19. Tregua.

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CLOE POV


Mi celular estaba sonando, de nuevo. Esta sería como la cuarta vez que Zack llamaba para preguntar por Alex.

De todos modos, contesté. — Cloe, ¿dónde demonios está Alex?

— No lo sé — respondí, algo fastidiada —  ¿por qué no llamas a Alex?

— Lo hice, mil veces. pero no contesta.

— Uhm, intentaré contactarla. Iré a buscarla, pero ya no te preocupes seguro está en su castigo y no la dejan salir.

— Bien, gracias. Adiós.

— Adiós.

No lo puedo creer. ¿En qué estaba pensando al querer jugar de Cupido con Alex y Zack?; bueno, la verdad ya no importaba, ya lo había hecho.

Salí de mi habitación y encontré a Ethan comiendo una hamburguesa en la sala. — Ethan, ¿dónde está Bren?

— Está tomando una ducha — contestó después de tragar lo que tenía en la boca —. ¿Por...?

— ¿Sabes dónde está Alex?

— En la sala de música, ya te lo hemos dicho.

— Sí, como sea. Dile por favor a Brenda que salí a buscar a Alex — pedí, mientras tomaba mi abrigo del perchero.

— Bien.

Me dirigía a la sala de música y escuché a una discusión, pero no precisamente en la sala de música, sino en la dirección. Me acerqué a la puerta y me apoyé en ella para poder oír todo. En el fondo de mi mente, ya sabía que Alex estaba allí adentro.

— ¡Olvídelo! — dijo Alex, luego se oyó un golpe seco.

— ¡Ni hablar! —  contestó, ¿Dylan?, supongo que era él.

— ¡Yo no lo haré!, asígneme cualquier otro castigo — habló Alex.

— ¡Yo tampoco estoy dispuesto a hacerlo!, me opongo — apoyó Dylan.

— ¡Escúchenme bien los dos! — gritó el director  —. Esto es un castigo, no se trata de que si quieren o no. Lo harán y punto. ¡¿les quedó claro?!

— Bien, como sea — reconocí la voz de Alex, que destilaba puro veneno.

Escuché unos pasos y me alejé de la puerta. Alex salió con la cara totalmente roja, estaba furiosa y con el cabello algo desarreglado. Dylan le seguía de cerca, aparentemente, no estaba mejor que Alex, ya que también se veía bastante enojado.

¡Y yo me moría de la curiosidad!

— Alex — llamé —, ¿qué pasó?

— Cloe — se sorprendió de verme —, te lo cuento en el dormitorio, vámonos.

— Bien, vamos — antes de girar y regresar al dormitorio, me despedí de Dylan con un gesto de la mano. Él respondió de igual manera.

Te Amo, Alex (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora