Te Amo, Alex (TERMINADA)

6. Un día de locos.

ALEX POV

A las siete treinta de la mañana ya estábamos a mitad de camino, volvíamos al internado con grandes sonrisas impresas en nuestros rostros, recordando todo lo divertido ocurrido la noche anterior.

Cloe vino con nosotras, ya que Ryan iría mas tarde. Las tres estábamos en completo silencio, lo único que se oía era el leve ronroneo del motor y el sonido producido por el celular de Cloe, quien se encontraba mandando mensajes a Ryan.

Llegamos al estacionamiento, a nuestro lugar habitual, el cual todos sabían que nos pertenecía, a pesar de no estar reservado ni nada, era nuestro, y Brenda estacionó el auto, el lugar estaba más lleno de estudiantes que los otros días.

- Es la segunda semana - dijo Brenda despreocupadamente -. La mayoría siempre espera a la segunda semana para asistir a clases, no lo olvides, nosotras acostumbrábamos hacer eso.

- ¡Nuevos compañeros! - gritó Cloe, saliendo del auto, ya que solo ella quedaba adentro.

- Emm, Cloe - la llamé con tranquilidad -, somos nuevas, para nosotros todos son compañeros nuevos.

- Sí, pero ya conocimos a todos la semana pasada. - aclaró -. Recuerda que por poco no se mataban para saludarnos.

Y tenía razón, todos, tanto chicos como chicas, peleaban para sentarse junto a nosotras, se presentaban diez veces al día, y aún así no podía recordar el nombre de la mayoría.

Pasamos por el pasillo y todos estaban rumoreando, como siempre, acerca de nosotras, pero esta vez me sorprendió, y agradó, que no seamos el único tema de conversación.

Al parecer mis amigas pensaban lo mismo. Luego, al pasar frente a un grupo de chicas, las oímos murmurar algo.

- ¿Tú crees que los nuevos se fijarán en ellas?, yo creo que tenemos una oportunidad - dijo una joven mirándonos con interés.

Las tres reímos por su comentario y seguimos caminando sin darle importancia. - Bueno, aquí nos dividimos - dijo Cloe en cuanto llegamos al final del pasillo. La razón por la cual debíamos ir por separado era que Cloe tenía Ciencias; Brenda, Historia; y yo, Música.

Entré en el salón 346, que era el de música, claro, y todos se me quedaron viendo, como si yo tuviera bombas pegadas a mi cuerpo.

Como siempre, tomé el asiento del fondo de la clase, intentando no sentirme tan cohibida por las miradas, era la primera vez que me miraban tanto, ¿será que olvidé ponerme el pantalón?; Dios, qué vergüenza.

- Imposible - pensé. Cloe y Brenda me lo habrían dicho.

La profesora entró, llamando la atención de la clase. Hoy sería la primera vez que tendría música, ya que la semana pasada aún no estaba bien organizado el horario.

- ¡Pero que sorpresa tenerla aquí señorita Lodge! - exclamó la docente -. Y más aún que esté sola - dijo esto último mirando por toda la sala, buscando a mis amigas, supongo. Y lo entendí todo, ese era el motivo por el cual me miraban raro, porque estaba sola. Patético.

- Sí, bueno, es para que vean que yo también puedo caminar por mi propia cuenta - dije en forma de burla, pero el fastidio en mi voz era palpable.

La profesora asintió y se dispuso a dar la clase, pero cuando se giró para borrar la pizarra, ocurrió algo.

Un chico alto, de pelo negro, se paró en el umbral de la puerta y se disculpó por la tardanza, la profesora le sonrió y le pidió que tomara asiento. Y fue en el momento en el que su mirada se posó en mí, que su sonrisa se transformó en una mueca de incredulidad, para luego pasar a una de rabia.