23. El clima nunca falla.

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DYLAN POV

— ¿Dónde estuviste anoche?, te oí llegar muy tarde — preguntó Ethan, mientras desayunaba.

— Hablando con Alex — contesté tajante.

Estaba preparando mis cosas para la práctica, él no debía hacerlo, claro, fue expulsado. Eran las cinco de la mañana, y el entrenador nos llamó para entrenar antes de la hora de entrada. Teníamos un campeonato pisándonos los talones y debíamos estar preparados. Como capitán, no podía dejar que mi equipo se lleve la copa del segundo puesto.

— Ah.

— ¿Sabes? — giré mi cuerpo para verlo, y me apoyé en la mesa del comedor —. Eres un idiota.

Ethan me miró confundido, luego enojado. — ¿Qué diablos...?

— No, cállate, aun no termino de hablar. Eres un idiota por haberle hecho eso a Brenda, poco hombre, cobarde.

— Dylan — advirtió.

— ¡Que te calles! — grité, dando un puñetazo en la mesa.

— Basta — intervino Ryan, justo a tiempo, esto iba por mal camino —. Es tarde, vámonos.

Ethan se quedó más tiempo en el dormitorio, Ryan y yo fuimos juntos al gimnasio. — Hola chicos — saludé al llegar, el entrenador aún no estaba, me llamó para avisar que tardaría como veinte minutos, que comencemos sin él.

— Hey, Dylan — saludó Max, el más próximo a mí.

Mentalmente, comencé a contar a los chicos mientras los nombraba: Cooper, Scott, Ian, Kevin, Kyle, Max, Mike, Noah, Steven, Cameron, Brad, Connor, Jeremy, Matt, Craig, Oliver y, claro, Ryan.

— Hey, Dylan — me gritó Cooper —. ¡Piensa rápido! —  y me lanzó la pelota. La tiré de vuelta hacia él.

— Dylan — me llamó Kyle, mientras se acercaba corriendo hacia mí —. Hey, ¿sabes qué?, no quiero ser chismoso ni comunicativo, pero Max y Craig estaban discutiendo antes de tu llegada, sobre quién podría quedarse con Alex. Dicen que la esperarán en cada clase, la acompañarán al almuerzo y la ayudarán con sus cosas. Yo que tú me cuidaría —  me palmeó el hombro, rió y se fue.

— ¿Qué pasó? — preguntó Ryan, llegando hasta mi con una pelota bajo el brazo derecho.

Mis dientes rechinaron y estaba furioso. — Dame la pelota — Ryan me la pasó sin discutir —. ¡Hey, Craig! — el nombrado, que se encontraba a unos diez metros de distancia, se giró para verme, arrojé la pelota al aire y antes de que caiga por completo, la pateé directo al rostro de Craig —. ¡Piensa rápido, idiota!

El estallido de risas no se hizo esperar, les di la espalda a todos y me puse a ubicar los conos en sus lugares. — ¿Y eso por qué fue? — preguntó Noah, quien se acercó a mí mientras reía.

Me encogí de hombros. — Soy un adolescente que debe desahogar sus frustraciones.

Él rió aun más. De todos mis amigos, Noah era el más gracioso de todos, siempre haciendo bromas y comentarios humoristas. Sonreía casi siempre y andaba muy animado.

— Vamos, Dylan. Tú siempre te comportaste en las prácticas. Confía en mí, ¿qué pasó?

— Es cierto — secundó Ryan, quien no tenía idea de donde demonios salió —, yo también quiero saber lo que te hizo estallar.

Suspiré. — Fue por Alex, nada más.

— Ah, ¿por los comentarios de Craig y Max?, ¿por qué solamente te “vengaste” de Craig?, Max también hizo algunos comentarios — indagó Noah.

Te Amo, Alex (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora