Te Amo, Alex (TERMINADA)

37. Te amo.

CLOE POV

Faltaba un día para el baile.

Todos estaban frenéticos..., en especial Alex y Bren, quienes aún no encontraban el vestido perfecto para la fiesta, que sería en la casa de Noah. Alex por fin tenía su tan soñado auto, pero siempre estaba de adorno en el estacionamiento del internado, casi nunca lo usaba.

—¿Cloe? — oí la voz de mi novio desde el otro lado de la puerta.

—Pasa.
Me estaba preparando para ir a casa, este sería nuestro último día en el internado, mi dormitorio era un lío de cajas, ropas, basura y más cosas. La habitación más desastrosa era la de Alex, ya que ella no encontraba nada y se la pasaba tirando cosas por toda la casa.

—Parece que un huracán pasó por tu dormitorio.

—Lo sé —reí —, ¿ya tienes todo listo?

—Si, desde ayer — arg,  odio que Ryan sea tan precavido y yo lo deje todo a última hora —. Como tengo tiempo de sobra..., ¿te ayudo con tus cosas? — bien, tal vez no odio tanto esa cualidad suya.

—Eso sería genial — él sonrió y me ayudó a poner mis ropas en cajas y maletas.

—¡Brenda! — gritaba Alex, quien estaba desesperada, mientras entraba en mi habitación.

—No está aquí.

—¡Ag! ¡Que me lleve un tren! — gritó enojada, mientras salía de nuevo.

—¿Qué le pasa? — reía Ryan.

Me encogí de hombros. —Es uno de sus ataques de bipolaridad. ¿Me esperas un momento? Iré a ver que no haga locuras.

—Claro, linda, ve.

Me puse de pie y corrí a su dormitorio. — Alex, ¿qué pasó? — me paré bajo el marco de la puerta, no es que no quisiera entrar, es que no podía entrar. Los cajones del armario tirados por el piso, las ropas por todas partes, las joyas, zapatos, carteras...en fin, era un basural.

—Nada —sonrió —, es solo que Andrew me llamó porque traerá el vestido que Brenda le pidió que compre.

—Oh, ¿por eso tanto escándalo?

—Nop, el escándalo es porque estoy desesperada... ¡soy la única que aún no tiene vestido!

—No te preocupes, lo buscamos hoy...

—No — se puso de pie —. El partido de la final es hoy, debemos ir las tres...no tendré tiempo de comprar un vestido.

—Pero, es tu culpa.

—Lo sé — se lanzó a la cama —. Pero estuve tan llena de tareas, me agobiaban los exámenes y lo del divorcio de mis padres, también debía pasar tiempo con Dylan y ustedes, el tiempo se me fue —suspiró.

—Bien, ¿qué te parece ir ahora a comprar tu vestido?

—Olvídalo. Debo juntar todas mis cosas.

—Ryan y yo lo haremos, llama a Dylan y vete.

Alex gritó. —¡Eres increíble! — de la cama pegó un brinco y me abrazó.

—Sí, sí, sí. Lo sé — rodé los ojos —. Llama a Dylan de una vez.

—Bien...— pareció pensar en algo —. ¿Cloe? — se mordió el labio.

—¿Sí? — enarqué una ceja.

—¿Has visto mi celular?

—¡Alex! No me sorprende que no encuentres nada en este basural, ¿cómo pretendes arreglar tus ropas si están esparcidas hasta por el balcón?