35. Respirar

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DYLAN POV

Por fin estaba de nuevo con Alex, después de no verla por más de una tortuosa semana. Lo malo fue que, al verla, ella estaba con otro.

Como sea, ella es mía, no importa con quien esté bailando, ella siempre será mía y todos lo saben. Yo le pertenezco y su lugar es a mi lado, como siempre debió ser. Por fin, ahora las cosas se acomodan.

—Bueno, solo somos tú y yo — sonreí cuando los chicos se perdieron entre los invitados. Le tendí la mano a Alex y ella la tomó sonriente.

—No puedo creer que estés aquí — dijo, en cuanto pegué su cuerpo al mío para seguir bailando.

—Yo no puedo creer que hayas creído que no estaría — fingí ofenderme —. Vamos, Alex, creí que me conocías mejor — ella rió antes mis palabras.

—Pero...— intentó excusarse.

—No hay excusa. Yo nunca te dejaré sola — la besé —. Te lo dije una vez, y te lo repito: estaré contigo, aunque quieras que me vaya, aunque digas o hagas cosas que me hagan querer dejarte — fui sincero. Ella calló por unos segundos, me miró fijamente y lo dijo...

—Te amo, Dylan.

No lo creí, ella no diría eso. Ella me miraba algo tímida. Sonreí, lo había dicho, después de tantos años, lo dijo. La besé, pero no fue como nuestros besos de antes, éste fue diferente, muy diferente a los demás.  —Yo también te amo.

—No más que yo — rió.

Enarqué una ceja. —¿En serio? Alex, crucé un océano por ti...— ella me besó, haciendo lo que yo siempre hago, callarla con un beso —, ¿me estás copiando?

—Cállate, Dylan  —rió de nuevo.
Giré la cabeza hacia un costado, y vi a un chico mirándonos. —¿Alex? — ella levantó la cabeza, la cual tenía apoyada en mi pecho —, ¿quién es ese? — señalé con la cabeza al chico.

—Oh, se llama Pierce, es un compañero mío.

—¿Ese es el chico con el que estabas bailando? — ella asintió —. No me gusta.

—Eso es bueno  —rió —. Me asustaría si dijeras que un chico te gusta.

—Sabes de lo que hablo.

—Lo sé, pero creo que estás exagerando un poquito.

—No.

—Claro que sí.

—Eres mi novia, no quiero que bailes con nadie más.

—Es un amigo.

—No te mira como si fueran amigos.

—¿Los amigos tienen una mirada especial? No lo sabía — soltó con sarcasmo.

—Por favor, Alex — bufé —. Hasta tú que eres la chica más despistada del mundo lo pillas.

—No soy despistada.

—Cariño, me conoces hace años y no fuiste capaz de reconocerme solo por que tenía un antifaz.

Ella se sonrojó levemente y yo me reí. — No tiene nada que ver. Mira, ese chico me odia.

—No es una mirada de odio la que te esta lanzando, creo que es a mí a quien mira con odio.

  —No dramatices, Dylan.

—No lo hago — rodé los ojos, odiaba pelear con ella por cosas estúpidas —. ¿Sabes qué? Olvídalo, terminó...ganaste.

—Lo sabía  —sonrió y me besó en la mejilla, haciendo que yo sonría también —. Uhm...por cierto...

—¿Qué pasa? — pregunté extrañado por su cambio de tono.

Te Amo, Alex (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora