seguíamos los cinco tirados en el suelo de la habitación de Brenda, suspirando perezosamente y riendo de nada. El reloj marcó las seis de la tarde y tuve una idea.

- Chicos, ¿qué les parece cocinar hoy?

-¿Estás loca? - repuso Brenda -. Ninguno de los que estamos aquí sabemos nada de cocina.

- Anda, hermanita - se burló Andrew, ya que sabía que Brenda odiaba que la llamara así -. Desde que nuestros padres se fueron, no he probado comida cacera.

- Andrew, ¿se puede saber qué diablos hiciste con el personal de la casa? - interrogó Brenda, poniéndose de pie frente a su hermano, quien yacía acostado en el suelo.

- Bueno, yo no quería molestias... y les di todo el mes libre, hasta que vuelvan mamá y papá - se excusó el muchacho.

- ¿Acaso estás loco?, ¡eres increíble! - gritó su hermana mientras sacudía las manos.

- Wow, gracias, Brenda, sabía que era una buena idea - una sonrisa se pintó en el rostro del joven.

- ¡Era un insulto, grandísimo tonto! - expresó Brenda, bastante nerviosa -. Alex, Cloe - nos llamó y la miramos enseguida - arriba, iremos al supermercado, creo que después de todo sí tendremos que cocinar - dijo esto último aniquilando con la mirada a su hermano.

- Pero podemos pedir comida, se me antojan unas pizzas.

- Andrew - masculló mi amiga con voz calmada -. ¿No te cansas de comer porquerías?; hoy cocinaremos nosotras y salga como salga, comerás lo que te sirvamos, ¿entendido? - Andrew no tenía otra opción más que afirmar, y así lo hizo.

- Ryan, ¿podrías quedarte y verificar que Andrew no haga tonterías? - pidió Cloe a su novio.

- Claro.

Y en cuanto el chico aceptó, mis amigas y yo salimos rumbo al auto de Brenda.- De verdad que a veces se pasa.

- Sí, pero es muy gracioso. Brenda, debes admitir que no lo hace porque quiere.

- Ya sé, Alex, pero en ocasiones el nivel de sus tonterías te puede llevar a la muerte.

Cloe y yo nos reímos y subimos al automóvil, como siempre, yo me situé junto a Brenda y Cloe atrás, esto se debía a que Cloe amaba estirar sus piernas sobre el asiento, y ella sola ocupaba todo el espacio.

Ataqué la radio en cuanto nos pusimos en marcha. Subí el volumen a todo lo que daba y todo el camino nos la pasamos coreando las canciones que nos gustaban y riéndonos de los recuerdos que nos traían algunas.

Aparcamos en el estacionamiento del supermercado, en un lugar junto a la puerta, para no tener que caminar mucho. Entramos en el edificio sin tener idea de qué teníamos que comprar para la cena.

- Emm... entonces, ¿qué cenaremos? - pregunté curiosa, ya que no habíamos hablado de eso.

- Algo fácil, que hasta unas principiantes como nosotras podamos cocinar - opinó Cloe.

- Ya sé, ¿qué tal hamburguesas y papas fritas? - propuso Bren.

Cloe y yo asentimos y las tres nos pusimos a buscar las cosas necesarias, al menos sabíamos lo que debíamos usar para preparar eso.

Encontramos todo lo necesario y ya nos estábamos encaminando a pagar las cosas, cuando recordé algo. - Chicas, mañana ya regresamos al internado, ¿no sería mejor llevar algunas cosas para comer que nos gusten?; es decir, la comida de allá está bien, pero a veces no hay cosas que queremos.

Te Amo, Alex (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora