34. Estaré a tu lado.

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ALEX POV

—¡Cloe, Bren! –grité.

Vi como Dylan se ponía de pie y se despedía con la mano de mí. Le sonreí y salió de la habitación. —¿Qué demonios traes puesto? — preguntó Cloe, claro.

—Es el uniforme de mi nuevo colegio.

—¿Tienes un nuevo colegio? — Brenda casi gritó, yo asentí tristemente —. ¿Eso significa que...?

—Te quedarás por mucho tiempo...

—Eso me temo, chicas — bajé la cabeza. Cloe desvió la mirada y se mordió el labio mientras lágrimas caían por sus mejillas. Brenda agachó la cabeza.

—¿Años? — la voz de Cloe salió ronca.

—Sí — ella se largó a llorar.

Yo no sabía qué decir. Hace años que somos amigas, lo más lejos que llegamos a estar fueron unos cuantos kilómetros, la distancia de mi casa a la de ellas. El mayor tiempo que pasé sin verlas fue en el campamento y casi morí.

Solo  ellas sabían quien era yo realmente. Siempre lo supieron, no tengo secretos para ella, ni ellas los tienen conmigo.

Brenda siempre fue la que más se preocupaba por nosotras, la que intentaba hacernos desistir de nuestros planes estúpidos para meternos en problemas. Nunca lo lograba, pero su intento merecía méritos. Y, cuando nos metíamos en problemas, siempre era ella quien respondía por nosotras, como toda una hermana mayor. Ella estaba ahí para gritarnos cuando lo merecíamos y para consolarnos cuando lo necesitábamos.

Siempre estuvo ahí, aunque estaba en total desacuerdo con nuestros planes, estaba ahí para asegurarse que no nos suceda nada malo. Estaba ahí, y también se metía en problemas por nuestra culpa, por intentar detenernos, pero ella no se arrepentía en ningún momento, y lo volvía a hacer...una y otra vez.

La necesitábamos demasiado para nuestro propio bienestar. Era como si cada vez que no estuviera, nos faltara parte muy importante de nosotras, fundamental para vivir. Me costaba y dolía mucho imaginar un mundo en donde ella no exista.

Bren era la más responsable y centrada, era la única entre nosotras que pensaba antes de hablar y actuar. Era fuerte y lo demostraba.

Ella podría sin nosotras, creo...pero nosotras no podríamos sin ella. ¿Que le diría a Cloe? Brenda lo soportaría, Cloe no.

Brenda y yo siempre fuimos más fuertes que ella. Cloe era como nuestro tesoro más preciado y delicado, que con cualquier mínimo golpe, se rompería, y solo  nosotras podíamos juntar las piezas y armarla de nuevo. Siempre fuimos quienes intentábamos protegerla y meterla en una caja de cristal para que nadie pudiera tocarla siquiera, mucho menos dañarla. Verla llorar porque alguien la lastimó, era la peor cosa que nos podía pasar.

Cloe siempre fue la más sensible entre nosotras, ¿qué se supone que debía decirle ahora? “Cloe, volveré cuando tú estés en tu segundo año en la universidad”, eso no era una opción.

Ella no era de las que no lloraba por ser orgullosas, sino de las que estaba orgullosa por poder llorar. Bren  y yo intentábamos guardarnos nuestras lágrimas en lo más profundo y llorar en soledad. Cloe no podía o, tal vez, no quería guardar sus lágrimas.

Ella nos pedía consejos y se los dábamos, pero, al final, siempre hacía lo que se le venía en gana. Cuando algo salía mal, ella venía con nosotras y, Bren y yo siempre lo supimos, estaríamos con ella aunque el camino que elija sea el equivocado.

Yo siempre fui la que no escuchaba razones ni disculpas, la orgullosa y caprichosa que tenía que salirse con la suya por más que esté equivocada. La que nunca admitiría que falló o pediría disculpas bajo ninguna circunstancia. A la que el mundo le importaba poco cuando estaba con ellas, por que todo estaba bien. Por que cuando yo estoy con ellas, estoy en casa; el mundo puede destruirse a mis pies, pero yo estaré bien mientras esté junto a ellas. Porque saben todo de mí, mis defectos y virtudes, mis penas y glorias, mis errores y aciertos, mis mentiras y verdades...y, aún así, me quieren. Y yo las amo con todo mi corazón.

Te Amo, Alex (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora